Javier Guillén, tras La Vuelta: "La etapa del Tourmalet fue decisiva, volveremos por esa zona"
El director general de la carrera analiza para EL ESPAÑOL las sensaciones que le ha dejado una edición que ha tenido de todo, polémica incluida.
19 septiembre, 2023 02:15Ser organizador de una competición ciclista no es un trabajo en absoluto sencillo, menos aún si lo que se mueve es un 'monstruo' tan grande como La Vuelta a España. En una prueba de este calibre hay que controlar miles de hilos para que todo salga a pedir de boca, y aún así siempre surgirán innumerables imprevistos que pueden echar por tierra los planes mejor elaborados.
Javier Guillén tiene una experiencia más que contrastada como director general de La Vuelta, pero los años de trabajo no evitan que cada año sea una nueva aventura que nada tiene que ver con la anterior. Esta edición ha podido disfrutar y presumir de aglutinar a los mejores ciclistas del mundo (tan sólo faltaba Tadej Pogacar) en la carrera, pero también ha tenido que sufrir durante la primera semana distintos escenarios muy complicados.
Se encontró el primer día con una oscuridad inusual por las calles de Barcelona, con mucha lluvia en la segunda etapa y con previsiones casi catastróficas en la subida al Collado de la Cruz de Caravaca. También con intentos de sabotaje y con algunos radicales que arrojaron chinchetas a la carretera en las primeras etapas. Sin embargo, ha tenido momentos para el disfrute gracias a un cartel de participantes que, sin duda, ha sido el mejor de los últimos tiempos en una grande.
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Unas horas después de que todo haya finalizado por las calles de Madrid con un día que tuvo espectáculo hasta el último segundo, Javier Guillén analiza para EL ESPAÑOL todo lo que ha deparado esta Vuelta 2023 que se ha llevado Sepp Kuss durante las tres semanas de competición.
¿Qué balance hace de La Vuelta 2023?
"Mi balance es que ha sido una Vuelta muy entretenida, muy seguida, que empezó con circunstancias adversas climatológicamente hablando en Barcelona y que dieron mucho de qué hablar desde el punto de vista organizativo. Sin embargo, más allá de que La Vuelta ha tenido un resultado extraordinario, me quedo con la respuesta de la participación.
Venían grandes figuras y siempre tienes la duda de si van a pelear por la clasificación general, pero ahí tienes la foto del podio, que es histórica porque están el ganador del Giro, el del Tour y el de La Vuelta. Que estén juntos en el podio da cuenta del alto nivel que han exhibido en esta participación. Si a eso le sumas que un Remco Evenepoel que se queda sin opciones de la general en el Tourmalet se enchufa todavía más y que nos ha regalado exhibiciones épicas, ha sido extraordinario".
¿Se ha respondido, por lo tanto, a las altas expectativas que había?
"Se han respondido se sobra, tanto los corredores extranjeros con cuatro super figuras como Sepp Kuss, Primoz Roglic, Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel, como los españoles, porque las tres referencias nacionales como Ayuso, Landa y Mas han sido los siguientes a los tres ganadores.
Ha habido un equipo con una superioridad abrumadora y así se ha manifestado que tenían bloqueada la carrera, pero eso no hacía perder líderes porque entre el propio Jumbo hubo batalla hasta el Angliru. Eso nos ha permitido mantener el interés hasta el final".
Ha sido una Vuelta de nombres, ¿verdad? Tanto por la participación tan brillante como por la aparición de lugares emblemáticos.
"Sí, pero como primero tienes el recorrido y luego la participación, las cosas hay que contarlas por su orden. Era una Vuelta de nombres porque no sabíamos cómo iba a ser la participación, ya que estaba el Mundial antes de La Vuelta. Decidimos poner las figuras de nuestro recorrido encima de la mesa antes de saber la participación.
Por eso hicimos Angliru, Andorra, Tourmalet, descubrimientos como la Cruz de Linares... Y nos atrevimos con la etapa de los diez puertos de Madrid. Esa es la razón de tener esos nombres en el recorrido. A partir de ahí, nos encontramos con la mejor participación de los últimos años y estamos muy contentos. ¿Si el Mundial no hubiera estado antes de La Vuelta hubiéramos puesto menos iconos? Puede ser, no te digo que no.
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Además, si analizamos las etapas, todas han dado juego. Es verdad que después del Angliru podíamos haber tenido algo más de competición en la Cruz de Linares y que la general no se disputó en la Sierra de Madrid, pero la escapada con esa victoria de Poels fue muy emocionante".
¿Se ha podido quitar La Vuelta por fin esa espinita que tenía clavada con el Tourmalet?
"Todo lo que no hicimos en el 2020 por la pandemia, en los tres años posteriores ya lo hemos compensado. Nos quedaban el Tourmalet y la Laguna Negra. La etapa del Tourmalet ahí estuvo, fue decisiva y muy competida. Creo que las autoridades francesas se quedaron muy contentas con el funcionamiento de la etapa y me quedo con el resultado, pero también con que vamos a seguir insistiendo con aquella zona. La Vuelta volverá por aquellos puertos del Pirineo que tanto han dado al ciclismo".
En esta Vuelta la organización ha tenido que lidiar con muchos problemas, ha sido una carrera complicada con los sabotajes, las exigencias de los corredores, lo que pasó en la contrarreloj de Barcelona... ¿Hubo muchas quejas?
"Fíjate si hubo que se quejó Remco Evenepoel entrando en meta y es el más mediático, así que su queja tiene más repercusión que la de cualquier otro. Nos hubiera gustado ese día que hubiera la luz necesaria, que no lloviera, que no se metiera esa penumbra tan repentina, pero hay cosas que no las puedes controlar.
Cuando pasan estas cosas todo el mundo apunta al organizador, obviamente, pero el organizador también tiene la capacidad de explicarse. Llevamos 20 años poniendo ese horario el primer sábado de Vuelta y nunca había pasado nada. Obviamente, habrá que hacer algún ajuste para que no vuelva a pasar, pero a partir de ahí los pequeños fallos que se pudieron desencadenar se convierten en grandes fallos.
A alguno no le gustó el día siguiente la neutralización de los últimos kilómetros, y a mí como organizador me hubiera gustado tomar los tiempos arriba en Montjuic, pero aquella neutralización a los corredores les encantó. Todo eso lo tienes que poner en la balanza al día siguiente, con todo lo que queda por delante, y a veces hay que tener gestos con los corredores. Sabíamos que era una decisión controvertida pero la podíamos explicar.
Estamos para resolver problemas y tomar decisiones, y las decisiones siempre contentan a unos y descontentan a otros. Las decisiones siempre fueron apoyadas por los corredores. Creo que no se ha sustraído el espectáculo en ningún momento, es verdad que las dos neutralizaciones que hicimos, que por cierto las volveríamos a hacer, no nos gustaron las imágenes de los corredores dejándose llevar y hemos abierto un debate para ver si se puede establecer un tiempo límite para que los ciclistas lleguen a meta dando una buena imagen.
En la etapa de Caravaca de la Cruz, se tomó el tiempo en alto y había 1,9 kilómetros hasta meta. Allí la imagen no fue la que más nos gustó. Siempre pasan cosas, reflexionamos y buscamos soluciones a futuro. Una solución puede ser que la etapa del sábado nunca termine a las 20:30 sino que lo haga sobre las 19:30 horas".
¿Están las organizaciones cediendo demasiado terreno a los ciclistas?
"Lo que creo que sí que es verdad que las sensibilidades han cambiado y eso nos lo dicen los propios equipos. Hay cosas que a lo mejor se hacían antes y que hoy las metemos en un saco distinto, donde la seguridad la llevamos a un concepto más al límite que no había antes, eso teniendo en cuenta que la seguridad siempre es lo primero.
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Creo que estamos también en corrientes sociales, y te puedes sumar a esa sensibilidad o ir contra ella. Al final, esto es un juego y hay que preservar el espectáculo. Los corredores tienen muchas veces mucho poder. Imagina que en la segunda etapa no lo hubiéramos gestionado como lo hicimos, posiblemente los corredores se ponen a 25 kilómetros por hora y llegan a meta como si fueran cicloturistas. Por lo tanto, a la hora de poner soluciones hay que tener todo en cuenta.
Sólo se ha tomado una decisión conjunta en esta Vuelta el día de Barcelona. En la etapa de Caravaca de la Cruz, esa decisión la toma la organización. A mí nadie me ha preguntado por qué se toma esa decisión en Caravaca y si los equipos tuvieron influencia.
Esa decisión se toma primero porque en Caravaca hacía año y medio que no llovía. Tuvimos una noche entera de lluvia incesante, en un puerto nuevo que necesita todos los servicios logísticos de la carrera que llenan de barro un asfalto nuevo. El perfil tenía una culminación con mucho barro y una bajada técnicamente complicada. Ese barro suponía un deslizamiento de las bicicletas que podría haber acarreado varias caídas problemáticas.
En ese momento tienes que tomar una decisión, o te la juegas sabiendo que te pueden criticar por la imagen, o te la juegas sabiendo que te pueden criticar por la seguridad. No hubo un solo corredor al que no le gustara la decisión, todos vieron el barro y que estaba peligroso".
Además habéis tenido que hacer frente a intentos de sabotaje...
"Como ciudadanos estamos expuestos a cualquier peligro que cualquier otro ciudadano. Hay que dar las gracias a la Policía que consiguieron abortar lo que iba a ser un sabotaje absolutamente salvaje. Es verdad que también tiraron chinchetas a la carretera, pero esto ya lo hemos visto en otras carreras, incluso activistas que cortan la etapa como en el Mundial de Glasgow".
¿Cuesta más enganchar al público cuando no hay un ganador español?
"A nuestro público cuesta poco engancharlo porque está enganchado por el concepto del ciclismo. Todo el mundo sigue a Remco, hemos visto a Kuss, estaban Roglic y Vingegaard... Es verdad que cada país si tiene un corredor peleando por la general suma más gente, pero puedo decir que ha sido una Vuelta muy seguida sobre todo en la calle. Ha habido etapas con muchísima gente, días como Javalambre, la llegada a Zaragoza, la salida de Pamplona, el paso por San Lorenzo del Escorial... La gente está enganchada y necesitamos que vengan los mejores".
¿Cómo se ha fraguado la salida de La Vuelta 2024 en Portugal?
"Veníamos hablando desde hace unos años de la posibilidad de salir desde Portugal. Internacionalizar la carrera es importante, meter frescura en los recorridos, y además Portugal es un país hermano. Salimos de otro país, pero no dejamos de salir de casa por la afinidad que tenemos.
Creo que a la carrera le viene muy bien. Después de salir desde Barcelona, qué menos que otra gran ciudad como es Lisboa. Además, después no necesitaremos un gran traslado porque estamos prácticamente en España.
Allí hay mucha afición y lo que hagas en la calle, Portugal se vuelca. Vamos a una ciudad que tiene una vida increíble y a un público entusiasta, así que vamos a trabajar esta salida con mucho cariño".