El pasado 24 de enero Egan Bernal sufría un gravísimo accidente mientras llevaba a cabo uno de sus habituales entrenamientos. El ciclista colombiano se encontraba en casa practicando sobre la bicicleta de contrarreloj cuando, de manera extraña, se terminó estrellando contra un vehículo que había aparcado en su trayectoria.
El golpe fue terrible, tanto que estuvo a punto de perder la vida. Egan tuvo mucha suerte y consiguió escapar de lo que parecía ser su final en aquel terrible golpe. Sin embargo, su cuerpo quedó completamente destrozado. Tras registrar fracturas en varias vértebras, los médicos llegaron a temer porque pudiera volver a caminar.
Pero Egan no solo es un escalador de raza, también es una persona con un espíritu indómito que no se pliega ante las adversidades. Con esfuerzo y dedicación, consiguió que sus piernas no se quedaran por el camino en la larga travesía de su recuperación. Tampoco lo hicieron los más de 20 huesos que se fracturó en un terrible accidente que todavía está vivo en su recuerdo.
Lejos de suponer un trauma para él, este es el motor que le está impulsando en su milagrosa recuperación. En menos de cinco meses, el colombiano no solo ha conseguido volver a montarse en bici, sino que ya realiza entrenamientos de calidad. Horas y horas de rutas y cientos de kilómetros buscando el reto de volver a ser quien era, un doble ganador de grandes vueltas.
La recuperación de Egan
El ganador del Tour de Francia del año 2019 solo tardó dos meses en volver a pararse sobre los pedales, como se suele decir en Colombia. Después de haberse rumoreado con una posible retirada fruto de las graves lesiones, conseguía al menos volver a hacer lo que más le gusta. El ciclismo sonreía de medio lado soñando con no perder a la mayor leyenda colombiana de la bicicleta.
El golpe de Bernal contra aquel vehículo se produjo a una velocidad cercana a los 65 kilómetros por hora. Asusta solo de imaginar lo que tiene que ser un impacto así contra un cuerpo tan menudo como el del escalador cafetero. Sin embargo, a finales del mes de abril ya recibió el alta médica y la confirmación de que, si todo avanzaba según lo esperado, podría volver a recuperar su mejor nivel. O al menos uno que le permitiera ser competitivo sobre la carretera.
Tanto es así que algunos ilusos se atrevieron a aventurar que incluso podría volver a competir esta misma temporada cuando era algo que estaba casi descartado. Sin embargo, cada imagen que trasciende sobre la recuperación de Egan Bernal apunta más directamente a esa teoría que tiene olor a dulce realidad.
Los últimos avances
Su equipo, INEOS Grenadiers, todavía no ha dado pistas sobre los planes que tiene con el corredor colombiano para esta temporada. Egan tampoco ha hablado sobre si tiene pensado regresar este curso o si prefiere volver al siguiente, pero viendo sus últimas actualizaciones, lo cierto es que su recuperación está siendo un proceso admirable.
El corredor cafetero ha subido a sus redes sociales un vídeo en el que se le puede ver haciendo diferentes arrancadas y demarrajes sobre sus pedales. Egan recordando a sus mejores hazañas en el Giro, el Tour y La Vuelta. Según los datos publicados por el propio corredor, Bernal ha registrado un pico de potencia máxima de unos 787 vatios. Una cifra considerablemente importante teniendo en cuenta el peso que tiene este corredor y las circunstancias por las que ha atravesado recientemente.
En dicha salida, el corredor de INEOS Grenadiers superó ampliamente los 85 kilómetros con casi 2.000 metros de desnivel acumulado. Una exigente ruta que completó en algo más de tres horas y media. Un buen calentón, que se podría decir en el argot ciclista.
Estas cifras todavía están lejos de consumar lo que podría ser un entrenamiento de calidad para un ciclista de élite que intenta pelear por victorias en las grandes vueltas. Sin embargo, forma parte del complejo plan de entrenamiento que está llevando Egan Bernal en las últimas semanas. Todo por volver a competir cuanto antes.
El menudo escalador ya ha sido capaz de realizar salidas que superaban ampliamente los 100 kilómetros, intentando recuperar la base que tenía antes de su terrible accidente y de la que goza cualquier corredor profesional. Todavía le faltan kilómetros a sus piernas, pero que haya sido capaz de sacar esos valores de potencia máxima indica que está recuperando la chispa de la que goza la élite, especialmente teniendo en cuenta que no se trata de un corredor explosivo o de un sprinter.
El futuro de Bernal
Todavía es pronto para aventurarse, pero cada vez gana más posibilidades el hecho de que Egan Bernal pueda volver a competir durante esta temporada, algo que parecía imposible después de haber sufrido más de 20 fracturas por todo su cuerpo. El Bernal que salió con corsé, collarín y casi sin poder mover sus piernas del hospital ahora ya derrocha vatios sobre la bicicleta.
No se saldrá de dudas hasta la temporada que viene, o quizás incluso a la siguiente, sobre si Bernal puede volver a ser el que fue. Sin embargo, no se descarta tampoco que el colombiano no vaya a despedir la presente temporada volviéndose a poner un dorsal. El ciclismo profesional está siendo testigo ahora de cómo Chris Froome ha tardado más de tres años en volver a mostrar un nivel más o menos cercano al que un día le hizo ser el auténtico dominador de este deporte.
Desde su grave accidente en el Criterium del Dauphiné de 2019, no ha sido hasta ahora cuando ha vuelto a verse entre los mejores en los momentos calientes de una etapa. Por ello, aunque para Bernal pueda ser un gran paso regresar a la competición antes de que se consuma este 2022, no será ni mucho menos el momento de volver a exigirle un rendimiento acorde al campeón que es. Y seguramente tampoco lo sea durante el 2023, a pesar de que tenga 12 años menos que el británico.
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