El Bayern indulta a la Juventus
Tras gobernar con mucha autoridad, los de Guardiola pagan las bajas en defensa y se dejan remontar por una 'Juve' eficaz (2-2).
23 febrero, 2016 23:02La mejor defensa es tener el balón, como dice uno de los preceptos futbolísticos más antiguos, que el Barcelona de Pep Guardiola llevó a su máxima expresión. Su Bayern de Munich se sobrepuso este martes (con su manual acostumbrado) a la ausencia de tres defensas y domesticó a la Juventus en su estadio durante una hora (0-2 en el marcador), hasta que los turineses despertaron con un zarpazo de Dybala y la frescura del suplente Morata.
Neuer fue un espectador durante esa primera hora de partido, salvo un par de sustos iniciales de Mandzukic (el mejor en su equipo). El líder del Calcio fue siendo dominado por el de la Bundesliga progresivamente, hasta hacerse con el control absoluto del partido, primero, y el marcador después. Con la presión muy adelantada, Douglas Costa, Thiago y Robben manejaban el balón a su antojo, tocando y tocando, mientras caían las ocasiones.
En una de ellas, en las postrimerías del primer tiempo, Müller aprovechó un rechace en el punto de penalti y marcó sin oposición. La posesión del balón alemana rozaba el 75% y el Juventus Stadium la angustia.
'El' gol de Robben
El segundo tiempo mostró el mismo color mientras Robben entraba en estado de gracia y Guardiola animaba desde la banda. Lewandowski rozó el gol instantes antes de que el holandés tomase el balón durante un contraataque en su rincón favorito, el pico derecho del área para pararse y hacer lo que todo el mundo espera siempre sin que alguien haya aprendido a desactivar el mecanismo: pegó el balón a su bota izquierda, fue buscando el centro y escorándose entre recortes hasta que encontró el hueco justo para enviar el balón con el interior, curvado de fuera hacia adentro, junto al poste derecho de la portería. "0-2, lección magistral de Guardiola en Turín", decían en la radio.
La comodidad bávara en el segundo tiempo se acrecentó incluso más: entre 'oles', Robben, Müller y Lewandowski (un trío a la altura de la 'BBC' y la 'MSN') provocaban terror en Turín. El Bayern no podía defenderse con la solvencia habitual y no cambió de discurso. La Juve, pese a la entrada de Hernanes por Marchisio, seguía persiguiendo la pelota.
Hasta que la defensa alemana se despistó una vez (fallo de Kimmich) y Mandzukic, con la astucia de equipo grande, habilitó al joven de moda, el argentino Dybala, para meter su primer gol en la Champions y cambiar completamente la temperatura del partido: el Juventus Stadium conectó con un equipo hasta entonces irreconocible y los locales olieron el miedo en la debilitada defensa visitante.
Neuer demostró después que si estaba en el campo con un paradón a Cuadrado y se alertó con un disparo de Dogba. La 'Juve' había ampliado su catálogo de propuestas y solo un extraordinario Robben, desatado a sus 32 años, le disputaba el liderazgo en el partido.
El partido ganó en intensidad y Morata entró por Dybala para sorpresa de muchos. Se equivocaban. El español aportó mucha fuerza y verticalidad a su equipo. En el minuto 75 Sturaro, que también había entrado algunos minutos, remató una maravillosa triangulación con él y Mandzukic para equilibrar el duelo. Los alemanes habían dejado vivo al líder del Calcio.
El apasionante tramo final del partido pudo dar la victoria a ambos equipos. Pese a la superioridad del Bayern, la nivelación posterior de los méritos dejará una sensación inquietante a los bávaros, que sufrieron la proverbial efectividad italiana y deberán recuperar a algunos de los lesionados para el partido de vuelta.