No es una buena noticia para el espectáculo que los porteros sean los protagonistas del partido. Es lo que sucedió, una vez más, en el empate a cero del Real Madrid ante el Málaga. Ya ocurrió en el último partido de los blancos en el Bernabéu frente al Granada y se volvió a repetir frente a otro equipo andaluz. Sorprendió la entrada de Jesé en el once de Rafa Benítez y el canario vivió una tarde para olvidar con poco acierto y una lesión preocupante. Un reflejo de lo que le ocurrió a los suyos, a los que el liderato les ha durado una jornada.
El conjunto blanco es una montaña rusa con subidas y bajadas de rendimiento, que mezcla exhibiciones de los hombres de arriba, con dos goleadas con falta de acierto que han supuesto dos victorias por la mínima y dos empates. Sólo la constante de la solidez defensiva se mantiene, con Keylor Navas acumulando méritos. El Madrid era uno de los tres equipos menos goleados del campeonato y seguirá siéndolo al terminar la jornada.
En el lado contrario, aparecía el equipo de Javi Gracia, liderado por Amrabat y ofreciendo un despliegue físico y de recursos para plantar cara en uno de los partidos más complicados del año. Con las ideas muy claras tapando la salida de los laterales blancos, se plantó asegurando atrás, pero sin miedo, en el Santiago Bernabéu. El delantero de ascendencia marroquí acabó expulsado en el minuto 78 por dar un manotazo a Marcelo en la disputa de un balón. No ha marcado un gol en lo que va de temporada y tampoco lo hizo frente al Real Madrid, aunque no lo necesitaba.
Uno de los datos que explican el mal partido de los de Rafa Benítez es el poco acierto en los balones centrados. Carvajal, con cuatro de catorce centros completados, fue el caso más evidente, pero también destacan Isco, con tres de ocho, y Jesé, con dos de siete. En conclusión, se vio un juego por las bandas impreciso e ineficiente.
Otro de los nombres destacados del encuentro fue Cristiano Ronaldo, y no por decidir el encuentro, como es habitual en el portugués. Al extremo luso se le está atragantando alcanzar a Raúl como máximo goleador histórico del Real Madrid y ni con 14 disparos logró batir a Kameni. De cabeza, en carrera o buscando el remate directo, no encontró la manera. El portero del Málaga vivió momentos de acoso, pero salió vencedor en todos ellos. Especialmente en una volea de Ronaldo que dejó una de las mejores estiradas en lo que va de campeonato.
Menos brillantez tuvieron los locales. Ni Jesé, que volvía al once titular tras cinco jornadas, ni Isco vieron recompensados sus intentos, con más actividad que gloria. El final del encuentro dejó mayor controversia con un remate de Isco que el árbitro no consideró como gol por no cruzar la línea completamente antes de ser despejado. La roja a Amrabat en un lance con Marcelo daba un hilo de esperanza al Real Madrid en los minutos finales.
Sin embargo, a pesar de los cuatro minutos de descuento y las postreras ocasiones, el Real Madrid acabó lamentándose y sin los tres puntos. Varane, Modric, Kroos y Cristiano varias veces intentaron cambiar la crónica del encuentro sin suerte. La cara del luso tras un nuevo fallo y recibir amarilla por mano resumían la frustración blanca al perder los tres puntos y el liderato.