La primera semana del Tour no incluía una contrarreloj individual tan larga desde 2008, nada más y nada menos que el año de la Grand Départ en Brest. La geografía pedía a gritos romper un poco con la sucesión de etapas en llano, por lo que este regalo para los amantes del cronómetro pone de manifiesto nuestra voluntad de variar los escenarios y provocar sorpresas en la clasificación.
Ciclismo