En el fútbol, pocas jugadas hay más determinantes para marcar un gol que un penalti. Es la acción que con más facilidad puede conllevar un gol. Y a este Barça excelso, que casi toca la perfección y que tiene media Liga en el bolsillo, además de golear y ganar con excesiva facilidad, le acompaña esa suerte: es el equipo con más penaltis a favor.
Este domingo, en su victoria ante el Eibar en Ipurúa (0-4), al equipo de Luis Enrique nuevamente le pitaron un penalti, el número 14 en lo que va de Liga. Fue el que hacía el 0-3 en el estadio vasco, por unas manos de Ramis en el área. Con esa pena máxima, ya igualaban el récord de penaltis a favor en Liga en la entidad azulgrana: 14 en la temporada 1991/92, con Cruyff en el banquillo. Y aún faltan 10 jornadas.
También tenían 14 penaltis a su favor durante una misma Liga los equipos de Las Palmas de 2001/02, el Sevilla de la 2005/06 y el Real Madrid del pasado año. Todos estos guarismos han sido ya alcanzados por este Barça en la jornada 28.
Un penalti cada dos partidos
Son ya 14 penaltis en 28 partidos. O lo que es lo mismo, un penalti a favor cada dos partidos, un promedio jamás visto en La Liga. A este ritmo, acabarían con 19 penaltis a su favor en Liga, un dato que superaría claramente el récord histórico, en poder del Betis de la temporada 1986/87 con 16 penaltis (están tan sólo a dos).
Para entender lo abultado de este dato, también se puede comparar con los penaltis a favor de sus rivales: casi dobla al segundo (Real Madrid, con 8) y el propio Barça tiene más penaltis pitados que la unión de los tres que le persiguen en la tabla: entre Atlético, Real Madrid y Villarreal hacen 13 penaltis a favor.
El dato de penaltis a favor contrasta con el de penaltis en contra: uno. Claudio Bravo sólo ha sido amenazado desde la línea de siete metros, en el partido ante el Celta de Vigo, con el penalti anotado por Guidetti. Solo Betis, Sevilla y Atlético de Madrid le igualan en este dato.
Mitad de penaltis fallados
A pesar de la gran cantidad de penaltis, el Barça no lo aprovechó. Porque de los 14, sólo anotó la mitad. Siete fallados (aunque uno es el famoso penalti indirecto ante el Celta que acabó anotando Luis Suárez) es un dato bastante alto. Lo bueno para el Barça fue que, a pesar de los fallos, no los necesitó: cuando se los pitaron, o ya tenía el partido decidido o acabó resolviéndolo después.
De los 14 penaltis mencionados, los siete anotados fueron ante el Levante (Messi, jornada 4), Sevilla (Neymar, J7), Rayo Vallecano (dos veces Neymar, J8), Villarreal (Luis Suárez, J11), Athletic Club (Messi, J20) y Eibar (Messi, en este último partido de la jornada 28).
De los siete penaltis fallados, todos se reparten, casi por igual, entre la MSN: tres de Messi (J1 vs Athletic, J4 vs Levante y J24 vs Celta), dos de Neymar (J6 vs Las Palmas y J17 vs Betis) y dos de Luis Suárez (J16 vs Sporting y J27 vs Rayo Vallecano). Bien es verdad que el fallado ante el Celta por Messi fue el famoso penalti indirecto que acabó marcando Suárez.
Estos son sólo datos de Liga. A esos 14 penaltis hay que sumarles otros tres en Champions, ante BATE Borisov (anotado por Neymar) y Roma (fallado por Neymar) en fase de grupos y Arsenal en el partido de ida de octavos (acierto de Messi), y otro más en Copa en el partido de ida de semifinales ante el Valencia (y también fallado por Neymar).
En resumen, si sumamos todos en todas las competiciones, son 18 penaltis a favor del Barcelona, con nueve metidos y otros nueve fallados. Habiendo dado estos datos, también hay que remarcar la 'facilidad' que puede tener el Barça, respecto a otros equipos, a que le piten penaltis, debido a que pasa más tiempo en el área rival, tiene más ocasiones y sus jugadores (en especial su tridente) son más difíciles de parar.