Avisó Manuel Valls, primer ministro francés. Amenazó Marie LePen, la lideresa de la ultraderecha. Sentenció el pueblo a través de un sondeo en el que el 82% de los encuestados reconocía no querer a Karim Benzema en la selección francesa. Escuchadas todas las partes el delantero ya conoce su pena y será suspendido de forma temporada con Les Bleus.
De acuerdo a las informaciones de L'Equipe y Le Parisien, Noel Le Graet, presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), anunciará la sanción al jugador del Real Madrid e internacional con Francia desde las categorías inferiores el próximo jueves en una rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo del organismo que preside. Eso sí, en principio se trata únicamente de una sanción temporal en espera de que la justicia francesa clarifique su implicación en la extorsión con un vídeo sexual a Mathieu Valbuena, también internacional con Francia.
Tras haberle interrogado el pasado 5 de noviembre, la jueza que instruye el caso imputó a Benzema por "complicidad en intento de chantaje" y "participación en una asociación de malhechores" y le impuso como medida cautelar la imposibilidad de entrar en contacto con los otros imputados -los presuntos chantajistas- y con la víctima, Valbuena. Esa decisión hace imposible que el seleccionador, Didier Deschamps, convoque a ambos al tiempo y complica la situación de Benzema.
Hasta ahora, la FFF había mostrado un apoyo tibio al jugador del Real Madrid, apoyándose en la presunción de inocencia. Sin embargo, la semana pasada, después de que el diario "Le Monde" publicara una entrevista a Valbuena en la que se mostraba muy duro con Benzema, la actitud de Le Graet parece haber cambiado.
En primer lugar, decidieron presentarse como parte civil en el caso para tener acceso al sumario y, según "L'Équipe" y "Le Parisien" ahora van a dar un paso más.
A pocos meses del inicio de la Eurocopa, en la que Francia será anfitriona y una de las favoritas, la FFF parece querer descartar toda opción de desestabilización del grupo de Deschamps. Además, Le Graet está sometido a presiones políticas. El primer ministro, Manuel Valls, se mostró partidario de descartar de la selección a todos los jugadores que no fuera ejemplares, mientras que el ministro de Deportes, Patrick Kanner, pidió directamente no convocar a cualquier jugador imputado.