Alejandro Valverde lo ha vuelto a hacer. Hace poco más de un mes estaba pasando por quirófano para tratarse de una fractura de clavícula cuando estaba estaba disputando La Vuelta con los mejores. Aquella etapa del Balcón de Alicante estaba marcada a ser una de las grandes jornadas de la carrera, pero una curva mal negociada en un descenso terminó con el murciano rodando terraplén abajo y lesionado.
Ayudado por su inseparable José Joaquín Rojas se puso en pie y subió hasta la carretera para volver a subirse a la bicicleta. Roto, magullado, con heridas y con polvo de la tierra por la se habían arrastrado sus huesos. Rodó unos metros, pero finalmente tuvo que decir adiós a la carrera de casa entre lágrimas por no poder ayudar a sus compañeros, en especial a un Enric Mas que optaba al podio.
Poco después se conocía que había sufrido una fractura de clavícula que le haría pasar por el quirófano que le tendría apartado de la competición durante unas semanas. Pero poco le ha durado el proceso de recuperación al campeón del mundo en Insbruck hace, justo este 30 de septiembre, tres años.
Su reaparición estaba pactada para el Giro de Sicilia, donde se ha vuelto a vestir de corto, se ha vuelto a ceñir un dorsal a su espalda y se ha lanzado a competir con un equipo a su servicio para hacer cosas tan bonitas como la lograda este jueves con esa gran victoria en Caronia. Primera etapa de media montaña con un final perfecto para él. Picando hacia arriba, con un carril estrecho y con unas curvas que se definirían por posicionamiento. Como si de un final en Arrate de la Vuelta al País Vasco se tratase. Y Alejandro no ha fallado.
Después del encombiable trabajo de hombres como Antonio Pedrero, Rojas, Marc Soler, Davide Villella o Einer Rubio, Valverde ha encarado los metros finales en cabeza, ha lanzado un ataque lejano y se ha llevado a su rueda a un Alessandro Covi que no ha podido con el 'abuelo'. Por detrás llegó un grupo con corredores como Brandon McNulty, Romain Bardet o Vincenzo Nibali.
Victoria y susto
Su buena colocación le permitió llegar a meta con ventaja suficiente de alzar un brazo y celebrar la que ya es su victoria número 130. Sin embargo, no estuvo exenta de sustos, ya que después de haber entrado en meta, Valverde perdió un momento la concentración y cayó al suelo tras perder el equilibrio al pasar por encima de un cubre-cables que había en el suelo y que no había visto al ir mirando para atrás de forma relajada.
La caída no tuvo graves consecuencias más allá de una gran herida en el codo y algunos rasguños. Con este gran trabajo, Valverde se ha colocado como el nuevo líder de la general y portador de un maillot rojigualda que intentará defender en las jornadas que restan. De momento, aventaja en 7 segundos a Covi, ciclista del UAE Team.
"Mala fortuna por esa caída con los cables, pero creo que sin consecuencias. Un final inesperado... Vamos a ver qué tal dormimos y a ver cómo afrontamos la jornada de mañana". Estas eran las palabras del ganador de la etapa tras el trabajo del día que ha supuesto su tercer triunfo de la temporada en su regreso tras caerse en La Vuelta.
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