En los restaurantes típicos de Lyon, la tradición exige que el menú sea denso y copioso. El Tour no se queda atrás y ofrecerá una batalla sin cuartel en la que brillarán los más pícaros, los más veloces y, por qué no, los más peleones. Primero en los montes de Forez donde los corredores se adentrarán hasta el puerto de Le Béal, pero sobre todo en el recorrido urbano de 15 kilómetros por las calles de Lyon. De hecho, serán tres ascensiones: La Duchère, después la subida a L’Observance y, por último, el puerto de la Croix-Rousse a 5 kilómetros de meta.