De dar pedales en un rodillo a convertirse en ciclista profesional. Suena a utopía, un imposible que sólo se cumpliría en los mejores sueños de los más optimistas, pero esto sucede cada año gracias al programa de Zwift Academy.
La reconocida marca pone en marcha cada temporada esta iniciativa que conecta a decenas de miles de personas a lo largo y ancho de todo el mundo en busca del mismo objetivo. Unos se apuntan tan sólo por diversión, otros lo hacen de forma más seria, pero lo que es cierto es que la competición cuenta con una gran aceptación entre los practicantes del ciclismo.
En la edición de este año de la Zwift Academy hasta 108.000 aspirantes comenzaron la aventura, pero tan sólo seis de ellos pudieron llegar a la gran final. Tres hombres y tres mujeres pelearon por un contrato profesional en sus respectivas categorías durante cuatro intensos días de concentración en Denia.
Zwift eligió de nuevo España, su buen clima y sus terrenos propicios para el ciclismo, para desarrollar esta actividad que destapa cada año promesas de este deporte. EL ESPAÑOL pudo convivir con los ciclistas en la localidad valenciana durante dos días y presenció en primera mano cómo se exprimieron al máximo en busca de su gran sueño, el de convertirse en ciclistas profesionales.
Louis Kitzki, campeón
EL ESPAÑOL fue invitado a presenciar en directo las Zwift Academy Finals masculinas en Denia. Hasta allí llegaron Louis Kitzki, Mattia Gaffuri y Anton Schiffer, tres jóvenes persiguiendo un mismo objetivo, el de ganarse un contrato con el equipo de desarrollo del Alpecin-Deceuninck.
Después de cuatro intensos días de pruebas los directores técnicos decidieron que Kitzki era el más adecuado para entrar en el engranaje del equipo, así que le designaron ganador de estas finales de la Zwift Academy. Contaba además con una ventaja sobre sus dos rivales, una mayor juventud y por lo tanto un margen de mejora más grande.
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Kitzki se impuso al italiano Gaffuri y a su compatriota alemán Anton Schiffer. Los tres pelearon con nobleza en las diferentes pruebas y compartieron unos días de convivencia además con los corredores profesionales del equipo Alpecin, entre ellos el campeón del mundo Mathieu Van der Poel.
"Louis tiene la combinación de una edad joven con la creencia y conciencia de que sus 'puntos débiles' son sólo puntos a trabajar. Esto le dio una ventaja sobre los otros finalistas. Los tres tenían capacidades físicas masivas, pero Louis, en nuestra opinión, tiene el perfil más trabajable a largo plazo", comentó Kristof de Kegel, director de rendimiento del Alpecin-Deceuninck.
Cuatro intensos días
La experiencia que vivieron los tres finalistas en Denia fue completa. No sólo los técnicos les sometieron a diferentes pruebas, a cada cual más exigente, sino que pudieron compartir entrenamientos y vivencias con los corredores profesionales del Alpecin-Deceuninck.
Todo un campeón del mundo como Mathieu Van der Poel se sentó al lado en la mesa de cada comida de estos tres aspirantes a conseguir un contrato profesional. Una figura que intimidaba y que causaba admiración a partes iguales. No sólo eso, sino que pudieron medirse a él en plena carretera y comprobar la ingente cantidad de vatios que mueve con sus piernas.
Las dos primeras jornadas sirvieron para conocer cómo reaccionaban los tres finalistas a los esfuerzos intensos en plena salida. Varios ciclistas del Alpecin acompañaron a los aspirantes por las carreteras de la Comunidad Valenciana durante varias horas de ruta, y entre medias los directores les pidieron realizar cambios de ritmo y medirse con diferentes corredores profesionales.
El tercer día estuvo marcado por el mal tiempo. La lluvia apareció de manera incesante durante muchas horas y obligó a modificar el planning previsto. Se esperaba que los corredores pudieran mostrar sus destrezas en un tramo de descenso, y recibieron una charla previa para darles confianza: "Quiero que confiéis en vosotros, en vuestras posibilidades, que sintáis la bicicleta y no os relajéis", les comentaron los técnicos antes de salir a la carretera.
Sin embargo, el agua hizo que la carretera estuviera demasiado peligrosa y los organizadores decidieron con buen criterio cambiar la hoja de ruta. Los corredores se lanzaron al asfalto igualmente junto a Matt Stephens, excorredor, y pudieron rodar con tranquilidad.
La carrera virtual
Ese mismo tercer día fue uno de los momentos más exigentes de las Zwift Academy Finals ya que por la tarde a los finalistas les aguardaba una intensa carrera de bicicleta virtual. Fue ahí cuando EL ESPAÑOL pudo charlar durante unos minutos con Louis Kitzki, el vencedor.
El alemán se mostró entusiasmado por estar viviendo una experiencia tan increíble: "Estoy disfrutando en España, todavía no estoy sufriendo mucho pero creo que esta tarde será todo más duro", comentó sobre la carrera virtual que le aguardaba.
"Es una muy buena oportunidad que puede provocar muchos cambios en mi vida porque hasta el momento estoy trabajando y montando en bici", aseveró el germano. Además, fue totalmente sincero: "Me apunté a la Zwift Academy por el contrato profesional".
Pocos minutos después, Kitzki, Gaffuri y Schiffer estaban encima del rodillo. Los tres se batieron en una carrera virtual de Zwift acompañados además de dos corredores profesionales del Alpecin. No sólo eso, sino que la carrera despertó mucha expectación porque se desarrolló bajo la supervisión de los directores técnicos, que fueron ofreciendo instrucciones a través del pinganillo.
Incluso Mathieu Van der Poel estuvo mirando de forma muy atenta el desarrollo de este evento, viendo cómo se desenvolvían los tres aspirantes y la cantidad de vatios que alcanzaban a mover.
Aún restaba una última jornada. Una salida larga, de cerca de 5 horas de duración con un terreno rompepiernas en el que tenían que afrontar varias subidas a diferentes puertos de la zona. De hecho, los finalistas tuvieron que realizar diferentes series en una misma ascensión para conocer los datos de su esfuerzo en plena subida.
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Este último día los finalistas también estuvieron acompañados de profesionales del equipo Alpecin, un aperitivo de lo que a uno de ellos le espera a partir de este 2024. Al final del día, todos al límite de sus fuerzas, pudieron presumir de haberse vaciado.
Tras deliberarlo mucho y pese a que Schiffer tenía mejores datos a nivel global, los directores técnicos optaron por quedarse con Louis Kitzki como vencedor de estas Zwift Academy Finals. El joven alemán sucede así a ciclistas como Luca Vergalito, Alex Bogna o Jay Vine, vencedores de las últimas ediciones. A partir de ahora, Louis podrá dedicarse en cuerpo y alma al ciclismo y puede presumir de haber sido el mejor de los 108.000 participantes de esta edición.