El 'Landismo' viene a ser esa religión que domina el ciclismo sin necesidad de realidades. Basta solo con las sensaciones. Quizás aquellos adeptos a la 'secta' de la '33' que ahora ha tomado la Fórmula 1 puedan llegar a comprender lo que es esta corriente que no necesita de victorias para seguir creyendo. Durante muchos años, Mikel Landa ha sido el Fernando Alonso del ciclismo. Salvando las enormes distancias entre uno y otro, lógicamente.
El corredor de Murguía está viviendo una segunda, o una tercera o incluso una cuarta juventud. Como viene siendo habitual en sus últimas temporadas, ha comenzado la temporada volando. Cierto es que no gana, pero para sus mayores fieles, verte ahí, en la pelea entre grandes bestias, ya merece la pena.
Lo único que le piden conditio sine quanon es que no pare de atacar agarrado abajo como lo hacía el mítico Marco Pantani. Mikel gana menos que el italiano, pero a este ritmo, el día menos pensado levantará los brazos. Ahora, el alavés de 33 años se encuentra disputando la Itzulia y allí la ilusión se desborda camino de su gran objetivo del curso: el Tour de Francia.
Landa, un corredor habituado a hacer Top10 en clasificaciones generales y a soñar con pisar el podio del Giro de Italia, su carrera fetiche, está aguantando el tipo ante todo un Jonas Vingegaard, actual campeón del Tour de Francia y el único ser humano sobre la faz de la Tierra que ha demostrado poder dominar en repetidas ocasiones al fenómeno Tadej Pogacar. Normal que el 'Landismo' se crezca. Es obligado.
En esta Vuelta al País Vasco carente de dureza y que está cosechando muchas críticas por lo incomprensible de su recorrido, casi sin finales en alto y con bajadas en finales de etapa de muy poco sentido, Landa está volviendo a volar. Algo que han visto en su propio equipo. El Bahrain-Victorious ha recobrado la confianza y la ilusión en su líder como apuntaba su director de equipo, el mítico Neil Stephens.
"Mikel para arriba va tanto como Vingegaard. Nos da pena que esta Itzulia no tenga un final en alto. Estamos contentos de ser segundos, pero no somos conformistas". De momento, el alavés se sitúa detrás del danés en la clasificación general. Una posición que, casi con total seguridad, ocupará al final de la ronda vasca. Además, ya ha sido segundo en dos etapas, las dos por detrás de Jonas.
Un inicio muy prometedor
Medallas de plata que no hacen más que reafirmar su buen inicio de temporada. No llegan los triunfos, pero estar a la par con el actual campeón del Tour de Francia ya es motivo para ilusionarse con algo grande en París. Hasta el momento ha estado, como mínimo, en el Top7 de las generales que ha disputado hasta ahora.
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Quinto en Comunidad Valenciana, segundo en la Vuelta a Andalucía tras Pogacar, séptimo en Tirreno-Adriático, quinto en Cataluña y esta prometedora aparición en la Itzulia. Le falta un punto para ganar y para estar con galácticos como Pogacar, Vingegaard o Roglic, pero lo cierto es que el 'Landismo' tiene motivos para ilusionarse.
Neil Stephens, además, asegura que seguirá habiendo batalla tras un día perfecto de un Bahrain-Victorious entregado a la causa de su líder:"El equipo ha funcionado muy bien durante todo el día. Creo que hemos leído muy bien la carrera. Mikel ha estado extraordinario y ha ido muy bien. La pena ha sido que tenía un rival muy fuerte, pero un segundo puesto tampoco está nada mal".