El mundo del ciclismo se vio sorprendido con la espectacular irrupción de Jonas Vingegaard en el Tour de Francia. Una enorme victoria frente al todopoderoso Tadej Pogacar. Su triunfo le convirtió en héroe nacional de Dinamarca. Y tras ello, desapareció de los focos abrumado por todo lo que ocurría a su alrededor.
Una enorme subida de popularidad para un corredor que tan solo hacía tres años se dedicaba a trabajar en una fábrica de pescado. Un cambio en su día a día que no pudo superar, pasando a copar todas las portadas. Por lo que tomó la decisión más abrupta: desaparecer de la primera plana.
En su regreso a la competición, en la CRO Race, el danés dio el principal motivo de su reiterada ausencia en el asfalto. "Los bombardeos mentales", como él los llama, hicieron mella en su cabeza y le afectaron de sobremanera. Un nuevo caso de azote a la salud mental de un deportista de primer nivel.
Tal fueron sus problemas psicológicos que hasta renunció a dos pruebas donde podía haber brillado: el Tour de Dinamarca y el Mundial en Ruta. El primero de ellos, por ser héroe nacional y el segundo, cita casi imprescindible para un campeón del Tour de Francia.
Sin embargo, parece haber encontrado la alegría por volver a competir encima de la bicicleta. Una buena noticia para un corredor que ha vivido tan bajo los focos y de manera tan complicada una situación de ese calibre. Un regreso tranquilo y sosegado para Vingegaard.
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"Estoy muy feliz de estar aquí. Es mi primera carrera desde el Tour de Francia. Espero estar en forma. Daré lo mejor de mí todos los días. Tenemos un equipo fuerte, así que esperamos hacer una buena carrera", explicaba el ciclista antes de empezar la prueba, que dio su pistoletazo el pasado martes.
Necesidad de un descanso
Él mismo reconocía abiertamente sus problemas tras la victoria en el Tour de Francia. Tras conseguir arrebatársela, no pudo lidiar con el éxtasis del triunfo. Un arma de doble filo para la que Vingegaard logró encontrar la solución antes de afrontar el último tramo de la temporada. "Quería retomar la competición de manera gradual hasta Il Lombardia y hacer algo diferente al año pasado. Analicé la CRO Race de Croacia y pensé que sería una buena preparación para Lombardía", expresaba en un primer momento, donde además dejaba entrever su objetivo para el final de temporada.
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"Descansé los dos últimos meses, disfruté de la vida, luego me fui a España a prepararme para estas carreras, espero que mi forma sea buena, lo veremos en las próximas semanas", añadía el del Jumbo Visma de manera concreta tras subirse de nuevo a la bicicleta.
El vacío dejado tras disputarla dejó completamente sin energía al danés, que no era capaz de asimilar todo lo vivido durante los 23 días que duró el Tour. "Durante todo un año te preparas para el Tour y de repente, se acabó. No quiero decir que me sentí vacío, pero sí que fue una sensación extraña", se sinceraba en el medio Ekstra Bladet.
La renuncia a participar en la prueba estrella de su país fue algo especialmente difícil para él. Sin embargo, decidió optar por priorizar su salud mental para volver al 100% en la prueba que se está disputando en Croacia. Por el momento, está salvándola de manera satisfactoria.
"Me hubiera gustado participar en el Tour de Dinamarca, pero me di cuenta de que aún necesitaba un descanso. Lo que te pasa cuando ganas el Tour de Francia es una especie de bombardeo mental. Es muy difícil hablar con los medios y los aficionados todos los días. Es genial, pero también muy agotador. Sin embargo, volví a entrenar y la sensación fue sorprendentemente buena", recalcó sobre lo sucedido al lograr la Grand Boucle.
"Me resulta muy exigente y cansado hablar a diario con los medios", añadió sobre otro camino que llevó al corredor a desaparecer de la escena. Incapaz de lidiar con ellos todos los días, decidió dar un paso a un lado.
Lo que no fue tan visto por su propia federación de ciclismo fue su ausencia en el Mundial de Ruta, que se disputó en Australia y donde Evenepoel redondeó su gran temporada. Su decisión de no asistir no sentó bien en ella, ya que les dejó sin su máximo referente de cara a una dura carrera. Sin embargo, la decisión estaba tomada por Vingegaard y no le hicieron cambiar de rumbo en su recuperación.
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Uno de los primeros que avisó de lo que estaba ocurriendo con Vingegaard fue su jefe de equipo, Grischa Niermann. El máximo responsable del Jumbo Visma desveló todo lo estaba ocurriendo en torno a la figura de su nueva gran estrella. "Ha tenido que lidiar con una gran presión, tanto a nivel de los aficionados como de los periodistas, así que necesita un descanso", certificó tras ser preguntado por su pupilo.
Un amargo bache que ha tenido que sufrir Jonas Vingegaard. Una borrachera de éxito inesperado que le ha hecho desaparecer completamente del panorama del ciclista hasta que se ha recuperado. Un nuevo caso que recuerda a los de otras grandes estrellas del deporte como Michael Phelps, Caeleb Dressel, Naomi Osaka o Simon Biles. Una advertencia para evitar que otros muchos caigan en la depresión debido a los "bombardeos mentales". Una manera de actuar adecuada para no llegar a límites insospechados que pueden causar muchos más problemas de los esperados.