El Giro de Italia que divide al ciclismo: los cinco motivos que explican la falta de espectáculo

La presente edición del Giro de Italia está siendo una de las más discretas de los últimos años. Con la carrera afrontando su segundo día de descanso, eso significa que ya se han cubierto dos terceras partes de la competición y lo cierto es que los espectadores todavía no han podido ver apenas batalla entre los grandes favoritos al triunfo en la clasificación general. 

El conservadurismo está marcando este Giro. Durante los 15 días que ya se han disputado de la Corsa Rosa han entrado en acción muchos otros factores que están condicionando la carrera, pero la poca pelea que se ha podido presenciar hasta el momento ha levantado las críticas en muchos sectores pidiendo algo más de 'salsa'. 

Lo mejor de todo esto es que la clasificación general sigue muy apretada al no haberse producido diferencias entre los favoritos, por lo que la última semana de carrera que queda por delante se presume de lo más emocionante. Tres etapas de alta montaña y una especie de cronoescalada que decidirán quién es el más fuerte en este Giro de Italia 2023 y que, sobre todo, podrían hacer olvidar el mal sabor de boca de los primeros 15 días. 

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Esta falta de ambición por parte de los favoritos no ha sido, no obstante, injustificada. Hay varios factores que han condicionado la actuación de los corredores durante estos primeros días de carrera y que ayudan a explicar lo que ha sucedido hasta la fecha.

La Covid-19

En pleno 2023 y con la emergencia sanitaria ya finalizada después del anuncio de la OMS, el Coronavirus sigue cebándose con el ciclismo más que con ningún otro deporte. Ya antes del inicio de la carrera varios hombres del Jumbo de Primoz Roglic tuvieron que caerse, y después en plena competición el reguero de víctimas ha sido gigantesco.

El caso más llamativo fue el de Remco Evenepoel. El belga tuvo que abandonar la carrera en la novena jornada después de dar positivo en Covid-19. El hombre del Quick-Step se marchó para casa después de ganar la segunda contrarreloj del Giro de Italia y siendo líder de la carrera, algo que generó mucha controversia. 

Las caídas

Como es habitual en cualquier carrera de tres semanas, la competición se convierte en un ejercicio de supervivencia camino del último día. Este Giro de Italia no iba a ser menos y los accidentes también han sido protagonistas durante las dos primeras semanas.

Varios de los grandes favoritos se fueron al suelo y han pagado las consecuencias por ello. Es el caso de Tao Geoghegan Hart, que tuvo que abandonar con la cadera rota después de besar el asfalto. En esa misma caída se vieron implicados Geraint Thomas, actual líder, y Primoz Roglic, del que se dice que sigue acusando los dolores, algo que le hace ser más conservador.

Remco Evenepoel, en la contrarreloj. GIRO DE ITALIA

Falta de referentes

Los primeros días de competición se han llevado por delante sobre todo a la gran estrella que tenía este Giro de Italia. La presencia de Remco Evenepoel, el campeón del mundo, le daba lustre a la carrera y mucha capacidad para el espectáculo, pero su marcha temprana dejó huérfano al pelotón. 

El hombre con más capacidad para romper la competición dijo adiós antes de tiempo, y la marcha posterior de Tao Geoghegan Hart, que estaba dejando buenas sensaciones, también restó alternativas. Vlasov fue otro de los que tuvo que abandonar, así que entre tanta despedida entre los que aún siguen en carrera cundió el pánico a tomar el mismo camino.

El mal tiempo

El temporal de intensas lluvias que durante los primeros días de carrera azotó a Italia ha sido uno de los grandes culpables de que se haya visto menos espectáculo del esperado. La mayoría de las etapas han estado pasadas por agua, y eso eleva el riesgo de caída y también el de coger alguna enfermedad debido a que los cuerpos de los ciclistas están cada vez más debilitados. 

De hecho, el plante de los corredores terminó con una de las etapas siendo recortada y dejando un trayecto de tan sólo 75 kilómetros. Esta exigencia de gran parte del pelotón, en un día que resultó además seco, encendió los ánimos en buena parte de los aficionados y puso en duda la capacidad de maniobra por parte de la organización.

Falta de recorrido

No todo se puede achacar a la actitud de los corredores. Si bien es cierto que son ellos los que hacen la carrera, buena parte del recorrido no invitaba a que se produjeran demasiados movimientos. De hecho, donde más espectáculo y pelea se ha visto en los primeros días es en las dos contrarrelojs disputadas en la primera semana de competición.

La mayor dureza del recorrido se concentra, como suele ser habitual, en la última semana. Por delante restan tres días de alta montaña y una cronoescalada que, se espera, dejen una actitud mucho más ambiciosa de los ciclistas para ganar este Giro de Italia.