Remco Evenepoel es el hombre y el nombre del momento. O mejor dicho el niño. Porque a sus 20 años sigue siendo un niño a pesar de que las cosas que hace son muy grandes. El joven talento belga ha conseguido traspasar las fronteras de la edad y ya se bate en duelo con los mejores ciclistas del mundo. Y no solo eso, si no que les gana. Y se exhibe, porque parece una exageración afirmarlo, pero es que no pueden con él. Es tal su talento y su fortaleza, que cosa que se propone, cosa que consigue. Carrera a la que va, carrera en la que se deja ver y carrera que gana. Es un devorador, un sobrado, un fuera de serie, un prodigio único.
La fortaleza de Remco es tan grande que no tiene parangón en la historia del ciclismo. Muchos le comparan con Eddy Merckx por su capacidad para ganar en muchos terrenos, de muchas formas y con tanta fiabilidad, porque casi nunca falla cuando pone el ojo en su mirilla y aprieta el gatillo que tienen sus piernas. Pero lo cierto es que ni siquiera se le puede comparar con ‘El Caníbal’ porque a los 20 años nadie había demostrado tanto como él.
Es difícil que te comparen con alguien como Eddy, seguramente el mejor deportista de la historia porque no ha existido nunca nadie que haya dominado una disciplina tan amplia como el ciclismo durante tanto tiempo, con tanto éxito y con tanta diferencia con sus rivales. Sin embargo, Evenepoel lo ha conseguido en tan solo unos meses como profesional. O quizás antes, porque las barbaridades que era capaz de hacer cuando corría en Junior ya hacían hablar de él como el nuevo Merckx. Sin embargo, Remco no solo aguanta esa comparación, si no que la supera, porque sigue haciendo lo que hacía con sus rivales Junior, pero al más alto nivel. Y eso ni el gran Merckx lo había hecho.
El resto de su carrera Dios dirá lo que le depara. Si llega a ser el nuevo Merckx, si le supera, o si es un talento precoz más que se queda por el camino, pero lo cierto es que, a día de hoy, lo demostrado por Evenepoel hace pensar que es imposible calcular donde está su límite y que no solo puede dominar las próximas décadas del ciclismo mundial, si no que podemos estar ante un genio que jamás se haya visto.
Los inicios de Remco
La espectacularidad de Remco Evenepoel no solo la marcan sus resultados ni el modo en el que los consigue. Lo más llamativo de este nuevo talento que amenaza con destronar a todos los líderes del ciclismo son sus orígenes. Conocer de donde viene esta joya sirve para comprender, en alguna medida al menos, lo descomunal de su aparición. Porque Remco no ha sido uno más ni para forjar el inicio de su carrera. Hasta en eso ha sido alguien diferente y que ha destrozado cualquier expectativa.
Los primeros grandes resultados de Evenepoel llegan, más o menos, a sus 18 años. Sin embargo, esta fuerza de la naturaleza se montó por primera vez en una bicicleta con la intención de dedicar su futuro a ello tan solo dos años antes, con 16. Antes, la carrera del bueno de Remco estaba destinada al fútbol de élite, ya que había desarrollado su trayectoria en las categorías inferiores del Anderlecht y había llegado a ser capitán de la selección Sub16 de Bélgica.
El portento que destroza rivales de mil maneras hace tan solo cuatro años no era ciclista, si no que estaba destinado a liderar la selección belga que hoy entrena Roberto Martínez. Pero un buen día decidió colgar las botas, subirse a una bicicleta y no parar de ganar.
Esta decisión, que podría parecer una locura, no solo por lo que dejaba atrás como futbolista, si no por tener la intención de comenzar en un nuevo deporte con tanta edad y en un país con una cultura ciclista como es Bélgica, ha terminado siendo clave en su carrera y puede que hasta en la historia del ciclismo. Quien sabe hasta donde habría llegado con una pelota en sus pies, aunque es difícil imaginar que hubiera tenido un futuro tan prometedor como lo tiene ahora sobre las dos ruedas.
Aquel cambio en su camino y en su destino ha traído consigo hasta nuestros días a un nuevo fenómeno del ciclismo que con tan solo 20 años ya hace cosas diferentes e inimaginables. Lo que está claro es que Remco tiene una fisionomía y una genética privilegiadas que le permiten hacer prácticamente casi cualquier deporte al más alto nivel. Tras tener un esperanzador futuro como futbolista, decidió pasarse al ciclismo y hoy es el mayor proyecto de campeón que se recuerda.
2018: el año de su explosión
Con apenas experiencia en el ciclismo, incluso su forma de correr lo denotaba, Evenepoel se plantó en la categoría Junior contra gente, a priori, mucho más preparada que él. La experiencia es un grado, y Remco lo notó en cada prueba que corrió ese año. Sin embargo, su camino estaba escrito y su destino no era otro que ganar allá donde iba. Ese parecido con el enorme Eddy Merckx viene dado, entre otras cosas, por esa imperial capacidad para ganar en cualquier terreno, ante cualquier rival y en cualquier prueba. Por eso Remco también es único.
2018 fue el año que marcó un antes y un después en su vida. A partir de ese momento, no sería más un ciclista con proyección, si no que se destaparía ante el mundo como la gran promesa y la gran esperanza de un deporte necesitado de héroes. Y Evenepoel encarnó ese papel a la perfección dejando exhibición tras exhibición en un año portentoso.
Dicen los mayores expertos que no se recuerda una aparición así nunca, y es cierto, porque lo que Remco ha firmado en estos dos últimos años no ha estado al alcance de nadie hasta ahora. Por ese motivo es por el que las comparaciones con Eddy Merckx le sientan cada vez más como anillo al dedo. Mantener la calma es de obligado cumplimiento, pero el belga se ha propuesto que año a año las comparaciones se queden cortas.
En aquella temporada, Evenepoel tomó la salida en 26 carreras de las cuales terminó 22. En esas cuatro pruebas, no pudo terminar por caída. Sin embargo, los resultados en el resto son apabullantes. De lo más insultante que se ha visto en la historia del deporte, aunque fuera en categoría Junior.
El que hacía solo unos meses era un reputado futbolista de las categorías inferiores del Anderlecht consiguió ganar las 22 pruebas que había disputado y terminado en 2018. Una efectividad máxima, unos registros absolutamente apabullantes como no se recuerdan. Remco dominó a todos sus rivales en las 22 carreras que había disputado sin caerse. Una temporada con 22 triunfos en 26 intentos. Algo sencillamente espectacular.
Algunos de sus triunfos tuvieron una superioridad tan aplastante como el conseguido en un Critériumdisputado en Las Árdenas, en Bélgica, en el que la norma indicaba que todo corredor doblado en el circuito final debía abandonar la carrera. El nivel de Evenepoel provocó que fuera capaz de ir superando a todos y cada uno de los corredores que no solo no podían aguantar su nivel ni mantener su ritmo, si no que fueron perdiendo cada vez más distancia hasta ser doblados uno a uno.
Incluso hasta el segundo clasificado de aquella prueba, que tras ser adelantado, volvió a ver como el ciclón Remco le volvía a pasar dejando en evidencia a todos en aquel circuito. Una vez se quedó solo, la carrera fue detenida por el aplastamiento de la bestia belga, dando al joven ciclista como ganador de la prueba.
Evenepoel siguió dominando aquel año 2018 en el que fue capaz de proclamarse Campeón de Europa en los europeos Junior celebrados en Glasgow tanto de la prueba en ruta como de la prueba contrarreloj, lo que demostraba que su poderío no solo era tremendo, si no que también era total, que podía llegar a dominar cualquier disciplina, lo que hacían de él un rival imbatible. Después de aquella doble proeza volvió a llegar un éxito de esos que no tienen parangón.
El hoy ciclista del Deceuninck-Quick Step se presentó en los mundiales de Innsbruck, aquellos históricos para el ciclismo español por el triunfo de Alejandro Valverde, como máximo favorito. El triunfo de Evenepoel no sorprendería a nadie dado el potencial mostrado durante toda la temporada. De hecho, era casi una obligación, firmar lo pactado, ocupar el puesto que todo consideraban que debía ocupar sin darle el mérito justo que eso tenía.
Sin embargo, en el ciclismo todo puede pasar. Una vez comenzada la prueba, Remco sufrió una fuerte caída que le hizo poner pie a tierra para poder recomponerse. Llegó a perder más de dos minutos con el pelotón que se jugaría la carrera, por lo que todo hacía indicar que en la prueba más grande y decisiva, Evenepoel no podría llevarse la medalla de oro. Pero el belga no había dicho aun su última palabra.
Se montó de nuevo en su bicicleta y comenzó a tirar con la idea suicida de reengancharse a un pelotón con el que llevaba ya una minutada de pérdida. Su fortaleza mental y física le permitieron poner un ritmo endiablado con el que terminó cogiendo a sus competidores para, poco después, pegarles una pasada imperial, atacarles y dejar a todo el mundo en la estacada. Aquella prueba que se le había puesto imposible por una caída terminó cayendo de su lado, aventajando al segundo clasificado, el alemán Maryus Mayrhofer, en 1 minuto y 25 segundos.
La llegada a la élite
Tras aquella portentosa exhibición, Evenepoel demostró estar hecho de otra pasta. Dejó una sensación de tal superioridad que parecía estar corriendo con ciclistas de menor edad. O peor aun, parecía que un profesional del más alto nivel se había colado en una carrera de niños.
Su maravilloso Mundial en Innsbruck en el que también se proclamó campeón de contrarreloj, le permitió que el equipo Deceuninck-Quick Step se lanzara de lleno a por su fichaje con la intención de pasarlo a profesionales al próximo año. Evenepoel saldría directamente de dominar la categoría Junior a correr contra los mejores ciclistas del mundo y a compartir escuadra con corredores de la talla de Julien Alaphilippe.
A pesar de sus registros, de sus datos, de su potencial y de todo lo que había conseguido en tan poco tiempo encima de la bicicleta, parecía que ese gran salto, superando toda la categoría Sub23 en la que no iba a competir, podrían pasarle factura y hacer que medirse contra rivales mucho más fuertes y mucho más experimentados en las carreras World Tour no fuese la mejor idea. Sin embargo, el niño prodigio del ciclismo belga que hoy ya es una realidad absoluta, se desenvolvió entre los mayores como si fuera uno más, llegando a firmar un primer año colosal.
Ya en su primera carrera, en el mes de enero de 2019, tan solo unos meses después de sus exhibiciones en los campeonatos Junior, fue capaz de firmar un increíble noveno puesto en la general del Tour de San Juan, en Argentina, además de ayudar a su compañero Julien Alaphilippe a hacerse con el triunfo en la general. A partir de ese momento, quien no conociese al joven Evenepoel se encontró de bruces con la realidad de un talento como nunca se había conocido otro. Un talento que ya en su primer año se empeñó en dejar muestras de su enorme potencial ante los mejores ciclistas del mundo.
Evenpeoel cosechó el año pasado triunfos de mucho prestigio. Sus primeras victorias llegaron con una etapa más la general de la Vuelta a Bélgica, una etapa en la Adriática Ionica Race, una medalla de bronce en el Campenato de Bélgica contrarreloj, y, sobre todo, una exhibición portentosa en la Clásica de San Sebastián, el Campeonato de Europa de contrarreloj y la medalla de plata en el Campeonato del Mundode la especialidad, solo superado por el especialista Rohan Dennis.
Estos resultados fueron la presentación Evenepoel en el ciclismo de máximo nivel, en su primer año como profesional tras llegar desde la categoría Junior y con tan solo 19 años. Un auténtico portento que no ha parado de cosechar unos resultados de escándalo. El recuerdo que dejó su victoria en tierras vascas, con un lejano ataque que destrozó el pelotón tras una remontada al haberse quedado cortado, le sirvió para enseñar al mundo como había ganado su medalla de oro en el Campeonato del Mundo Junior.
Esta temporada, Evenepoel no solo ha confirmado buenos resultados, si no que se ha convertido ya en un peligro a tener en cuenta para todos. Ha asumido galones en su equipo y ya es seleccionado para liderar carreras por etapas, por lo que su dominio se sigue extendiendo a lo largo y ancho del ciclismo mundial.
En lo que va de curso, Evenepoel ya ha ganado una etapa y la general de la Vuelta a San Juan, aquella carrera en la que debutó en el máximo nivel con un noveno puesto, una etapa y la general de la Volta al Algarve, y una etapa en la actual Vuelta a Burgos, la cual se está disputando durante esta semana como primera gran prueba en la reanudación del ciclismo.
El talento belga ha elegido las tierras burgalesas para mostrar que el confinamiento no ha servido para echar a perder su inmenso potencial, y tras una poderosísima exhibición de fuerza el pasado martes arrancando en solitario a más de 50 kilómetros de meta, demostró este jueves que es el ciclista del momento, destrozando a escaladores de la talla de Alejandro Valverde, Mikel Landa o Richard Carapaz en el alto del Picón Blanco, sumando un nuevo triunfo parcial y situándose líder de la general. El belga tendrá la oportunidad de rematar la faena en las Lagunas de Neila si es capaz de prolongar su excelso estado de forma.
Un estilo que ha cambiado el pelotón
Remco Evenpoel sigue dando pasos agigantados en su carrera como ciclista, esa que parece no tener comparación con ninguna otra hasta el momento. Su poderío, su talento, su capacidad física, su poder de recuperación, todo lo que se propone lo consigue, da igual la carrera que sea, el tipo de prueba o los rivales que tenga en frente. Su fortaleza y su capacidad para mejorar asustan hasta el punto de que nadie es capaz de saber donde está su techo.
Hasta el momento, ha sido capaz de rendir en pruebas de un día, en carreras de una semana, disputar pequeñas generales, ganar etapas de montaña y mostrarse intratable en contrarreloj. Ha ganado a los mejores escaladores del mundo, ha triunfado en clásicas y ha sido capaz de mantener la lucha con los mejores especialistas del mundo contra el crono. Por todo ello, por ser capaz de hacerlo todo y que todo le salga bien, es muy difícil, por no decir imposible, saber donde puede estar su meta o cuales puedes ser sus debilidades.
Este año se ha propuesto ir un paso más allá en lo que es su preparación y su escalada hacia la cima del éxito, decidiendo participar en su primera Gran Vuelta. Si todo va bien, Evenepoel estará en la salida del Giro de Italia en Sicilia para disputar su primera carrera de tres semanas en lo que será una nueva incógnita para él.
Muchos ya le dan como favorito, especialmente porque no se fían de que sea capaz de ir sin ir a ganar la carrera. Sin embargo, la misión de Remco es probarse, disfrutar y aprender, saber dosificarse y probar en sus propias piernas lo que es el esfuerzo y la resistencia que se necesita para una carrera de tres semanas en la que unos días se tienen momentos buenos y en otros se puede llegar a perderlo todo. Esta será una nueva tesitura para un ciclista que todavía tiene que definir cuál es su estilo y en qué pruebas se quiere especializar.
Al igual que le ocurría a Eddy Merckx, y esta vez sí salvando las distancias, Evenepoel ha demostrado rendir en todo tipo de pruebas, ser capaz de adaptarse a todo tipo de llegadas y rendir en diferentes terrenos. Es imparable en el llano, gana a cualquiera en la montaña y tiene una enorme habilidad para la contrarreloj.
Evenepoel es todo talento con un físico privilegiado para cualquier deporte, pero también es carisma y personalidad. El ciclismo estaba muy necesitado de un personaje como Remco, capaz de atraer al espectador, de hacer que los medios se interesen por el ciclismo, de conseguir que los niños pidan bicicletas a sus padres y se quieran dedicar a esto porque ven a un chico que hace auténticas maravillas allá donde va.
Evenepoel es lo mejor que le ha pasado al ciclismo en años, no solo por su calidad y por sus victorias, si no por ese soplo de aire fresco que le da, esa inyección de juventud, de valentía, de fuerza, de atrevimiento, de clase. En definitiva, Evenepoel es un talento mediático, un producto ganador que puede crear afición, capaz de atraer la atención hacia un deporte que necesita sabia nueva, nuevos ídolos.
El techo de Remco nadie sabe dónde está. Es imposible saber si se está ante el nuevo Eddy Merckx, un ciclista y un deportista irrepetible porque lo ganó todo más veces que nadie y con una ventaja que nunca jamás se había visto. Pero lo cierto es que lo que ha demostrado Evenepoel hasta el momento no había conseguido hacerlo ni Merckx a su edad, por lo que si nada se tuerce, podemos estar ante otro talento glorioso.