UCI, ASO y RCS consiguieron salvar la temporada ciclista después de que la pandemia paralizara todo el mundo, además de dejar el calendario desierto de pruebas. Como un deporte más, el de las dos ruedas, el de las cuestas imposibles, el del pedaleo incesante ha puesto en liza cómo las piernas más privilegiadas del mundo se batían en duelo en los puertos más duros para hacer disfrutar, este año, a cada uno desde su casa.
El Tour de Francia, la Vuelta a España y el Giro de Italia, así como el Mundial, con cambio de ubicación incluido, se llevaron a cabo para salvar una economía que, aún así, ha quedado muy mermada y se ha llevado algunos equipos por delante. El aficionado se queda con Tadej Pogacar, Primoz Roglic y Tao-Geoghegan Hart se vestían de amarillo, rojo y rosa. También se queda con el arcoíris de Julian Alaphilippe. Pero lo trascendental es que el resto de los ciclistas que componen el pelotón han podido quedar por detrás de ellos.
La dura vida del ciclista se ha visto cara a cara con el virus, mientras tenían que hacer frente al riesgo de las caídas y el castigo físico que siempre llevan al límite a los protagonistas de este deporte. Esto, además de esas cancelaciones, han dejado varios momentos que quedarán siempre en incógnita por lo que podía haber pasado. Aunque la temporada ha cumplido expectativas, al aficionado ciclista le han quedado en el tintero varias cuestiones.
El año se recordará por el duelo esloveno Pogacar-Roglic, el broche de la aún joven carrera de Alaphilippe y el renacimiento de Ineos con nuevos ciclistas tras la salida de Chris Froome. Pero hay otras figuras de este deporte que podrían haber tenido cabida y haber cambiado el relato. Hubo cuestiones que la pandemia no cambió, o que empeoró, y que impidieron ver aún más espectáculo que el que la temporada permitió de por sí.
Evenepoel en la cuneta
El nombre del 2020 estaba siendo el que todos llaman el nuevo Eddy Merkxx. Remco Evenepoel tendrá que superar los achaques que ha dejado esa terrible caída que estremeció al mundo entero cuando bajaba Sormano en Il Lombardia. A todo aficionado a este deporte se le quedó parte de su ilusión de esta temporada en esas imágenes en las que el belga se lamentaba de un golpe tremendo. A un chico de 20 años se le vino la madurez de bruces.
El belga iba a correr el Giro de Italia y, tal y como estaba corriendo, era uno de los favoritos. La gran cantidad de bajas que se produjeron podía haberle afectado a él también, pero probablemente habría ganado casi con una sola pierna. Ganar esta prueba con esa edad habría sido insultante. La carrera de Evenepoel, a pesar de este traspié, está destinada a que más tarde o más temprano llegue un momento así. Pero el 2020 era el año para dar el golpe en la mesa.
También habría estado en ese Mundial de Imola en una carrera en la que, por sus condiciones, habría brillado sin lugar a dudas. Después de brillar en las categorías inferiores vapuleando a sus rivales con ventajas de otra época, esta primera oportunidad seria para ponerse su primer arcoíris llegaba en un momento de forma espectacular. La 'Manada de Lobos' del Deceunincq le espera ya para un 2021 en el que todos rezan para que no se produzca una situación como la de este año.
'Sin público'
Para lo que también rezan los aficionados es para que puedan volver a las cunetas. El año 2020 se recordará por el que los ciclistas rodaron, principalmente, sin compañía. Sí que es verdad que en el Tour de Francia se vieron algunas imágenes en puertos en los que las aglomeraciones fueron preocupantes, pero la mayoría de la gente se quedó en sus casas disfrutando del 'deporte siervo' y la agonía de los ciclistas mientras afrontaban esas rampas interminables.
Ver L'Angliru completamente despejado de personas o muchas partes del recorrido del Tour de Francia sin gente en los lados de la carretera fue extraño. El 2020 nos dejó este tipo de situaciones por culpa de la maldita pandemia. Todo ello cuando la ronda gala se disputó prácticamente en septiembre, el Giro en octubre y la Vuelta terminó en noviembre. Es por lo que las postales también fueron bastante diferentes y no solo por los aficionados.
Sobrevivir al Giro
El coronavirus también se incrustó en el pelotón. Si en los primeros días de pandemia el UAE Tour fue víctima de los contagios, esta situación se retomaría en el Giro de Italia. La burbuja de esta prueba no resistió tan bien al virus y fueron varios los que se vieron obligados a abandonar, con el caso del Jumbo-Visma y el Michelton-Scott al completo. Dos de las principales escuadras no pudieron competir por el rosa final por culpa de las grietas que había dejado la organización.
Pero también fue el Tour de las caídas. La imagen de Miguel Ángel López yéndose al suelo en la contrarreloj del primer día, Aleksandr Vlasov con unos terribles dolores estomacales, Geraint Thomas abandonado con una fractura en la pelvis, el positivo de Simon Yates y otro duro golpe que se llevó Jhonatan Narváez dejó prácticamente sin favoritos a la competición. Es por lo que el duelo final lo protagonizaron ciclistas de la talla de Tao, Jay Hindley y Wilco Kelderman.
Valverde a los 40
En España, la gran espina que se ha quedado es saber qué podría haber conseguido Alejandro Valverde en los que serían sus últimos Juegos Olímpicos. El murciano tenía esta fecha marcada en rojo, pero el aplazamiento de un año fue devastador. Después de su Mundial en Innsbruck, la última gran hazaña por completar era la de luchar por el oro olímpico que sí consiguió en su momento Samuel Sánchez. El coronavirus ha privado de un momento para la historia del deporte español
Aún así, afrontará la cita de la próxima temporada con la misma ilusión. Eso sí, con un año más. Su año ciclista ha dejado bastantes dudas, aunque evidentemente ha estado marcado por una pandemia que limitó su preparación. A sus 41 ya no será lo mismo, aunque espera que la preparación sea acorde a lo pautado para el 2020. Calidad, astucia y experiencia le sobran a raudales y tratará de hacer que estos pros conviertan su favoritismo en una realidad.
En cualquier caso, cosechó un nuevo top10 que le confirman como uno de los ciclistas más regulares de la historia y sigue agrandando su leyenda entre los corredores del país. Mientras, daba de alguna forma el relevo a los Enric Mas, Iván García Cortina y Marc Soler que vienen por detrás. Este año compartirá equipo con todos ellos tratando también de dejar un legado que asegure el futuro del ciclismo español.
Sin Tourmalet
El año también privó a los ciclistas de subir a cotas muy especiales. La más afectada fue La Vuelta a España que vio como primero tenía que cancelar la salida en Holanda, después cambiar las etapas que iban por suelo portugués y, ya en carrera, sustituir la ascensión al Tourmalet por Formigal. Las restricciones de movilidad entre países fueron un problema al que el ciclismo se tuvo que enfrentar y que, por ejemplo, provocó el cambio de ubicación del Mundial de Suiza a Italia.
El Giro también tuvo que cambiar sus etapas en Hungría por Sicilia, pero también su etapa reina. Lo que estaba previsto que fueran más de 5.000 metros de desnivel entre el Agnello, Izoard, Montgenevre y Sestriere, quedó reducido a tres subidas a este último puerto y 3.500 metros. El 2021 dejará a los diseñadores de los recorridos total libertad para poder hacer este tipo de etapas, siempre que la pandemia de ese respiro definitivo.
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