El día que muchos aficionados al ciclismo no querían que llegara ha terminado apareciendo. Vicenzo Nibali ha anunciado el final de su carrera deportiva. El escalador italiano del equipo Astana tenía la etapa de este miércoles marcada en rojo. No era porque estuviera preparando uno de sus legendarios ataques. Era porque tenía un anuncio muy especial que hacer.
Finalmente, el tiburón de Messina ha terminado confirmando que su adiós al ciclismo está cercano y que tiene una fecha establecida. Eso sí, todavía es orientativa. Se trata del final de esta temporada y muchos dirigen la mirada hacia Il Lombardia, el último Monumento del curso y una de las carreras más importantes que sirven para cerrar la temporada en la élite. Allí, en las carreteras de su país y en la clásica de las hojas muertas es donde espera confirmar su adiós un ciclista legendario.
La quinta etapa del Giro de Italia, además de una nueva victoria de Arnaud Demare en la corsa rosa y del liderato que continúa un día más en poder de Juanpe López, ha captado la atención de todos especialmente por esas palabras de Vincenzo Nibali que anunciaban su adiós. 'Lo Squalo' ha decidido poner el punto y final a su trayectoria y ha anunciado así que la undécima será su última participación en el Giro de Italia.
Una carrera que se le ha complicado sobremanera tanto a él como a todo el equipo Astana después del abandono de Miguel Ángel López, pero en la que espera dejar una buena actuación para marcharse con buen sabor de boca de una prueba que le ha encumbrado al Olimpico del ciclismo. Al menos en lo que a grandes vueltas se refiere.
El adiós de Vincenzo Nibali
La quinta jornada de la corsa rosa entre Catania y Messina era un día señalado en el calendario para Vincenzo Nibali. No porque tuviera pensado ganar allí el Giro de Italia ni mucho menos. Si no porque pasaba por su casa, Messina, y era el momento idóneo para hacer un anuncio que ha dado la vuelta al mundo. Todo un ganador de la triple corona deja el ciclismo y eso siempre es motivo de tristeza y orgullo a partes iguales.
Con el cariño de todos sus vecinos y aficionados, Nibali comunicó las palabras más duras que seguramente ha tenido que pronunciar en su vida deportiva: "Estuve esperando esta etapa durante un tiempo. Aquí en Messina es donde comencé a montar en bicicleta y a entrenar, así que quería confirmar que este es mi último Giro y mi última temporada". Unas declaraciones recogidas por la RAI y que han roto muchos corazones.
Un mazazo para los aficionados al ciclismo valiente y de espectáculo que soñaban con que el tiburón pudiera recuperar su forma con el paso de los días y de la temporada. Sin embargo, Vincenzo ya no se ha visto igual que antes y por eso ha decidido poner punto y final a su trayectoria después de que su regreso a la formación kazaja solo haya durado unos meses. Nibali terminaba sus palabras con lágrimas en los ojos, completamente roto por la emoción, pero también por la tensión y la emoción que ha tenido que soportar durante estos últimos días tan complicados.
Una carrera de leyenda
El adiós de Vincenzo Nibali no es el adiós de un corredor cualquiera. Es la retirada de un de los más grandes que ha habido durante las dos primeras décadas del Siglo XXI. Un nombre a que se ha codeado durante mucho tiempo con leyendas como Alberto Contador o Chris Froome. En su caso no han sido ni nueve ni siete grandes vueltas, pero sí han sido cuatro los éxitos en carreras de tres semanas que ha alcanzado en su carrera.
Nibali nació en 1984 y a sus 37 años ha decidido colgar la bicicleta. Lo hace con un palmarés realmente impresionante y con victorias de todos los colores. En el año 2010 llegó su primera presencia en el podio de una grande, fue en el Giro de Italia, la prueba que siempre le ha visto brillar más. Ese mismo año consiguió sumar la primera grande de su palmarés tras llevarse La Vuelta.
En 2011 llegó otro podio en el Giro, esta vez un segundo puesto, que serviría de antesala para los mejores momentos de su vida. El año 2012 fue testigo de su primer podio en el Tour de Francia, un tercer puesto realmente brillante que le abrió los ojos a él mismo de que podía pelear de verdad por una gran victoria. 2013 sería su mejor año con su primera victoria en el Giro de Italia y otro podio en La Vuelta gracias a un segundo puesto.
Y en 2014, el momento dorado de su trayectoria, su entrada triunfal en los Campos Elíseos en un curso en el que el maillot amarillo estaba destinado a un Alberto Contador imparable. Sin embargo, una caída del corredor español que le provocó una fractura en la tibia y otra del británico Chris Froome le dejaron como gran aspirante a una victoria que no se le escapó. Después llegó su victoria en el Giro de 2016 y dos podios más, uno en La Vuelta y otro en Italia. El último, en 2019, cuando volvió a rendir a un nivel excelso en las carreteras italianas.
Además de estos brillantes resultados, Nibali ha ganado pruebas tan importantes como la Tirreno-Adriático, la Milan-San Remo y el Giro de Lombardía. Ha sido dos veces campeón nacional y ha participado en cuatro Juegos Olímpicos. Ahora ha decidido poner punto y final a una de las carreras más legendarias de las últimas décadas gracias a sus victorias en Monumentos y a sus once presencias en los podios de las grandes vueltas.
Con 37 años ha decidido que al final de la presente temporada será el momento de decir adiós después de que su amor por la bicicleta naciera cuando tenía apenas 8 años, cuando su padre que era barnizador le hizo una humilde bicicleta con la que dar sus primeras vueltas. Eso, y las sesiones de domingo por la tarde que le daba su progenitor con documentales de ciclismo terminaron creando un amor eterno.
Gracias a sus pedaladas, a su enorme corazón y a su espíritu combativo, se ganó una enorme legión de aficionados en todo el mundo que le sirvieron para convertir a su familia, de una de las más modestas de Messina, a una de las más queridas de todo el deporte en Italia. Este Giro servirá para darle la despedida en su tierra que se merece antes de cerrar el año y de ese posible retirado en Lombardía.
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