Gary Neville o cómo ser el heredero de Alex Ferguson
El técnico debutará en Champions contra el Olympique de Lyon con el pase a octavos en juego. Comparte negocios con Peter Lim.
7 diciembre, 2015 02:59Noticias relacionadas
“Si fuera más alto sería el mejor central de Gran Bretaña. Su padre mide más de 1'80… Yo le preguntaría al lechero”. Alex Ferguson, que presumía de pertenecer a “la raza más importante del planeta”, hablaba así de Gary Neville, nuevo técnico del Valencia. Entonces, claro, no pensaba que su pupilo estuviera dispuesto a seguir sus pasos. Ni siquiera que fuera considerado uno de sus herederos directos. Quizás, por aquello de entrenar en Mestalla, el más valiente de todos cuantos vengan a continuación. Porque lo cierto es que el 'marrón' que tiene por delante no se antoja nada fácil. En primera instancia, este mismo miércoles en la Champions League, donde necesita una victoria contra el Olympique de Lyon y que el Zenit haga lo propio ante el Gante para lograr el pase a octavos.
Gary Neville, lateral derecho, sangre del 92, nunca fue el más guapo de su generación ni el más talentoso. Paul Scholes, Nicky Butt, Ryan Giggs o David Beckham siempre estuvieron algo por encima de él. Sin embargo, los que lo conocen dicen que hace años gustaba de desgranar rivales y mantener largas charlas con Ferguson. Es decir, de algún modo, ya apuntaba maneras. Una tesis que comparten muchos de sus colegas de profesión y los espectadores de Sky, donde hasta hace pocos días analizaba partidos. Metódico, trabajador y preciso, ahora le tocará demostrar todo eso con la afición de Mestalla en la nuca. Aunque, primero, como reconoció Quique Sánchez Flores desde Inglaterra, “tendrá que recuperar la armonía”. Y bien que lo sabe.
A Valencia llegó para poner tierra de por medio con Nuno y Jorge Mendes, acusado de manejar a su antojo el vestuario ché, pero con el favor de Peter Lim, dueño del club, con el que comparte negocios. El empresario de Singapur tiene el 50% del Salford United de séptima división, propiedad de Gary Neville, Giggs, Butt y Scholes. Y también el 75% de Hotel Football -propiedad de los mismos jugadores-, un alojamiento situado en los aledaños de Old Trafford.
Gary Neville, que compaginará su nuevo puesto con el de ayudante de Roy Hodgson en la selección inglesa hasta la Eurocopa de Francia de 2016, afrontará esta nueva etapa junto a su hermano Phil, hasta ahora asistente en Valencia, y Miguel Ángel Angulo, ex jugador ché. “Mi falta de experiencia es un riesgo, tengo que convencer a los que dudan de mí”, confesó en la rueda de prensa de su presentación. Aunque, de momento, sin desvelar cuál será su filosofía. “Jugaremos de una u otra forma dependiendo del rival”, concluyó.
Sin ninguna noción de español, lo primero que ha pedido Gary Neville al club es que le busquen un profesor que le pueda dar clases a las seis de la mañana y, según algunos medios, también el fichaje de Jamie Vardy, máximo goleador de la Premier League (14 goles), y delantero del líder, el Leicester City. Su objetivo: entrar dentro del grupo de entrenadores británicos que han pasado por la Liga española y han conseguido ganar algún título.
Entre los que consiguieron algún trofeo: Arthur Johnson, técnico del Real Madrid (Copa de España entre 1910-1920), James Bellamy (Liga con el Barcelona entre 1928 y 29), Fred Pentland (tres copas y tres ligas en el Athletic de Bilbao entre 1930 y el 33), Robert Firth (Real Madrid, Liga en la temporada 1932-33), Patrick O'Connell (Betis, Liga en la 1934-35), Terry Venables (Barcelona, Liga en la 1984-85), Bobby Robson (Barcelona, Recopa de Europa, Supercopa de España y Copa del Rey en 1996) y John Benjamin Toshack (último técnico británico que ganó la Liga, en 1990 con el Real Madrid).
En su primera semana en Valencia, vital de cara a las aspiraciones del equipo en Europa, tendrá que decidir si vuelve a incluir a Álvaro Negredo en una convocatoria. En cualquier caso, y con la herencia de Alex Ferguson como su única referencia -fue su único entrenador en sus casi 20 años en Old Trafford-, su gran tarea consiste en unir a un vestuario hasta hace poco dividido, roto y con poca confianza. Ya lo decía Ferguson: “Hay 18 jugadores con los que se parte a la guerra, y con ellos es necesario crear vínculos de confianza. El fútbol es cada vez más un ajedrez, y en el ajedrez, si pierdes un segundo de concentración, estás muerto”. Y eso, precisamente, es lo que debe evitar Neville.