Thibaut Pinot ha sido en los últimos años sinónimo de decepción y fracaso. Debido a sus grandes habilidades en la montaña ha sido considerado como la gran esperanza francesa para salir victorioso en el Tour de Francia. La afición gala lleva esperando que un ciclista de casa salga vencedor en la mejor carrera del mundo desde que Bernard Hinault sumara su último entorchado en 1985. Mejoró también en la contrarreloj, su punto más débil, pero ni por esas. Ahora mismo solo es una sombra de lo que realmente fue.
El ciclista del FDJ ha pasado de ser la gran ilusión y la gran esperanza a caer completamente en el olvido. Por condiciones, sigue siendo uno de los mejores escaladores del pelotón internacional, pero nadie le tiene ya en cuenta para las grandes vueltas porque tarde o temprano llega el día en el que Pinot dice adiós, explota y se baja de la carrera.
Da igual que sea con la presión de todo un Tour de Francia o con la libertad y las alternativas que ofrece La Vuelta, Pinot nunca encuentra el golpe de pedal idóneo para refrendar las buenas expectativas mostradas en sus inicios. De hecho, fue precisamente en la ronda española donde tomó la determinación de abandonar las clasificaciones generales y dedicarse solamente a buscar etapas. Y fue en esa época donde más brilló, poniendo a los líderes de la carrera contra las cuerdas y jugando con su valentía cuando la carrera se empinaba.
Sin embargo, Thibaut Pinot y toda la afición francesa al ciclismo tenían la esperanza de que pudiera volver por sus fueros y resurgir de sus grandes fracasos en este 2021 en el que se había marcado el Giro de Italia como la carrera en la que dar un golpe en la mesa. Alejado de la tensión del Tour, en la altitud de las montañas de Italia podía encontrar paz y fuerzas.
No obstante, tras un decepcionante Tour de los Alpes en el que ha llegado a estar en alguna fuga, pero donde no ha brillado, ha comunicado que finalmente no estará en el Giro, sumando una baja confirmada a la lista de dudas ilustres en las que se encuentran Nibali, Evenepoel o Bernal.
El sufrimiento de Pinot
Además, Pinot ha aprovechado este momento para confesar su terrible tormento, la pesadilla que lleva viviendo los últimos meses y contra la que no puede luchar: "No puedo esconderme: no estoy en condiciones de brillar en el Giro. Sufriría innecesariamente y no podría ayudar al equipo. Ni siquiera es una cuestión de forma, pero el dolor de espalda me impide actuar. Es difícil de explicar".
Pinot lleva luchando contra sus problemas durante ocho meses en el centro médico del equipo FDJ y se puso este Tour de los Alpes ganado por Simon Yates como prueba para medir su recuperación. Sin embargo, así narra sus problemas en carrera: "Al inicio de la etapa funcionó, logré meterme en la escapada en el último día de este Tour de los Alpes. Lamentablemente, cuanto más pasan los kilómetros, más aumenta el dolor y, en un momento, duele demasiado para forzar. El martes tuve un día muy malo. Fue difícil mentalmente, no esperaba estar tan lejos. Rendirme cruzó por mi mente, pero soy un competidor, quería llegar al final de la prueba, lo necesitaba, para no arrepentirme. Todos los días di todo lo que tenía en el estómago".
De esta forma, totalmente roto, Pinot confirmaba que no irá al Giro y que no se marca plazos, ya que el objetivo es recuperarse: "No competir en el Giro de Italia es desgarrador, ¡hicimos todo lo posible para estar allí! Realmente hicimos nuestro mejor esfuerzo para que pudiera comenzar en la forma que normalmente es la mía. Estoy decepcionado, pero pienso en el resto de la temporada. Quiero curarme, dejar atrás estos problemas de espalda para recuperar mi nivel y luchar con los mejores".
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