Tadej Pogacar sigue arrasando a lo grande en el Giro de Italia. El ciclista esloveno sumó su quinta victoria de etapa en la Corsa Rosa al imponerse en la decimosexta jornada con final en la cima de Monte Pana y siguió agrandando las diferencias en la clasificación general con respecto al resto de sus perseguidores.
El corredor del UAE Team volvió a mostrar su gran dominio en la carrera con un triunfo incontestable después de aprovechar el buen trabajo de su compañero de equipo Rafal Majka. En los kilómetros finales y sin apenas cambiar el ritmo, Pogacar dejó atrás al resto de los favoritos y se lanzó en persecución de los pocos hombres que todavía quedaban en la fuga.
El último de ellos fue el joven Giulio Pellizzari. El ciclista del equipo Bardiani, un debutante de tan sólo 20 años, vio cómo Tadej Pogacar le superaba en los metros finales y se lanzaba desatado hacia la victoria de etapa. Ahí terminó el sueño del italiano, que sabía que lo iba a tener muy difícil si el líder llegaba a su altura.
Pogacar terminó haciéndose con la victoria pero el momento más emotivo llegó al término de la misma. Pellizzari, que al menos logró ser segundo, se acercó a Tadej para felicitarle por su triunfo y en ese momento se atrevió a pedirle las gafas de sol al esloveno.
El joven italiano, que corre por primera vez en su vida una prueba de tanto nivel, quería un recuerdo de alguien tan importante como Tadej Pogacar, y el esloveno tuvo un precioso gesto con él. No sólo no dudó en darle las gafas de sol, teñidas de rosa a juego con su vestimenta de líder, sino que también se quitó la maglia rosa y se la regaló.
La sorpresa de Pellizzari fue brutal, ya que no se esperaba en ningún momento recibir un obsequio tan importante por parte del líder de la carrera, uno de sus ídolos. Un gesto que demuestra la grandeza de Pogacar al margen de su hambre insaciable por ganar cada vez que puede.