“Al Atlético le falta gol, al Atlético le falta gol, al Atlético le falta gol...”. La retahíla se ha repetido una y otra vez esta temporada. Sin parar. Y, obviamente, si lo ha hecho es por algo. Porque el conjunto rojiblanco, de nuevo, volvió a dejar su portería a cero, pero no consiguió perforar la red del equipo contrario. Lo intentó sin parar, incesantemente. Incluso cuando el PSV se quedó con 10 por la expulsión de Gastón Pereiro por doble amarilla. Pero ni con esas. Dio igual quién estuviera sobre el campo. Ni Griezmann. Ni Correa. Ni Torres. Ni nadie. El empate no concedió ni un grito de gol al espectador (0-0), se desvaneció para dejarlo todo listo para la vuelta. Para que la eliminatoria se decida en los 90 minutos del Calderón.



Tuvo ocasiones el Atlético. No demasiadas, pero sí es cierto que dispuso algunas bastante claras. La primera, de Vietto. Y la segunda, de Griezmann, al que se la sacó Zoet, un portero desconocido hasta hoy para el gran público, pero que demostró maneras y, sobre todo, muy buenos reflejos. Porque lo cierto es que apareció sin cesar durante todo el partido. Por alto, por bajo, en los unos contra unos… Siempre. Y eso fue todo. Pocas más claras tuvo el conjunto rojiblanco. Si acaso un cabezazo de Godín que se marchó por alto.



A pesar de todo, lo intentó el Atlético de Madrid. Sin cesar. Incluso cuando el PSV se quedó con 10. Gastón Pereiro entró a Godín y vio la segunda amarilla. Pero ni con esas. No fue el día. Ni siquiera de Griezmann, que lleva 19 goles esta temporada, pero casi ni vio la pelota en el Philips Stadium de Eindhoven. Ni él ni nadie. Porque Torres entró en la segunda mitad y tampoco lo consiguió. Ni Vietto, que jugó casi 60 minutos. Ni Correa. Nadie. La ilusión rojiblanca se apagó según pasó el tiempo, con los holandeses metidos en su área y defendiendo como el mejor equipo del Cholo Simeone.



En definitiva, el Atlético tendrá que jugársela en el Calderón. Lo tiene todo a favor: el estadio, el público y un resultado que no es del todo malo. Si se tiene en cuenta que casi no recibe goles en su estadio, si todo va bien el conjunto rojiblanco debería clasificarse para los cuartos de final. Eso sí, tendrá que marcar. Y eso, a día de hoy, parece lo más complicado. Si lo hará o no. Eso sólo lo dirá el futuro.