Los Lagos de Covadonga no decepcionaron, aunque fue la Collada Llomena la que encendió la carrera. El circuito que creó en Asturias esta edición de La Vuelta a España 2021 puso patas arriba la ronda nacional, sacó las vergüenzas del Movistar Team y sirvió para demostrar la valentía de Egan Bernal y Primoz Roglic. El esloveno se encamina hacia su tercer maillot rojo después de una exhibición en la que llegó solo a la meta con casi dos minutos de ventaja sobre Enric Mas y Miguel Ángel López. [Así fue la etapa 17 de La Vuelta a España 2021]
Lo intentaron por separado en varias ocasiones. El colombiano saltó al ataque a 60 kilómetros de meta de Bernal y Roglic, pero no pudo darles caza. Desde ese momento, se pusieron detrás de los Bahrein, que solo veían como los dos se marchaban en el segundo ascenso del día al puerto de primera categoría. El esloveno se dio cuenta y se puso a colaborar con el de INEOS y ampliaron la diferencia hasta casi 2:30 con el resto de los favoritos. Damiano Caruso tuvo que llegar para dejar este grupo en la curva que deja a la derecha el santuario de 'La Santina' a 1:30 de los cabeza de carrera.
El esfuerzo encomiable de Bernal fue el aliciente que necesitaba 'El Tío del Mazo' para aparecer cuando llegaban a la zona de 'La Huesera'. El 'Cóndor de Zipaquira' no podía con el ritmo de Roglic, que se marchaba en solitario hacia el Lago Ercina y el Enol. El esloveno mantuvo la diferencia mientras por detrás atacaban primero Enric Mas y Adam Yates. Sepp Kuss quiso demostrar su poderío en dos ocasiones y terminó entrando en segunda posición, con López tercero.
Minuto y medio antes había llegado un Roglic que hacía un gesto de rabia que no se le había visto antes. La sensación de que algo ha cambiado en el esloveno después de lo ocurrido la temporada pasada en el Tour de Francia y también en La Vuelta, que estuvo a punto de perder, le ha llevado a ser un corredor distinto. La sorpresa que supuso que reaccionara antes que nadie al ataque de Bernal fue un mensaje a navegantes y está a las puertas de su tercer maillot rojo consecutivo.
Gran batalla
En el primer paso por La Collada de Llomena, un puerto de primera inédito y exigente con 7,6 kms al 9,3% y pendientes del 14 muchos muchos lo intentaron, pero nadie rompió la carrera. Hasta Landa se animó a mover la carrera, pero los líderes tenían señalado este día.
Con lluvia y el asfalto empapado la segunda subida a Llomena fue clave, desatando momentos emocionantes. Para empezar Eiking se despidió del maillot rojo, Ineos tensó para preparar el despegue de Bernal y el colombiano saltó con los dientes bien apretados a 5 km de la cima y 60 de meta.
Cara de rabia para saldar cuentas pendientes. Bernal optó por un ataque que tuvo respuesta inmediata en Roglic, quien se agarró a su rueda. Ataque de rabia, de romper la banca o arruinarse. El de Zipaquirá lo dijo bien claro, "da lo mismo ser quinto que décimo".
Los dos favoritos antes de la salida de Burgos en duelo directo, frente a frente, midiendo sus fuerzas y sus ambiciones en el terreno más espectacular posible, en las montañas asturianas, donde cada curva regala un magnífico paisaje. Entre los rivales, López trató de seguir a Bernal y Roglic, pero enseguida tiró la toalla. Enric Mas fue un simple espectador de la maniobra clave de la etapa. Y de la Vuelta.
El resto de los hombres de la general asumieron un papel de resignación y supervivencia, condenados a perseguir sumando fuerzas para evitar males mayores. Los hombres del Bahrain de Haig tomaron el mando en el pelotón perseguidor.
El mejor escenario para los mejores corredores. La leyenda de los Lagos de Covadonga esperaba un nombre ilustre en el libro de oro. La victoria estaba delante. Bernal y Roglic pasaron junto a la Santuario de Covadonga con 1.36 minutos sobre el desesperado grupo de Mas, López, Guillaume Martin y Yates, dirigido por Caruso con el Bahrain, el equipo que dio la cara para evitar la catástrofe.
Momento de arremangarse y afrontar el sacrificio de los 12,5 kilómetros hasta el paraíso que presiden los lagos Enol y Ercina, visitados por los no menos valientes aficionados que se atrevieron a subir en bici las rampas medias del 7 por ciento y máximas del 20.
A 7,6 km llegó el momento estelar de Roglic, disfrutando el hombre bajo la lluvia. Antes del tramo del 20 por ciento de 'La Huesera' dejó plantado a Bernal, quien pagó el desgaste de la fuga lejana. Era todo o nada, y el ganador del Giro 2021 y Tour 2019 lo intentó, finalmente sin el resultado deseado.
Roglic se olvidó del mundo, tiró para adelante, levitando en las terribles pendientes del puerto legendario, imparable, alejando a Bernal, quien fue alcanzado por el grupo de Mas y López, quienes aceptaron la paliza que les dio el esloveno, aunque al menos dieron el salto al podio, objetivo que puede calmar sus ambiciones.
El libro de oro de la cima, donde ya figuran ciclistas como Perico Delgado, Laurent Jalabert, Lucho Herrera o Nairo Quintana, se abrió para un corredor que lleva camino de hacer historia en La Vuelta. Firmó su séptima victoria en la ronda, y mientras se divertía bajo la lluvia, sentenciaba una carrera que ama, que le gusta, donde se siente como en casa. Y ahora al Gamoniteiro. ¿Otra exhibición?. Este jueves se disputa la decimoctava etapa entre Salas y el Altu d'El Gamoniteiru, de 162,6 km.
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