El Mundial sub 20 de Nigeria fue el comienzo de todo. Allí empezaron a entablar amistad dos futbolistas que más tarde se convertirían en emblemas de sus respectivos equipos. Iker Casillas y Xavi Hernández no estarán este sábado entre los jugadores que salten al campo para disputar un Clásico por primera vez en lo que va de milenio. Los ojos de los espectadores que por la costumbre los busquen no encontrarán a los dos amigos. Los que llevaron juntos a la Selección Española a ganar dos Eurocopas y un Mundial, los que fueron capitanes de sus respectivos equipos hasta este mismo verano.
Ambos, con despedidas muy diferentes, dijeron adiós a los clubs de sus vidas. Las mismas en las que habían vivido multitud de enfrentamientos entre ellos, como futbolistas de dos bandos diferentes que representan una de las mayores rivalidades del planeta. Una contienda que ellos vivieron por primera vez cuando en un Clásico en febrero del año 2000. Desde ese encuentro, y quitando el 0-2 de Champions en 2002 y el 2-1 de Liga en 2013, mínimo uno de los dos se enfrentó al máximo rival en los 45 encuentros que se han dado entre Real Madrid y Barcelona. Los dos han coincidido en el campo en 36 de esos partidos, con 15 victorias para el centrocampsita, 12 para el portero y 9 empates.
La ‘Generación del 99’
El último encuentro en el que ninguno de los dos jugó fue el 2-2 en el Camp Nou conocido por la imagen de Raúl mandando callar a la afición rival. El centrocampista blaugrana estuvo los 90 minutos en el banquillo y sería en el encuentro de vuelta en el Santiago Bernabéu (3-0) cuando ambos se estrenaron en un clásico. Iker salió de inicio y Xavi entró tras el descanso por Bogarde. Desde entonces comenzó el Romeo y Julieta adaptado al fútbol y con final feliz.
Durante esa historia, muchas tardes de fútbol como las victorias por 2-6 (mayo de 2009) y 5-0 (noviembre de 2010) del Barcelona al Real Madrid. O el pasillo del Barcelona al Real Madrid en el Santiago Bernabéu tras conquistar los blancos la Liga en 2008. Xavi pudo disfrutar de su último Clásico al salir en el minuto 80 en la victoria del Barcelona por 2-1 el pasado marzo. Y, por supuesto, el Príncipe de asturias que les fue entregado por "simbolizar los valores de la amistad" en 2012.
Son ambos futbolistas los representantes de aquella ‘Generación del 99’, que conquistó el torneo de Nigeria. Desde entonces comenzó una amistad con la que ni siquiera los encuentros entre ellos han podido. Xavi le hizo cuatro goles al portero en 36 partidos que han jugado el uno contra el otro. Los momentos más duros llegaron en 2011 con la rivalidad Real Madrid-Barcelona mostrando su cara más fea. Una llamada de Iker a Xavi de la que se han contado mil versiones y que realmente era un telefonazo de un amigo a otro, de un capitán, como era Iker, al que pronto lo sería, como Xavi.
Iker Casillas se convirtió en capitán del Real Madrid en 2010 tras la salida de Raúl. Xavi tuvo que esperar hasta mayo de 2014 para convertirse en capitán del Barça cuando Puyol anunció su retirada. Los dos eran además, primer y segundo capitán de la selección española desde que Raúl dejase de ser convocado para representar al combinado nacional. Ninguno de los dos está ya en España. Xavi viajó a Qatar para jugar de blanco en el Al-Sadd y Casillas vive una nueva etapa en las filas del Oporto porugués.
Ramos e Iniesta, los nuevos capitanes
Ahora, tras quince años, es momento de ceder el testigo y de que aparezcan nuevos referentes. En ese sentido levantan la mano los actuales portadores de los brazaletes. Sergio Ramos y Andrés Iniesta se han estrenado como primeros capitanes de blancos y blaugranas y vivirán su primer Clásico con tal responsabilidad. Ninguno de ellos es originario de la ciudad que representa su club. Ramos llegó al club blanco desde Sevilla, mientras que Iniesta empezó a pegar patadas a un balón en Albacete. El defensor definió a su compañero en la selección como “el novio que cualquier madre quiere”.
Otros jugadores también pueden ejercer el papel de líderes. Mascherano ejerce labores de comandante en el vestuario blaugrana, al igual que es habitual ver a Pepe o Arbeloa dar un paso al frente para representar a los madrileños. Y por supuesto están Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, estrellas de sus equipos y con voz autorizada para liderar a sus compañeros.
Ramos e Iniesta tienen en común el haber marcado dos goles para la historia de sus equipos. El defensa marcó el gol que permitió a los suyos conquistar la Décima. El manchego no fue menos en 2009 con su tanto al Chelsea que catapultó a la final al Barcelona que más tarde conquistó el triplete. Ambos, si el tocado hombro de Sergio Ramos lo permite, serán los estandartes de Real Madrid y Barcelona el próximo sábado.