Pueden estar a favor de Van Gaal o en contra. Incluso, si quieren, les puede caer mejor o peor. Para todo lo anterior existen argumentos, pero hay algo sobre lo que nadie duda: el Manchester United está lejos de ser un equipo. Y lo peor es que no se intuye un cambio. Da igual que pasen las jornadas, que corra el tiempo o que llegue 2016. Los diablos rojos no son ni un muro inexpugnable en defensa ni una cuchilla en ataque. De hecho, son todo lo contrario. Y la responsabilidad –esto se enseña en los manuales de fútbol– recae sobre el de siempre: el técnico holandés, que podría ser destituido en las próximas 24 horas tras la derrota contra el Stoke City (2-0).
Buscó Van Gaal dar un golpe de efecto nada más empezar, pero su atrevimiento se volvió contra él desde el arranque. El Manchester compareció sin Rooney sobre el césped del Britannia Stadium y lo pagó caro. El Stoke City, infinitamente más equipo a día de hoy, le dio un meneo al United con dos tantos en 45 minutos. El primero de ellos, tras un fallo de Depay, que se la regaló a Johnson para que éste se la diera a Bojan e inaugurara el marcador. Y el segundo de Arnautovic, que la colocó con un cañonazo desde fuera del área.
Van Gaal intentó salvar su cabeza en el segundo tiempo y dio entrada a Rooney. Pero lo hizo tarde. Con él sobre el campo, el United tuvo varias para recortar distancias, pero las paró todas Butland, que sacó dos manos prodigiosas: una a Fellaini y otra a Martial. Y eso fue todo. Porque cuando un equipo no está –o no quiere– es imposible. Y el Manchester es exactamente eso, un conjunto sin confianza y sin fe. Pero, sobre todo, sin alternativas por parte de su entrenador, que se fue desamparado, como esas personas que no saben muy bien qué va a ser de su futuro.
Con este panorama, y ante la escasez de fútbol del United, parece claro que a Louis Van Gaal le queda poco margen de maniobra. Quizás ninguno. Como le ocurrió a Mourinho en el Chelsea, sus jugadores parecen haberlo abandonado a su suerte. Sólo así se explica la pobre imagen de sus jugadores en el último mes tanto en la Premier League como en la Champions, donde cayeron eliminados. ¿Quién llegará? Es lo que a día de hoy se habla en Manchester, y eso no es precisamente una buena señal.