La etapa discurrirá en un terreno rompe piernas, típicamente gallego, que no permite hablar de media montaña pura. La jornada contará con un puerto de 3ª en el tramo final que no debería suponer grandes problemas para los corredores con aspiraciones en la general. Los equipos de sprinters, ante la previsible falta de control, deberían consentir la victoria de la fuga.
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