Se suele decir que el ciclismo tiene el mejor estadio del mundo por los paisajes que atraviesa, su conexión con la naturaleza y la cercanía con los corredores. Sin embargo, también tiene uno de los emplazamientos más peligrosos porque está expuesto a peligros inesperados al ser una disciplina que se disputa en un espacio abierto.

Y si no, que se lo digan tanto a Txomin Juaristi y a Giulio Ciccone, los dos corredores que se fueron al suelo de la forma más inaudita. Varias manadas de corzos se cruzaron en la carretera al paso de la carrera durante los últimos kilómetros de la etapa 8 camino de la Sierra de Cazorla y les tiraron al suelo, provocándoles diferentes heridas.

El relato del comunicado oficial de la carrera que se emite cada día fue esclarecedor y confirmó este incidente totalmente inesperado. "Kilómetro 140. Caída, al ser golpeados por un corzo, de los corredores 42 (Giulio Ciccone) y 211 (Txomin Juaristi) con contusiones múltiples siguiendo en carrera y atendidos en la misma". Ese fue el parte médico que firmaron los doctores Blázquez, Martínez, Miranda, Ortiz-Caviedes y Ortiz-Vigón.

Y es que, tal y como han contado miembros de varios equipos que presenciaron el momento del accidente, tres manadas de corzos se cruzaron en el asfalto y provocaron el caos momentáneamente. Atropellaron a los corredores, les tiraron al suelo e incluso saltaron por encima de los coches. 

"Tres corzos han saltado por encima de los coches, uno ha caído encima del coche del Euskaltel y ha tirado una bici antes de irse. Si no lo veo, no lo creo", escribió en sus redes sociales Esteban Peña, mecánico del equipo UAE que este domingo ha perdido a Joao Almeida por COVID.

Atrapado en el coche

Pello Olaberria, uno de los directores que tiene el equipo Euskaltel Euskadi en esta Vuelta a España, relató también esta vivencia que presenció en primera persona, y dio datos todavía más surrealistas.

"Menudos cinco minutos llevamos. Dos minutos después, otro ciervo saltó por encima del coche del médico casi chocando de nuevo con Txomin Juaristi, y un tercer ciervo saltó por encima de nuestro coche quedando atrapado entre las motos y rompiendo mucho material. No me lo podía creer, parecía una broma", aseveró.

Los corzos, por lo tanto, provocaron momentos de auténtico caos en el transcurrir de esta etapa que termina en la Sierra de Cazorla, en un paraje natural que dejó imágenes espectaculares. Incluso los animales rompieron material valioso de algunos equipos al impactar de manera violenta contra las bicicletas. 

Los animales terminaron huyendo mientras que los ciclistas se quedaron doloridos durante unos instantes en el suelo. Finalmente, ambos pudieron terminar la etapa y siguen en carrera, aunque con un gran susto en el cuerpo que tardarán en eliminarse de encima.

La etapa la ganó Primoz Roglic por delante de Enric Mas. El esloveno le sigue recortando tiempo a Ben O'Connor en la clasificación general en busca de su cuarta Vuelta a España.