El belga Remco Evenepoel se llevó la etapa 14 de esta Vuelta entre Sauveterre de Bearn y Larra-Belagua con un esfuerzo mayúsculo desde el inicio de esta etapa destacada con hasta cuatro puertos. El ciclista del Soudal Quick-Step se ha impuso al francés Romain Bardet, el único capaz de mantenerle el ritmo durante toda la etapa, desde ese primer ataque.
Por delante esperaba una jornada durísima de 156,5 kilómetros con el Col Hourcére, el puerto de Larrau y Larra-Belagua. El belga se fue con Bardet, también fuera de la batalla por la general, camino de la victoria.
Antes del primer puerto de la jornada, el Col de la Hourcère, un grupo de alrededor de 20 ciclistas liderados por Evenepoel, Bardet, Kämn y Caruso se descolgaban del grupo, salvando una ventaja de unos 4 minutos al pie de la montaña. Tras el paso por ese primer puerto de los cuatro de la etapa de hoy, Evenepoel se quedaba muy cerca de ser el rey de la montaña en esta Vuelta, a un sólo punto de Jonas Vingegaard (36-35). Ya en la bajada del puerto, el belga y Bardet, obtuvieron una ventaja de unos 45 segundos sobre los perseguidores y arrancaron su particular etapa con un duelo que se iba a extender hasta el final.
El puerto de Larrau, el más duro de esta etapa, retaba a los ciclistas con sus 14 kilómetros de ascenso y sus 1180 metros de desnivel. En el puerto, Storer se situó como el perseguidor más claro de la cabeza de carrera, reduciendo el hueco en solitario. Por detrás, el grupo del maillot rojo se retaba con constantes ataques en la subida de Larrau, destacando un Juan Ayuso que lo intentó hasta en dos ocasiones.
Ayuso lo intentó una y otra vez para intentar romper el grupo. De la Cruz también saltó y ahí fue Vingegaard el que respondió. Aún no quedaba claro quién es el líder real del equipo. La victoria estaba delante y, detrás, dejaron todo para el último puerto. Ningún 'general' aprovechó las variantes tácticas que dejaba la etapa para dinamitar la jornada.
La hora de Evenepoel
Evenepoel cimentó su éxito a falta de 4 km para el final. Ahí soltó a un Bardet que no le dio relevos. Lo hizo a ritmo, sentado sobre la parte alta del sillín. De ahí al final disfrutó cada pedalada resarciéndose del mal trago del día anterior.
Sus lágrimas en meta demostraban que, el suyo, fue un triunfo de raza. Detrás, todo bloqueado. Entraron de la mano, con De la Cruz picando unos segunditos en su pelea por cazar el Top 10. Ni Soler, que sufrió en la subida, cedió.
Ahora la Vuelta pasa por Pamplona. Una ciudad a la que Sepp Kuss llegará como líder. El estadounidense mantiene su ventaja de 1 minuto y 37 segundos sobre Primoz Roglic y 1:44 por encima de Vingegaard.