No se recuerda un terremoto de dimensiones semejantes en el fútbol mundial: el mismo día que Messi era acusado formalmente de fraude fiscal por un juez de Barcelona, la FIFA suspendía a sus tres miembros más poderosos (su presidente -Joseph Blatter-, su secretario general -Jerome Valcke- y su vicepresidente, Michel Platini, favorito inicial a sucederle) después de que se hayan ido ahogando gradualmente en el escándalo que sacude al deporte más seguido del mundo desde que policías suizos allanaran un hotel de lujo en Zurich el pasado 27 de mayo. Sus apasionados alegatos de inocencia no parecen convencer ya ni siquiera a su propia organización, cuyo Comité de Ética les inhabilitó el jueves temporalmente, por 90 días prorrogables en otros 45, incapacitando probablemente a Platini en la práctica para presentarse a unas elecciones (a celebrar el próximo 26 de febrero) en las que partía con ventaja, hasta hace algunas semanas, como cabeza visible del fútbol europeo.
El vacío de poder en la FIFA es pavoroso, y se espera una inminente convocatoria “urgente” del Comité Ejecutivo. El hedor que despide su corrupción masiva, nunca comprobada del todo hasta ahora, crece a medida que van abriéndose huecos en su línea defensiva. Provisionalmente la entidad que rige el fútbol mundial queda en manos de un hombre, Issa Hayatou (jefe de la Confederación del Fútbol Africano desde hace 27 años), que fue censurado por el Comité Olímpico Internacional en 2011 por recibir dinero que, según él, iba destinado al organismo que dirige.
La situación en la UEFA es, sin embargo, distinta. Teóricamente la presidencia interina debería ser asumida por Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol también desde 1988, al que la prensa internacional recuerda principalmente por haber recaudado votos a favor de Blatter en las elecciones del 29 de mayo (dos días después de las detenciones) y por haber tratado de bloquear la célebre investigación de Michael García, ex presidente de la Comisión de Ética, sobre los sobornos millonarios en las adjudicaciones de los Mundiales de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar).
El organismo europeo ha salido en bloque, no obstante, a defender a su máximo dirigente: “El Comité Ejecutivo no ve la necesidad de aplicar, en este momento, el artículo 29 (5) de los Estatutos de UEFA, conforme al cual el vicepresidente de más alto rango debe pasar a asumir los poderes y deberes del presidente en su ausencia”. El presidente del sindicato mundial de futbolistas FIFpro, Philippe Piat, afirmó el jueves que la suspensión de Platini es “un golpe duro para su carrera, pero también para el fútbol, porque estaba en condiciones de reformar la FIFA”.
No está claro al cierre de esta edición si la suspensión de Platini le impedirá presentarse a las elecciones del 26 de febrero (ello no depende del Comité de Ética, sino del de Candidaturas), pero todo parece dispuesto para abortar su campaña electoral: la suspensión implica que no puede ejercer ninguna actividad relacionada con el fútbol. Platini tiene la posibilidad de recurrir la suspensión ante el Comité de Apelación de la FIFA, pero ese recurso “no dejaría en suspenso la decisión” de la Comisión de Ética, indicó un portavoz citado por Efe. Los aspirantes a reemplazar al suizo Joseph Blatter en las elecciones del 26 de febrero del año que viene deben acompañar su candidatura con el respaldo al menos de cinco asociaciones. El plazo para hacerlo termina el próximo día 26.
El primer comentario de Hayatou es que no será candidato a las elecciones de febrero. Otro candidato, el ex vicepresidente de la FIFA Chung Mong-joon, fue inhabilitado también este jueves (por seis años) debido a regularidades en los procesos de adjudicación de los dos próximos Mundiales. ¿Hay alguien ahí para presidir la FIFA? El príncipe jordano Ali Bin Al Hussein, que ya se enfrentó a 'Sepp' Blatter en mayo, sería el nuevo favorito. El ex futbolista Luis Figo se retiró ya de las pasadas elecciones por la “dictadura” de Blatter, después de haber visto “cosas que deberían avergonzar a cualquiera que desee un fútbol libre, limpio y democrático”. El sudafricano Tokyo Sexwale, compañero de cárcel de Nelson Mandela durante el apartheid y hoy empresario, se plantea la candidatura. Al parecer el presidente de la Confederación Asiática, Bahraini Sheikh Salman Bin Ebrahim Al Khalifa, también evalúa la opción de presentarse si Platini queda eliminado de la carrera. El ex futbolista brasileño Zico amaga desde hace meses con postularse, retirándose siempre ante las “trabas” internas de la organización.
El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, afirmó este jueves que “ya es suficiente” y pidió un “candidato externo y creíble” para asumir el mando en la atribulada entidad. A fecha de hoy, es un organismo sin liderazgo moral ni estructura burocrática definida. Una marca profundamente dañada.