El neerlandés Dylan Groenewegen (BikeExchange Jayco) cantó victoria en un apretado esprint en la tercera y última etapa danesa del Tour de Francia, superando por milímetros al belga Wout Van Aert, que se quedó de nuevo con la miel en los labios, aunque vestido con el maillot amarillo.
Groenewegen (Amsterdam, 29 años), fue el más rápido entre los velocistas llamados a resolver una jornada tranquila que solo se animó en los kilómetros finales, en especial en la recta de meta, donde la batalla fue a cuchillo a más de 70 por hora. Se impuso tras comprobarse la foto de llegada con un tiempo de 4h.11.33 por delante de Wout Van Aert (Jumbo Visma), segundo por tercera vez consecutiva, pero aún líder sumando además 6 segundos de bonificación.
El tercer clasificado en la tercera jornada que llevó al pelotón desde Vejle a Sonderborg a través de 182 km fue el belga Jasper Philipsen (Alpecin Fenix). Fue un desenlace confuso, en un esprint largo, confuso, con Jakobsen encerrado de lejos y Peter Sagan, cuarto, reclamando maniobras raras en la refriega.
Van Aert estrenó el maillot amarillo sin triunfo de etapa. La lleva buscando desde la crono de Copenhague, pero el belga pinchó en hueso por tercera vez, tres veces con el sabor agridulce de no cazar la presa deseada. "Defenderé el amarillo", dijo en la salida el de Herentals. Eso lo logró, sin duda, y entrará en Francia como patrón de la general con 7 segundos de ventaja sobre su compatriota Yves Lampaert (Quick Step) y 14 respecto al esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates).
Sin ir vestido aún con la túnica amarilla, Pogacar sale como gran beneficiado de la trilogía danesa. La crono le permitió abrir las primeras diferencias. Cortas respecto a algunos rivales, 8 y 9 segundos sobre el dúo del Jumbo que componen Vingegaard y Primoz Roglic, pero apreciables respecto a otros, ya que Dani Martínez se encuentra a 37, Nairo Quintana a 42 y el español Enric Mas a 49.
Foto Finish
Con el pelotón compacto ya nadie se animó a salir de su disciplina. Una especie de pacto de no agresión en espera de que la cercanía de meta encendiera los ánimos de los equipos de los esprinters, muchos de ellos con cuentas pendientes. Entre ellos el mismo líder Van Aert, "decepcionado y frustrado", por el amarillo sin victoria de etapa no se saborea igual.
A 10 km de meta se activó el protocolo de la llegada. También saltaron los nervios, reflejados en una montonera que afectó a 30 corredores. Algunos quedaron atrapados, como el colombiano Rigoberto Urán, que no se pierde una caída en este comienzo del Tour.
Las intenciones estaban muy claras con el grupo delantero a 65 por hora. En el corte se estableció el duelo entre el Quick Step, con su "treno" compuesto por 4 corredores, y el Jumbo Visma, empeñado en colocar en condiciones a Van Aert.
Nadie impuso su ley. Jakobsen quedó encerrado de lejos, sin opciones de lograr el doblete. La revolución, la adrenalina invadió la recta de meta. Van Aert tomó la delantera, Sagan, Alberto Dainese, Caleb Ewan olían la gloria y metieron codos como todos, pero apareció Dylan Groenewegen con una potencia descomunal que le sirvió para lograr su quinta victoria en el Tour y amargar al líder.
Groenewegen, quien dejó la disciplina del Jumbo Visma para ser más libre en el BikeExchange, firmó la sexta victoria de la temporada y la número 62 en su palmarés.
El pelotón regresará esta misma noche a territorio francés después de tres jornadas en Dinamarca. Las ciudades de Calais y Lille recibirán a la caravana del Tour, que tendrá jornada de descanso el lunes antes de volver a la ruta el marte con la cuarta etapa entre Dunkerque y Calais, con un recorrido de 171,5 km.