La Vuelta al País Vasco que se disputó a principios de este mes de abril dejó una de las imágenes más duras de los últimos tiempos en el mundo del ciclismo. Una caída en la cuarta etapa camino de Legutio hizo que varios ciclistas sufrieran lesiones muy importantes y, de hecho, la carrera tuvo que neutralizarse durante los últimos kilómetros.
Jonas Vingegaard, Primoz Roglic o Remco Evenepoel fueron algunos de los ciclistas afectados por esta caída que además peleaban por la clasificación general, pero no fueron los únicos. Uno de los que también se fue al suelo en esta curva de derechas fue Steff Cras, que sigue todavía recuperándose de las secuelas.
El belga del equipo TotalEnergies sufrió una perforación del pulmón y la rotura de algunas de sus costillas con afectación a las vértebras, así que durante días tuvo que estar durmiendo en un sillón por la imposibilidad de tumbarse sobre una cama. Ahora se recupera y ha concedido una entrevista para el medio especializado Sporza en el que deja un testimonio que pone los pelos de punta.
"Durante el primer medio minuto no podía respirar y sentía que me ahogaba. Pensé, ya está. Pero al cabo de unos 30 segundos ese pulmón se abrió un poco y tuve aire suficiente como para poder respirar", cuenta ahora con naturalidad tras todo lo vivido en las últimas semanas.
Rozando el drama
El testimonio del ciclista belga, confesando que pensó que iba a morirse aquel mismo día en una cuneta, retumba en el pelotón con fuerza. Por suerte, ahora puede decir que está saliendo adelante: "Las cosas han ido mejor desde que volví de España. Puedo volver a hacerlo todo yo solo y desde la semana pasada puedo volver a pedalear en un rodillo. Eso sí, entrenar al aire libre no es todavía una opción".
Cras recuerda lo cerca que estuvo de chocar con una dura infraestructura de hormigón que había cerca en el momento de la caída:" Si hubiera volado sobre el bloque de hormigón que había cerca, quizá no estaría aquí sentado", aseveró durante la entrevista.
"Creo que fue una combinación del mal firme de la carretera y de la altísima velocidad a la que íbamos. En cualquier caso, la bajada estaba mal señalizada", lamentó el ciclista belga. "Podrían haber puesto algo encima de esa cuneta de hormigón. En realidad, no había nada señalizado y el comunicado del día anterior tampoco decía nada".
Además, Cras invitó a una reflexión sobre la velocidad a la que se rueda en los últimos años en el pelotón: "En el descenso del Tourmalet, por ejemplo, íbamos a casi 100 kilómetros por hora y todavía había corredores pedaleando. A veces he estado a punto de quedarme cortado en una bajada. Quizás, también habría que hacer algo al respecto", completó.
Ahora Cras sigue con su recuperación y tiene como gran objetivo poder llegar a punto para correr el próximo Tour de Francia. "Todo depende de cuando pueda entrenar al aire libre. Si puede ser la semana que viene, por ejemplo, seguro que llegaré en unas condiciones razonables".