Impresionante desenlace el vivido en el Ciclocross de Benidorm. La prueba se estrenaba en el calendario y lo hizo a lo grande, con un duelo memorable entre las dos grandes estrellas, Mathieu Van der Poel y Wout van Aert, que terminó cayendo del lado del ciclista holandés.
La carrera había despertado una gran expectación en el público español al tratarse de la única prueba de la Copa del Mundo de Ciclocross en el país, y por eso la organización, con el seleccionador nacional Pascual Momparler a la cabeza, colgó el cartel de no hay billetes. Unas 15.000 personas agotaron las entradas y se dieron cita en el circuito que transcurría entre dos partes.
Todo el mundo esperaba una batalla cara a cara entre Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert, quizás con Thomas Pidcock como tercer invitado, y lo cierto es que la carrera lo tuvo todo y un poco más. Un intento del británico en las primeras vueltas, un Van Aert remontando y una victoria ajustada de Van der Poel para cerrar el año de ciclocross.
Pidcock aprieta
La salida dejó una imagen poco habitual, la de Wout van Aert en posiciones demasiado retrasadas. Se vio encerrado en los primeros metros y entre una marabunta de ciclistas resultaba prácticamente imposible adelantar. Se vio en una situación incómoda el campeón belga porque por delante Tom Pidcock se aprovechó de ello y comenzó a tensar la cuerda. Viendo lo que pasó después, seguramente lo hizo de forma precipitada porque no pudo aguantar el ritmo de los mejores.
Van der Poel se mantenía en buena posición y seguía de cerca, sin realizar un esfuerzo aparentemente grande, la estela del corredor de Ineos. El circuito requería grandes destrezas técnicas en el manejo de la bicicleta, con zonas de arena muy difíciles de sortear y curvas demasiado cerradas, y fue ahí donde el holandés dio una auténtica lección de como correr.
Pero si alguno pensó en descartar antes de tiempo a Van Aert se equivocaba de cabo a rabo porque el belga comenzó a remontar posiciones mientras su cara permanecía impasible. Aparentemente, el del Jumbo, casi silbando, empezó a encontrar huecos y a recortar la distancia con los hombres de cabeza.
Llega Van Aert
Wout no quería perderse la última fiesta de la temporada en ciclocross y dio lo mejor de sí mismo. Se enganchó a Van der Poel con el paso de las vueltas y ambos empezaron a dejar atrás a Tom Pidcock. De hecho, los belgas Iserbyt y Sweeck fueron más rivales que el británico y aguantaron el ritmo de los dos grandes 'bichos' más de cerca.
Pese a todo, la sensación de superioridad de Van Aert y de Van der Poel sobre el resto fue apabullante de nuevo. Cada vez que decidían cambiar la velocidad, se quedaban solos en cabeza, pero contemporizaron durante algunos momentos.
Los últimos giros fueron un espectáculo. Con Van Aert en cabeza, Van der Poel buscó el hueco en varias ocasiones y, como si se tratara de MotoGP, las curvas eran un duelo para ver quien apuraba más. Logró recuperar la primera plaza el holandés, que llegó a la curva decisiva por delante. Van Aert sabía que tenía que arriesgar al máximo para ganar, y lo hizo, tanto que casi se va contra las vallas y el público agolpado en ellas. Podía haber sido un disgusto grande a punto de empezar la temporada de asfalto.
La victoria fue para Van der Poel de una manera increíble. Fue el mejor fin de fiesta que pudo tener el Ciclocross de Benidorm, que al éxito deportivo tiene que sumar también el gran respaldo social.