Parece que la etapa 16 del Giro de Italia tiene una especie de maldición que va a impedir que se celebre con total normalidad. La etapa, que se disputa este martes después de la segunda jornada de descanso, ya venía marcada por la modificación del recorrido que se tuvo que realizar hace unos días al eliminar el Stelvio.
En su lugar la organización introdujo el paso por el Umbrailpass, pero la ascensión a este puerto también se va a ver afectada. Las previsiones para este martes indican que al paso por la cima los ciclistas se pueden encontrar condiciones extremas de clima, con unas temperaturas cercanas a los 0 grados, una sensación térmica menor y hasta la amenaza de precipitaciones en forma de aguanieve.
Incluso se habla de que la carretera podría presentar placas de hielo en el descenso, con el consiguiente peligro que todo esto supondría para los ciclistas. Por todos estos factores, en las últimas horas se ha producido una reunión entre las partes interesadas, varios miembros de la organización, componentes de los servicios médicos de la carrera y representantes de los ciclistas.
[Tadej Pogacar deja otro día increíble para el recuerdo en el Giro de Italia y sentencia la carrera]
Dos posturas enfrentadas
De esta reunión salieron dos posturas diferentes. Una, la de RCS, el organizador de la carrera, y otra la de los ciclistas. Por una parte es el Giro el que quiere mantener la etapa tal y como está actualmente, ascendiendo al Umbrailpass y completando los kilómetros que están previstos.
Por otro lado, los corredores, tal y como informó a través de las redes sociales Simon Geschke, ciclista del Cofidis, prefieren que no se ascienda este Umbrailpass y que la carrera comience después del descenso de este puerto. De esta forma, se eliminarían las temperaturas extremas que se esperan de frío y los riesgos.
Pese a que la UCI puede intervenir y decidir la neutralización de la carrera si finalmente está nevando en la cima del Umbrailpass, en principio no habrá alteración ninguna en el trazado de esta etapa 16 del Giro de Italia. Eso sí, RCS tiene un plan previsto para salvaguardar la integridad de los ciclistas al paso por el punto más alto.
Así, se permitirá un coche extra por equipo en la carrera para poder dar mejor soporte a los ciclistas a la hora de proporcionar ropa de abrigo. De hecho, el coche escoba y los coches de los comisarios también ayudarían en esta labor.
[El último truco que usan todos los ciclistas en las contrarrelojs: ¿Qué es el Aero base layer?]
Por otra parte, se creará una especie de parking en la cima del Umbrailpass y, si es necesario, la carrera incluso se podría llegar a neutralizar durante tres minutos para que todos los corredores pudieran cambiarse de ropa y evitar seguir la etapa mojados a bajas temperaturas.
Por otra parte, RCS también dice en el comunicado que "en caso de condiciones climáticas extremas, el tramo será neutralizado hasta un lugar en el que se cumplan las condiciones de seguridad". Esto es algo subjetivo y que sigue siendo objeto de discusión, ya que siguen sin estar claras las líneas que marcan cuáles son unas condiciones extremas.