Nairo Quintana se ha convertido en el nombre del día en el universo ciclista. En una jornada muy movida en el mundo de la bicicleta con la disputa del campeonato de Europa de contrarreloj, ganado por Bisseger por delante de Küng y Filippo Ganna, y con etapas en el Tour de Limousin, victoria de Aranburu incluida, y en el Tour de Dinamarca, el colombiano ha robado todo el protagonismo.
La causa no es para menos. El ganador del Giro de Italia y de La Vuelta ha perdido su sexto puesto en el pasado Tour de Francia por culpa de un positivo en dos controles de sangre realizados durante la pasada edición de la ronda francesa. Se trata de un positivo un tanto especial, ya que no acarreará una sanción para Quintana, pero sí será una mancha importante en su expediente.
Podrá estar en La Vuelta salvo que Arkea Samsic decida lo contrario. Sin embargo, el nombre del ciclista colombiano ha quedado en entredicho por una sustancia que ya es famosa en el mundo entero: el tramadol. Se trata de un medicamento de uso muy frecuente en el deporte que ahora ha puesto, en cierto modo, en riesgo el presente y el futuro de uno de los mejores ciclistas de las últimas décadas.
[Nairo Quintana da positivo en tramadol y es descalificado del Tour: sí podría correr La Vuelta]
La Unión Ciclista Internacional ha sido la encargada de informar del positivo de Nairo Quintana a través de un comunicado en el que hacía puntualizaciones muy importantes. La primera era el hallazgo de tramadol en dos muestras recogidas durante el pasado Tour. Y la segunda era que la sanción se reducía a su descalificación de la Grand Boucle, pero que no era necesario apartar al corredor de sus futuras competiciones. Además explica de manera clara y detallada como se producen los análisis y estudios respecto a esta sustancia que se ha convertido en una gran polémica en los últimos años en el pelotón internacional.
Todo sobre el tramadol
El tramadol es una sustancia de sobra conocida por muchos atletas. De hecho, está permitida en la mayoría de deportes. No así en el ciclismo, donde la UCI la incluyó en su lista de medicamentos prohibidos en el año 2019. Desde entonces existe un mecanismo de control para evitar que su uso se masifique y se descontrole dentro de la serpiente multicolor. Una situación que se producía hace unos años y que se consiguió detener. O al menos eso parece.
[La Vuelta a España 2022: ciclistas, equipos, dorsales, españoles y la previa]
El tramadol se trata de un producto analgésico que no varía el rendimiento deportivo como tal. Es decir, no es una sustancia dopante que busca una mejora en el desempeño del ciclista como son otras sustancias más conocidas como la EPO. Sin embargo, se trata de un opioide sintético. Es ahí donde reside su peligrosidad y el motivo por el cual se ha convertido en una sustancia perseguida por la UCI.
Su función principal es la de aliviar el dolor actuando sobre células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro. Es un remedio muy habitual para intentar combatir el desgaste sufrido por las piernas de los corredores durante las carreras o para intentar reponerse de los golpes sufridos por las caídas. Sin embargo, su comportamiento en el cuerpo es muy potente, ya que se aleja de otros remedios más tradicionales como el paracetamol y se acerca a sustancias tan llamativas como la morfina.
En los últimos años se han realizado estudios de diferentes índoles sobre el uso de tramadol. La Agencia Mundial Antidopaje realizó una serie de pruebas masivas asegurando que casi el 70% de los deportistas que participaron en los análisis realizados usaban esta sustancia. Y ahí se abre el debate sobre si competir con medios que eliminan el dolor ya supone una ganancia competitiva respecto a hacerlo sufriendo esos problemas.
Medios como The Wall Street Journal llevaron a cabo también algunos reportajes de seguimiento informando de que esta sustancia y otras muy parecidas eran administradas a personas en Asia y África para aumentar su productividad tanto en el trabajo como en la guerra siendo capaces de resistir mejor los dolores y el desgaste. Una situación que se podría relacionar muy directamente con la atravesada por los ciclistas profesionales.
La preocupación de la UCI
Desde el año 2019, la Unión Ciclista Internacional decidió llevar a cabo una gran campaña contra el uso de esta sustancia. Por ello, a pesar de que su uso estaba tan extendido, decidieron incluirla en su lista de sustancias prohibidas. A partir de ese momento, sería perseguida en los controles antidopaje realizados a los ciclistas, como ha sucedido en el caso de Nairo Quintana, pero no correspondería un caso de infracción grave.
El motivo principal por el que la UCI decidió abrir una guerra contra esta sustancia es el hecho de que afecta directamente a la seguridad de los ciclistas en carrera. El consumo masivo de este analgésico produce síntomas de excesiva relajación, falta de concentración y afecta a la capacidad de reacción de los consumidores. Lo que todavía no está muy claro es si provoca una cierta adicción, aunque muchos expertos en la materia consideran que su capacidad en este campo es muy baja.
[El ocho del Movistar Team para La Vuelta: la última de Valverde con Mas y Verona contra el descenso]
Sin embargo, el riesgo se encuentra en que los propios análisis de la UCI llevaron a la conclusión de que algunas de las caídas que se producen en carrera tienen lugar en circunstancias extrañas. Estas estaban relacionadas con el consumo masivo de tramadol dentro del pelotón. Tener a casi 200 ciclistas rodando en grupo, unos pegados con otros y con sus capacidades físicas y mentales mermadas por este opioide era un riesgo demasiado alto de accidentes y lesiones graves.
Por ello, a la Unión Ciclista Internacional no le quedó más remedio que intentar cortar de raíz su consumo dentro del pelotón. Sin embargo, como demostraría el caso de Nairo Quintana, algunos corredores todavía lo siguen consumiendo en pequeñas dosis para sobreponerse al dolor y a los accidentes. Más que una circunstancia propia de dopaje tradicional se debe a una cuestión de seguridad.
[Juan Ayuso, García Pierna y Carlos Rodríguez: así son las tres ilusiones de España en La Vuelta]
La situación de Quintana
De momento, tal y como ha transmitido su propio equipo, Arkea Samsic, la situación de Nairo Quintana sigue siendo normal. Estaba seleccionado para correr la próxima edición de La Vuelta y al no haber sanción de la UCI, podrá estar en la salida de este viernes 19 de agosto en Utrecht, Países Bajos.
La única penalización es que pierde su sexto puesto en el Tour de Francia, lo que tiene una importante repercusión en su equipo, ya que pierde una buena cantidad de puntos que serán muy valiosos a la hora de establecer que escuadras formarán parte del World Tour en el periodo de 2023 a 2025 y cuáles caen a la segunda división del ciclismo.
[Fabio Jakobsen es el mejor esprínter: gana el Europeo de Múnich 2022 con Jon Aberasturi noveno]
La Unión Ciclista Internacional había comunicado que el corredor colombiano tenía 10 días para intentar recurrir esta decisión al Tribunal de Arbitraje Deportivo. Y Nairo Quintana ha respondido asegurando que tomará las medidas oportunas para intentar limpiar su nombre y para eludir esa sanción que considera injusta.
"Hoy me enteré con sorpresa del anuncio de la UCI por una infracción por el uso de tramadol. Desconozco totalmente el uso de esta sustancia y niego haberla utilizado en mi carrera. Con mi equipo de abogados estamos agotando todos los procesos para asumir mi defensa. También quiero ratificar que estaré en la Vuelta a España, montando sobre mi bicicleta y dando lo mejor de mí para mi equipo, mi país y mis seguidores".
Una contundente afirmación de un Quintana que está decidido a intentar salir victorioso de esta importante afrenta que, a pesar de no haber tenido consecuencias graves para él en el aspecto deportivo, sí podría tenerlas en cuanto a imagen. Nairo acaba de renovar hace unos días hasta el 2025 con Arkea y este escándalo supone un borrón en su brillante historial. Para muchos, está considerado uno de los mejores corredores latinoamericanos de la historia junto a nombres como Carapaz o Egan Bernal.
En cualquier caso, lo que no parece es que haya peligro de que pueda haber una sanción mayor, al menos por el momento. Al ser la primera vez que el escalador tiene problemas con el tramadol, la normativa indica que no es necesario recurrir a una suspensión de meses o años por el uso de esta sustancia. Sin embargo, habrá que ver cuál es la decisión del TAS para saber cómo se termina resolviendo el conflicto que ha relacionado a Nairo Quintana con el tramadol.