El guión obliga a comenzar por lo urgente; es decir, por la clasificación del Atlético de Madrid, que volverá a estar en octavos. Eso es lo básico. A partir de ahí, toca contar que lo hará como primero de grupo y segundo de la Liga española. Por lo tanto, el éxito, a estas alturas, es total y absoluto. Y si no se lo creen, pueden mirar al Bernabéu –a pesar de la goleada contra el Malmö (8-0)–. Pero dejando a un lado al eterno rival; la realidad es que los rojiblancos, al menos si se tienen en cuenta los primeros 70 minutos, merecen ser incluidos entre los favoritos para luchar por la Champions. Es lo que se deduce de su victoria contra el Benfica, con goles de Vietto y Saúl (1-2).
Pueden estar de acuerdo con la tesis o no, ese derecho no se lo va a quitar nadie. Si quieren, incluso, podrían alegar que el Atlético acabó pidiendo la hora al final del partido –porque así fue–. Todo eso es verdad. Pero también lo es que el conjunto del Cholo fue superior durante 70 minutos. Es decir, gran parte del partido. Y que merecieron la victoria y, obviamente, la primera plaza del grupo. Al final, ¿quién no ha sufrido en Champions? Pues eso. Sólo el que no sabe hacerlo.
El Atlético no se achicó en Lisboa, ni siquiera se atascó con los recuerdos de aquella fatídica noche contra su eterno rival. Saltó al césped, lo miró con detenimiento y se puso a ‘currar’. Sin titubear un mínimo, buscando la pelota y tomando el control. Sólido en defensa y efectivo en ataque. Intentó abrir el marcador con dos disparos desde la frontal y a la tercera silenció Da Luz. Griezmann se la puso a Vietto, éste la dejó para la entrada de Saúl y el canterano la ajustó al palo. Y ya está: fácil, cortita y al pie. Como debe ser.
Los rojiblancos funcionaron como equipo, como vienen acostumbrando, pero esta vez, además de Griezmann, se encontraron con un solista al que nadie esperaba. Vietto, que ya había dado el pase del primer gol, se adelantó a su par, puso la mirada en la asistencia de Carrasco y aumentó la distancia. ¿Y a partir de ahí? A disfrutar. El Atlético, con un partido memorable de Saúl, encorsetó al Benfica en su área y lo tuvo así durante 70 minutos.
Sin embargo, todo lo conseguido hasta entonces estuvo a punto de irse al traste al final. El Benfica, como le correspondía, apretó y encontró el gol. Mitroglu la recibió dentro del área, se dio la vuelta y batió a Oblak. Pero esta vez el Atlético no cedió. Supo sufrir y evitó el segundo minuto 93 de su historia. Si quieren, hizo justicia. Porque así lo mereció y así pasará a octavos, como primero de grupo, con buenas sensaciones y dos nuevos reclutas ganados para la causa: Sául y Vietto. ¿Alguien da más?