El ciclismo español sigue sonriendo en La Vuelta. Jesús Herrada ha sumado la segunda victoria de un corredor de casa en la presente edición de la ronda nacional tras imponerse en un precioso sprint en la meta de Cistierna. El todoterreno del equipo Cofidis consiguió ser uno de los supervivientes de la fuga de la jornada que consiguió llegar justo por delante del pelotón para jugarse el triunfo. [Así hemos vivido la 7ª etapa de La Vuelta].
A pesar de que la diferencia se redujo muy por debajo del minuto en los últimos metros, un selecto grupo con Wright y Bastisttella como principales rivales consiguió llegar a la meta con algo de margen. Ahí, Jesús Herrada consiguió lanzar el sprint de manera brillante para superar a todos sus rivales y vencer al corredor de Astana por escasos centímetros.
Nada más cruzar la meta que le consagraba como ganador de esta séptima y apasionante etapa, Jesús Herrada rompía a llorar fruto de la emoción, la tensión y la presión de un día mágico en La Vuelta. Después de la victoria de Marc Soler y de las exhibiciones en el Pico Jano de Enric Mas y de Juan Ayuso, llega ahora esta nueva alegría que pone de manifiesto que el ciclismo español está resurgiendo en la carrera de casa.
Después de días muy complicados, esta vez la climatología sí respetó a un pelotón que fue muy castigado en la etapa de este jueves. En la general, día sin cambios y de buen trabajo del Quick-Step protegiendo al maillot rojo Remco Evenepoel que terminó entrando en el grupo sin muchos apuros. El pelotón, con algunos equipos de los sprinters a la cabeza, intentó trabajar para echar abajo la fuga, pero finalmente, la épica de los escapados se terminó imponiendo.
Una vez ya había conseguido reposar la emoción de firmar su segunda victoria en La Vuelta, Jesús Herrada analizaba así la jornada: "Ha sido una locura. A falta de tres kilómetros nos han dado referencias de que nos podían coger. Sabía que tenía que tener paciencia. Ponerme a rueda y esperar. Confiaba en mi punta de velocidad. Hemos peleado hasta el final. Esta victoria es muy importante. Ha costado mucho hacerse la fuga hasta que hemos cogido ventaja. En el puerto hemos tenido que tirar mucho y nos hemos entendido bien. Era darlo todo hasta el final. El viento jugaba a nuestro favor y lo he podido conseguir".
Etapa a toda velocidad
Etapa de 190 kilómetros con salida en la localidad de Camargo y llegada hasta Cistierna con una única dificultad montañosa, pero eso sí, de primera categoría y clave para marcar devenir la jornada. Puerto de 22 kilómetros por encima del 5% de media y justo en el ecuador del día tras un inicio muy quebrado que ha obligado a dar un plus a los seis hombres de la fuga.
La batalla comenzó con el movimiento de Alexei Lutsenko, de Astana, que intentaba hacer camino en los primeros metros. En su lucha encontró el apoyo de Julius van den Berg. Sin embargo, fueron cogidos a los pocos segundos tras no conseguir abrir hueco con el pelotón. Quienes sí lo consiguieron fueron los seis hombres que terminaron conformando la fuga de la jornada: Battistella, Fred Wright, Jesús Herrada, OmerGoldstein, Harry Sweeny y Jimmy Janssens.
Un grupo selecto que consiguió trabajar bien durante todo el día y que llegó a abrir un hueco de alrededor de cinco minutos con el que pudieron tener vivo el sueño de la vicotria de etapa durante toda la jornada. Poco a poco, los fugados consiguieron abrir distancia a fuerza de dejárselo todo en el intento. No era una etapa marcada para los hombres de la general, pero algunos equipos como el Bike-Exchange intentaron tensar la cuerda en favor de su hombre rápido Kaden Groves.
La fuga gana la batalla
Transcurridos 75 kilómetros desde la salida llegó el Puerto de San Glorio, la única dificultad montañosa de la jornada y en la que la escapada tuvo que apretar de manera insistente para no perder su botín de tiempo al frente de la etapa. Por detrás, escuadras como el Trek-Segafredo intentaron echar abajo la escapada en favor de Mads Pedersen. Enorme trabajo, aunque al final sin premio, de Juanpe López.
A falta de 66 kilómetros, Goldstein, que se había descolgado de la fuga, fue engullido por el grupo llevándose el cartel del único corredor de la fuga que no resistió en el frente de batalla. Una vez coronado el puerto, los fugados, con Herrada a la cabeza, se lanzaron en el descenso. La última parte de la etapa se convirtió en una pelea de persecución contra los escapados donde entraron a colaborar factorías como Arkea.
Pero dentro ya de los últimos kilómetros, la victoria quedó reservada para la fuga y ahí, el español de Cofidis jugó sus bazas mejor que nadie. El primero en probarlo fue Fred Wright, que se lanzó a por todas antes de tiempo. Batisttella quedó algo rezagado y aunque realizó una espectacular remontada, se quedó a un suspiro de Jesús.
Segunda victoria para él en La Vuelta y segundo triunfo español en la presente edición que hace resurgir la ilusión con los corredores de casa: "El ciclismo español está de vuelta. La victoria de Marc, la mía… tan mal, tan mal no estamos. Estoy muy contento. Mañana va a ser un día muy duro, pero toca disfrutar la victoria".