El confinamiento por el coronavirus ha agudizado el ingenio de los deportistas para no perder la forma sin poder salir de casa. Es difícil para un futbolista no entrenar con sus compañeros, para un jugador de baloncesto no poder practicar los triples, para un nadador no hacer largos en una piscina o para un golfista no poder golpear a la bola. El deporte se ha parado en casi todo el mundo y eso ha supuesto un parón para muchos que les costará recuperar el tiempo perdido.
El ciclismo, a pesar de las facilidades que dan a día de hoy los rodillos y las aplicaciones en internet para emular entrenamientos, también está sufriendo un daño bastante grande con la crisis del Covid-19. La preparación de un ciclista no es igual entrenando de esta manera, pero más o menos están salvando la papeleta y, cuando se pueda volver a las carreteras, no necesitarán tanto tiempo para preparar las grandes vueltas.
Las grandes estrellas, como en todos los deportes, tienen más facilidades por disponer de mejores equipamentos en sus casas. Ese no es el caso de Oier Ibarguren. Este joven ciclista de 23 años llegó esta temporada a la estructura de Caja Rural, equipo de la segunda categoría de la Unión Ciclista Internacional.
Aún corre para el filial, pero su tercer puesto en el Campeonato de España sub23 del año pasado fue una gran noticia después de quedarse sin sitio por la desaparición del Euskadi Murias. El Fundación Euskadi, financiado por Mikel Landa y que recuperó el patrocinio de Euskaltel esta temporada recordando al histórico equipo, no contó con él como si hizo con muchos compañeros.
Caja Rural solo le ha podido conseguir un descuento para conseguir un rodillo para entrenar estos días. Pero Ibarguren, lejos de venirse abajo con las condiciones, cogió sus bártulos, subió al caserío que tienen sus padres en Azpeitia y allí se entrena con lo que encuentra. Después de ocuparse de las ovejas de su familia y antes de irse, como él dice, "a echar árboles", atendió a EL ESPAÑOL para contarnos su experiencia.
¿Cómo está siendo la crisis del coronavirus allí en Azpeitia?
En Azpeitia hay pocos casos, así que muy bien. Solo han fallecido tres. Yo estoy a dos o tres kilómetros, entonces estoy más apartado.
Cuéntame como es eso de tu caserío
Yo vivo en el pueblo. Pero con el tema del confinamiento, pensé que estaría mejor en el caserío. Aquí estaba más al aire libre y tenía a los animales. Estaban algunas ovejas para parir corderos. Entonces mi padre me dijo que le fuera a echar una mano. Como tengo más tiempo porque entreno menos, así echo una mano al caserío. Aquí vivo con mi padre y mi madre.
¿Siempre os habéis dedicado a los animales?
Mi padre nació aquí en el caserío. Antes vivían solo de los animales, luego bajaron al pueblo y ya se dedicaron a otras cosas. Esto lo mantenian como hobbie. Cuando tengo tiempo les echo una mano. El equipo me permite estar en Azpeitia, entonces estoy cerca de ellos.
Porque tú te dedicas principalmente a la bici, estás ahora en Caja Rural
Es mi primer año como élite. Corro fundamentalmente en el filial. Tenía la esperanza de correr en verano alguna carrera con el primer equipo. Había corrido siete u ocho carreras esta temporada. Esperaba peor, pero tampoco había conseguido buenos resultados. Me cuesta un poco coger el ritmo. En verano esperaba mejores resultados.
Fichaste principalmente por tu tercer puesto en el Campeonato de España sub23 del año pasado, ¿no?
No esperaba ese puesto la temporada pasada. Sí que pensaba disputar algunas carreras, pero llegar tan arriba no me lo esperaba. Fue un palo que desapareciera Murias, porque iba a pasar al primer equipo. Si hubiera ganado lo mismo, pero estando en Caja Rural, estaría corriendo ahora con los élite. Tenía medio apalabrado con el Murias la renovación, pero con los problemas que hubo me quedé sin puesto.
¿Cómo está siendo eso de no poder salir con la bici a entrenar?
Pues hago rodillo. Al final, no tenemos más. Hago gimnasio como podemos, levantando madera y piedras. Hay que apañarse como se puede. Nos hicieron descuento para comprar el rodillo. Tratas de mantenerte en forma con lo que tienes por casa, nos ha pillado un poco desprevenidos todo esto. He pensado más de una vez coger la bici de montaña y salir por ahí, pero no sería responsable. Hay que cuidar mucho la alimentación porque antes entrenabas cuatro horas encima de la bici, ahora solo una en el rodillo y haces algo de gimnasio.
Al menos sales con los animales a pastar
Por lo menos puedo salir 500 metros a la redonda del caserío. También tenemos huerta, entonces me puedo relajar un poco así. Soy un privilegiado por eso.
¿Cómo ves tú eso de correr sin público?
Yo no me fío de nada. Lo que han dicho, no me parece real. Primero hay que curar esto. El virus lo tenemos aquí. Hay que quitar el bicho de aquí antes. Yo estoy asimilando que igual este año no vamos a correr más.
¿Qué decisión ha tomado el equipo con respecto a vuestros salarios?
El equipo nos ha transmitido buenas sensaciones. Nos solemos reunir cada semana. Nos han dicho que Caja Rural va a seguir con nosotros, eso lo teníamos asegurado y no habría riesgo de que el equipo desapareciera. El próximo año tendremos equipo. Nos han dicho que alguno desaparecerá.
¿Cuál era tu objetivo de esta temporada?
La clásica de Aiztondo. Estaba afilando el cuchillo para esa carrera. También tenía en la cabeza los Campeonatos de España de este año en Jaén. El año pasado me quedé con la mosca después de caerme y quedarme sin frenos. Tengo ilusión por esa prueba.
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