Enric Mas no está teniendo una Vuelta a España fácil. Se esperaba que el líder del equipo Movistar estuviera peleando por la clasificación general y la realidad es que, día tras día, ha perdiendo segundo a segundo que le han hecho distanciarse de los mejores. No ha tenido ningún mal día salvo la etapa con final en el inédito Alto del Moncalvillo, donde sí se dejó más de un minuto con el ganador aquel día, Primoz Roglic.
Sin embargo, esas pequeñas pérdidas han ido sumando segundo a segundo que, unidos a las bonificaciones, han hecho que esté a casi dos minutos de Richard Carapaz en la clasificación. No es la situación ideal para intentar una remontada, especialmente vistas las sensaciones de todos los favoritos, pero corredor de Artá lo va a intentar todo hasta llegar a Madrid.
El mejor día de Enric se vio en L'Angliru. Tras una exigente etapa con final en La Farrapona el día anterior, la ascensión al coloso asturiano con pendientes máximas del 23% se antojaba como el juez de la carrera y como su gran oportunidad de probar al resto de los favoritos. El mallorquín lo intentó y puso en aprietos a corredores como Dan Martin, Carapaz y en especial a Roglic, al que le hizo perder el maillot de líder en favor del ecuatoriano.
Sin embargo, no sacó un gran rédito para el desgaste ofrecido y además no pudo llevarse el triunfo de etapa. Por eso, esas sensaciones agridulces de haberlo intentando al máximo y de no haber conseguido el resultado esperado son las que tienen a Enric un tanto desesperanzado, sabedor de que las cimas duras de La Vuelta ya han pasado: "Mentiría si dijera que me veo en el podio".
Contrarreloj en Ézaro
La próxima etapa será la contrarreloj con final en el Mirador de Ézaro, día en el que seguramente se marquen las mayores diferencias de toda la carrera. Será una jornada de rodadores con una primera parte completamente llana y con un final exigente y explosivo. Un esfuerzo corto menor a los 10 minutos. Ideal para Roglic, máximo favorito al triunfo y a salir vestido de rojo.
No obstante, no será una mala oportunidad de escalar posiciones para Enric, incluso de tocar con los dedos ese podio que por momentos ve imposible y que tiene a 1'18": "La de mañana es la etapa más importante, y luego quedará La Covatilla. En ambas citas tendré que dar el máximo. Será una crono de rodar, de ir concentrado, las diferencias se harán en el llano, ya que al final, en la subida, el esfuerzo será de solo 9 minutos. Mentiría si dijera que me veo en el podio, pero voy a salir a eso".
Enric, que huye de excesos de confianza, sabe que la contrarreloj se adecúa bien a sus características. Roglic aparte, debería ser el corredor del Top5 que mejor tiempo consiga. Así lo demuestran los últimos registros obtenidos en el Tour frente a sus competidores, aunque es cierto que en la ronda francesa, ni Carthy ni Dan Martin se encontraban peleando por el podio en la crono final de La Planche des Belles Filles.
"Ójala esas referencias sirvieran de algo, pero en esa crono yo salí a disputar y defender un puesto entre los 5 primeros y los otros iban simplemente a terminar el Tour, y no fueron a tope, no se jugaban nada. Esos tiempos no serán los mismos que mañana, ya lo firmaría". Enric terminó a menos de un minuto de Roglic.
"Me veo con capacidad para estar entre los 3 primeros después de la crono de mañana, pero no sé cómo responderán los demás. Roglic lo hará muy bien. En el Tour lo hizo bien ante Pogacar, aunque perdiera".
Mas sabe que casi todo se jugará en esa crono de Ézaro, ya que la última semana de carrera no tendrá exigencia montañosa: "La última semana es un poco descafeinada, pueden pasar cosas, pero no es el recorrido que nos tiene acostumbrado, con finales muy duros. Queda el día mas largo de la Vuelta y La Covatilla, pero no será como otras ediciones".
Carthy y Martin
Además, valoró positivamente el papel de sus competidores Dan Martin y Hugh Carthy, los cuales le han sorprendido para bien: "Tanto Carthy como Dan Martin me han sorprendido. Dan llevaba años sin resultados, y Carthy sabíamos que tenía potencial pero no me lo imaginaba que estuviera tan adelante en una prueba grande y además ganando en el Angliru".
Por último, quiso aclarar lo sucedido tras la etapa con final en L'Angliru en la que no pudo ganar y tras la que pidió perdón a sus compañeros y a los aficionados: "Sentí eso en ese momento. Desde el staff a los corredores, todos hicieron un trabajo perfecto durante todo el día, ellos no fallaron, fallé yo. No fue un mal resultado, pero esperaba ganar. Lo di todo, no me dejé nada dentro, llegué reventado, sin fuerza".
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