Se juntó el hambre con las ganas de comer. Neville desplegó una alineación sobre el Camp Nou que llamaba la atención, y francamente, bordeaba la locura. Sin 9 arriba y con el recién llegado Siqueira como extremo izquierdo, los del Turia salían al campo con un experimento en forma de 11 que no saldría bien. Al otro lado del campo Luis Enrique no quería dudas y salió con todo. La estrategia no falló al asturiano y pulverizó a un pobre Valencia que terminó con 10 jugadores y goleado 7-0.
La grada animaba el ambiente con canticos a Cheryshev, ‘héroe’ por la eliminación del Real Madrid en Copa y nuevo jugador valencianista. Pero el karma poco haría a favor de los de Neville. El Barcelona empezó como una apisonadora, combinando jugadas imposibles, regates fantásticos, y destellos para la galería que harían las delicias de la parroquia.
Los minutos avanzaban y se masticaba la tragedia valencianista viendo el juego que el Barça estaba exhibiendo. En el minuto 6 Luis Suárez abría el marcador con un gol precedido de robo y pase entre líneas de Neymar. El brasileño que ayer mismo estaba en la Audiencia Nacional no parecía estar muy preocupado por si situación legal sobre el terreno de juego. Cada vez que tocaba el balón, los jugadores valencianistas eran sorteados, como si de maniquíes se tratara.
Minutos después, Busquets, daba un pase en profundidad a Vidal que centraba para que Suárez pusiera el 2-0. Como si fueran los Globetrotters el Barça estaba pasando por encima del Valencia, víctima de la genialidad culé y de una pobra idea de fútbol. Poco antes de la media hora Messi ponía el tercero en el luminoso, el primero de su hat trick particular.
Si la penitencia valencianista no estuviera siendo suficiente, el Valencia se quedaría con 10 al filo del descanso. En una cabalgada de Messi hacia la portería de Ryan, Mustafi vería la cartulina roja e Iglesias Villanueva señalaría pena máxima. En una acción más que discutible el Valencia se quedaba con 10 a la mitad del encuentro, un calvario injusto por la entrada de Mustafi, pero no por el juego che, que estaba siendo raquítico. Neymar, sin apenas carrera, fallaba el penalti y con 3-0 en el electrónico veían el túnel de vestuarios.
La segunda parte sería un festín sin mayor historia más que el espectáculo allí vivido con un equipo dominando y el otro entregado. Con 10 jugadores el Valencia no tenía nada que hacer y en el 59 Messi ponía el cuarto asistido por Luis Suárez. Entre el festival de los dos sudamericanos se colaba un tiro al palo de Mathieu que quería su parte del pastel. El propio Messi pondría el quinto y cerraría su hat trick personal. Tras un mal despeje de Gayá apareció el argentino y Ryan, un amigo, se la comió por su palo.
El partido sería coser y contar hasta el final. Luis Suárez haría un doblete antes del terminar el encuentro para poner el 7-0 final en el marcador y cerrar una eliminatoria que nunca existió. Este resultado deja a la directiva culé en la disyuntiva de empezar a negociar si la final de Copa será en el Bernabéu antes o después de partir hacia Mestalla para el partido de vuelta.