Impresionante la etapa vivida en la 20ª jornada del Giro de Italia 2020 con la triple subida a Sestriere que se saldó con la victoria de Tao Geoghegan Hart, que se impuso al sprint a su compañero de batallas en las últimas etapas, el australiano del Sunweb Hindley. El corredor inglés se aprovechó una vez más del enorme trabajo de Rohan Dennis, que rompió la carrera en la penúltima ascensión del día [Así vivimos la 20ª etapa del Giro de Italia 2020].
La general dio un vuelco con el desfallecimiento de Wilco Kelderman, que había salido de líder tras la etapa del Stelvio. Ahora, Hindley es el nuevo líder y se jugará la carrera con Tao en la contrarreloj final. Almeida entró por detrás a un minuto del terceto de cabeza y aventajó al propio Kelderman y a Pello Bilbao en 34 segundos. El español no pudo con el ritmo de los mejores, aunque sigue con aspiraciones de podio para la crono de Milán.
Impresionante la etapa vivida en el Giro de Italia, la última en línea antes de la contrarreloj de Milán en la que se decidirá el ganador de la clasificación general debido a la mínima diferencia que han quedado establecidas entre el corredor del equipo INEOS, el británico Tao Geoghegan Hart, vencedor en Sestriere, y el líder de la general, Jay Hindley, ya que, tal y como informa la organización, ambos están igualados en tiempos.
La etapa 20 del Giro de Italia comenzó con una fuga creada desde el inicio, la cual estuvo formada por un numeroso grupo de corredores. Hasta 21 ciclistas consiguieron filtrarse y abrir diferencias con el pelotón en un grupo formado por corredores de la importancia de Vilella, Tratnik, Viviani, Peter Serry, Einer Rubio, Kangert, Cimolai o McNulty.
También estaba inmerso en la fuga el posedor de la 'maglia ciclamino, Arnaud Demare, que pasó primero por el sprint intermedio y dejó sentenciada la clasificación de los puntos. El entendimiento estaba siendo muy bueno y las diferencias crecieron hasta los siete minutos, lo que hacía indicar que la victoria podía estar entre el grupo cabecero.
Por detrás, Astana se ponía al mando del pelotón cuando restaban menos de 100 kilómetros para la etapa, jugando al despiste sobre un posible movimiento lejano de Jakob Fuglsang. La primera subida a Sestriere fue clave para el grupo delantero, ya que las primeras rampas, a pesar de ser suaves, fueron reduciendo las diferencias, que empezaban a caer de los seis minutos y, posteriormente, de los cinco.
Ataques en la fuga
En la fuga, algunos corredores empezaron a sentir los nervios de un pelotón que tenía controlada la situación y decidieron moverse. Fue el caso de Nicola Conci, que a falta de 70 kilómetros se movió en un ataque en solitario. Demare quiso también ser protagonista y, a pesar de que en un principio pasaba dificultades junto a Viviani por mantenerse en el grupo, lanzó un sorprendente ataque, más de cara a la galería que pensando en una victoria.
En el pelotón llegó el toque de corneta del equipo INEOS que pretendía hacer en el Giro lo que no habían conseguido hacer en el Tour. Los británicos se pusieron al frente y, como en el Stelvio, amenazaban con romper de nuevo la carrera. La diferencia seguía cayendo en picado para los fugados.
Por delante, primero Ballerini y después Einer Rubio se lanzaban con esperanzas de soñar con la etapa y abrían diferencias cercanas al minuto cuando el pelotón ya marchaba completamente enfilado y se avecinaban los momentos de real emoción.
Turno para Rohan Dennis
A falta de 30 kilómetros para el final, llegó el momento de la verdad. Al igual que en el Stelvio, el australiano Rohan Dennis tomó el protagonismo del grupo principal y volvió a poner un ritmo que destrozó la carrera. A su rueda solo pudieron seguir su compañero Tao y Hindley, formando de nuevo el mismo terceto de las altas montañas. Por detrás, Kelderman flaqueaba a las primeras de cambio y a su rueda soldaban hombres como Pello Bilbao, Almeida o Nibali.
El ritmo de los de delante estaba siendo tan infernal que incluso llegaron a coger a los fugados, rompiendo el sueño de Einer Rubio y de Ballerini, que intentaban soldarse a su rueda. Por detrás, todos le dejaban la tostada a la 'maglia rosa' que, poco a poco, veía como se iba hundiendo y como las diferencias empezaban a crecer, superando ya el minuto y medio.
Hindley era el que más chispa mostraba de los tres de arriba, ya que Tao parecía ir un poco justo y bastante tenía con aguantar el ritmo de un imperial Rohan Dennis, que se estaba exhibiendo en la parte final del Giro. El australiano del Sunweb pasó primero por para coger las bonificaciones de la montaña, consciente de que la carrera podía jugarse en unos segundos, como finalmente terminó sucediendo.
En el grupo del líder, Nibali comenzaba a descolgarse y a cuatro kilómetros de meta, Almeida lo probaba para seguir apurando sus opciones de podio. El portugués mostraba de nuevo fuerzas renovadas tras la titánica etapa del Stelvio donde cedió el rosa. En la punta, Dennis empezaba a quedarse sin fuerzas y la diferencia decrecía, aunque la victoria de etapa estaba delante.
Hindley lo probó varias veces en los últimos dos kilómetros, pero Tao conseguía agarrarse como una lapa a su rueda. El británico había llegado hasta ahí y no estaba dispuesto a soltarse por nada del mundo. Por ello, tras resistir los intentos del australiano que demarró hasta en tres ocasiones, se pudo delante en la recta de meta y atacó para imponerse en la bonita etapa de Sestriere previa a la contrarreloj final.
Por detrás, Dennis consiguió entrar tercero en meta mientras que Almeida llegó cuarto a un minuto de los líderes de la carrera. Pello y Kelderman sobrevivieron como pudieron a las rampas finales de Sestriere y aplazaron su batalla a la contrarreloj final de casi 15 kilómetros en Milán, donde el del Sunweb tiene todas las opciones de subirse al tercer cajón del podio.
Quienes se jugarán la carrera serán Tao y Hindley, ya que tras las bonificicaciones, ambos han llegado con el mismo tiempo tras 20 etapas de carrera, lo que deja un desenlace prometedor y soñado por la organización entre dos corredores de 24 y 25 años.
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