Una vez más. Sólo una y se acabó. Raúl González Blanco ha jugado su último partido y lo ha hecho como tantas otras veces, con victoria y título. Vivió lo que ha sido una constante durante su carrera en los cuatro clubs en los que ha jugado: la celebración, los manteos, la emoción y por primera vez, el adiós definitivo. El NY Cosmos venció 3-2 en la final de la NASL (liga norteamericana) al Ottawa canadiese en el que era el encuentro del delantero español y de Marcos Senna.
El título a hombre del partido, sin embargo, no fue para ninguno de los dos jugadores que decían adiós sino para el autor de tres goles. Cellerino, en el minuto 8 de la primera mitad, peleó un balón entre dos defensores canadienses. Con una fe propia de su compañero Raúl, salió airoso de la pugna y pudo definir forzado ante el rival para marcar el tanto que abría el marcador.
Ese tanto permitió calmar los ánimos del equipo neoyorquino, en el que los nervios de la final podían hacer mella. A partir de ese momento se soltaron los estadounidenses. Primero Senna, tras balón peleado por Raúl y luego Cellerino, a pase del '7' fallaron las ocasiones más claras antes del descanso.
El encuentro reservaba la emoción para el final. Cuando restaban 20 minutos para la conclusión, llegó el tanto del empate. Se veía abocado a la remontada imposible el Ottawa cuando instantes antes Masson Traford veía la roja por una dura entrada. El tanto de Heinemann daba un halo de esperanza tras robar en presión alta y no acertar Maurer en la salida.
No le duró mucho la alegría. Cellerino se había puesto la capa de superhéroe y supo aprovechar otro fallo de un portero, esta vez en el NY Cosmos. Un centro de Restrepo no lo logró atajar el guardameta y el argentino pudo marcar su segundo tanto al ser más contundente que los defensas.
Raúl quiso pedir su cuota de protagonismo el día de su despedida y colaborar con el hombre del partido. Un pase del español al hueco asistió a Cellerino que solo ante el portero pudo completar su tercer gol.
Poco importó ya que en el eterno descuento anotase Heinemann que aprovechó un rechace del portero tras disparo de Rafael Alves para recortar distancias.
Ya sólo quedaba esperar. Unos minutos, al menos, hasta el cierre del encuentro, el último en la carrera de Raúl y de Senna. El último título de ambos, en esta ocasión en territorio norteamericano. La sonrisa apareció en el rostro del '7' como tantas otras veces pero con una diferencia: era la última vez. Llegó el momento de levantarse y aplaudir.