Tadej Pogacar se va a embolsar su tercer Tour de Francia de manera más que merecida. Cuando tan sólo falta la recta final de la carrera, y todavía con el punto de mira puesto en la contrarreloj del último día en Niza para poner el broche de oro, el ciclista esloveno agrandará su leyenda y se convertirá en el octavo ciclista capaz de ganar Giro de Italia y Tour de Francia en la misma temporada.
Esta circunstancia le pone a la altura de ciclistas como Fausto Coppi, Jacques Anquetil, Eddy Merckx (con quien tanto se le compara), Bernard Hinault, Stephen Roche, Miguel Indurain y Marco Pantani. Sólo nombres de primer nivel que están entre los mejores ciclistas de toda la historia a los que este próximo domingo se va a unir Tadej Pogacar.
Este Tour de Francia quedará registrado como el de las grandes exhibiciones del esloveno. Las diferencias en la clasificación con respecto al segundo clasificado, Jonas Vingegaard, y el dueño del tercer cajón del podio, Remco Evenepoel, serán escandalosas, algo que deja claro quién ha sido el dueño de la carrera.
Durante toda la ronda se ha corrido a lo que ha querido Tadej Pogacar, y siempre ha demostrado ser el más fuerte pese a venir de hacer un gran esfuerzo en el Giro de Italia. El dominio del ciclista del UAE Team ha sido tal que ha ido destrozando récords por el camino durante todos estos últimos días.
Así, Pogacar ha batido los mejores registros históricos de ascensiones como la de San Luca, Galibier, Col de Pertus, Pla D'Adet, Plateau de Beille o más recientemente Isola 2000. Los anteriores tiempos quedaron minimizados por la potencia extraordinaria de un ciclista de época que ya se ha ganado el derecho a estar entre los mejores de la historia pese a sus 25 años.
Todos los récords
La primera exhibición de Pogacar en este Tour de Francia llegó en la segunda jornada. Con la carrera marchando por las carreteras italianas, la subida a San Luca se convirtió en uno de los puntos calientes del inicio de la carrera. Esta dura ascensión la hizo Pogacar con un tiempo de 5:27, es decir, 11 segundos más rápido de lo que lo hizo Primoz Roglic en el Giro dell'Emilia en 2019.
Apenas dos días más tarde, en la cuarta etapa, se ascendía el Galibier como punto clave de la jornada. Se trataba de la primera gran ascensión de este Tour de Francia y Tadej Pogacar volvió a reventar todos los registros. En los últimos 8 kilómetros y medio de la subida, la parte más dura, paró el crono en 20 minutos y 48 segundos, es decir, 1 minuto y 33 segundos más rápido que el anterior registro de Nairo Quintana.
Cuando la carrera llegó al Macizo Central, ahí Pogacar también dejó su sello. En la subida al Col de Pertus, Pogacar subió los algo más de 4 kilómetros en 12:04, casi dos minutos más rápido que el anterior registro de 2016.
Pero todavía tenía más guardado el ciclista del UAE Team. En Pla d'Adet, en la etapa 14 y donde dio otro golpe más a la carrera, el esloveno hizo otra vez más de las suyas. Dejó a todo el mundo con la boca abierta con la subida a este puerto final de 10,6 kilómetros al 7,9% de pendiente en un tiempo de 25:08, es decir, dos minutos más rápido que la anterior marca de 2001.
En Plateau de Beille al día siguiente llegó otra exhibición. Los 15,8 kilómetros de aquella ascensión final al 7,9% de desnivel los firmó Pogacar en un tiempo de 39 minutos y 58 segundos. Esta marca desbancó a la anterior de Marco Pantani en 1998, que había subido el puerto en un tiempo de 43:28.
Una nueva demostración llegó en la etapa 19 con la subida final a Isola 2000. Allí Pogacar dio una nueva lección para llevarse su cuarta victoria parcial en el Tour de Francia, y con su registro de 37:44 volvió a coronarse como el más rápido también en este puerto.
La última exhibición la dio en el último día de montaña. En la ascensión final de la etapa 20 al Col de la Couillole, Pogacar desbancó el mejor registro de Richie Porte. Sus 39 minutos y 24 segundos de ascensión fueron más de dos minutos mejor que el anterior crono, un tiempo al que se le acercó también Jonas Vingegaard, que apenas cedió unos segundos en la línea de meta.