El próximo carnaval de Cádiz tiene ya chirigotas compuestas en honor al Real Madrid (“Benítez, gordito, te hartas de phoskitos”, dice la más famosa), pero en el club blanco ni siquiera la eliminación de la Copa del Rey duele como antes: la llegada de Zinedine Zidane ha curado todos los males provisionalmente. El técnico francés, que el domingo tras el 5-0 al Depor prometió que el equipo mejoraría aún “mucho”, ha aprovechado el descanso obligado en la Copa del Rey para trabajar el aspecto físico de la plantilla, cuyo “deterioro” (en palabras de un directivo destacado) desde comienzos de 2015 no ha sido aún corregido.
Ancelotti trataba demasiado bien a los jugadores, aseguran las mismas fuentes, y Benítez no supo hacerse con el vestuario, así que la recuperación de la plantilla recae en la leyenda francesa, que esta semana ha aumentado la carga de trabajo físico. Hay varios jugadores destacados que preocupan: en especial James Rodríguez (que no ha recuperado la explosividad previa a su lesión) y Toni Kroos, uno de los futbolistas con más minutos de juego en el último año y medio.
Al alemán se le ha visto desfondado en varios partidos hacia el final de la 'era Benítez', entre otras cosas por el sobreesfuerzo al que se ve abocado junto a Modric cuando el equipo se parte en dos por la relajación defensiva de la 'BBC'. El buen partido del alemán ante el Depor, donde el equipo juntó líneas y mostró otro nivel de compromiso colectivo, da esperanzas al cuerpo técnico para que termine el mes de enero, tras un calendario relativamente sencillo, en plena forma para los octavos de final de la Champions. Quién iba a pensar que la eliminación de la Copa, tras el ridículo del 'caso Cherysev', tendría algún efectos positivo para el club, que descansará todo el mes de enero mientras sus rivales principales se afanan en los cuartos de final de la Copa.
La propia web del club blanco informaba este miércoles sobre el “exigente” entrenamiento celebrado, en el que Zidane apostó por combinar el trabajo físico con ejercicios de balón. Reforzado con la presencia de los canteranos Carlos Abad, Marcos Llorente, el noruego Martin Odegaard y Borja Mayoral, el grupo tuvo sólo las bajas de Ramos (que arrastra molestias en un gemelo) y Gareth Bale; ambos trabajaron en el gimnasio de Valdebebas. Fuera, en el césped, la plantilla utilizó la máquina 'run rocket' para adquirir potencia antes de dedicar la segunda mitad de la sesión a ejercicios de control, pase y posesión.
Los suplentes, damnificados
El banquillo del equipo no tendrá una opinión tan positiva del parón copero. En una plantilla de veinticinco jugadores, este torneo aseguraba (al menos en sus instancias iniciales) minutos de juego para futbolistas suplentes y ambiciosos. No en vano Benítez alineó de inicio en el partido de Cádiz (la única participación blanca en la competición del KO esta temporada) a Jesé, Isco, Cherysev, Casemiro, Lucas Vázquez o Arbeloa. Zidane sabe que su principal reto es la gestión del vestuario y probablemente eche en falta algunos partidos 'asequibles' para dar minutos a los menos protagonistas en una plantilla donde, como suele decir, "todos son importantes".
El técnico ha insistido varias veces, sin embargo, en la satisfacción de tener tiempo para trabajar con la plantilla y “mejorar” al equipo. El objetivo de la temporada nunca fue la Copa y el técnico sabe que el club, como todos los años, se la juega en los siete partidos que conducen a conquistar la Champions. Nadie se acordará de Cádiz si a Zidane le va bien y el equipo llega a marzo, como solía repetir Benítez, “en óptimas condiciones”.