Cuando un partido se presenta con tanta diferencia entre dos equipos, el resultado está claro. La Liga Española es poco apta a grandes sorpresas y no lo sería este Barcelona - Getafe, que arrancaba con puntuación capicúa: uno con 72 y el otro con 27.
El Barça fue tal apisonadora que a la media hora de juego ya ganaba 4-0. Y a los 40 minutos, ya sacó la manita. Los de Luis Enrique se aprovecharon de un más que flojo Getafe, acuciado por los miedos de un descenso que aún esquiva a pesar de llevar nueve partidos seguidos sin ganar.
El gol de Juan Rodríguez en propia puerta fue el presagio de lo que le vendría encima a los madrileños. Esta vez fue más que un simple susto de Halloween. El Barça arrolló con una extrema facilidad, al mismo estilo que van a ganar esta Liga. Y eso que entre medias los azulgranas volvieron a fallar un penalti. Lo de este equipo con las penas máximas empieza a ser paranormal. Es el octavo penalti que fallan, de 15 ya pitados: a más de uno cada dos partidos.
Ni Messi ni Neymar (Suárez se quedó fuera por descanso) estuvieron al 100%. Ni al 50%. Y aun así les volvió a valer para machacar y hacer lo que quisieran. El Getafe fue un juguete en sus pies, al que domaron y acabaron humillando a placer. El invitado en la delantera fue Munir, y el hispanomarroquí lo aprovechó con un gol casi sin querer. Messi disparó y el balón le llegó a su cabeza (no su cabeza al balón). Era el 2-0.
Con viento a favor, el Barça no quiso fallar a su afición, que a la hora de la siesta dejaba un 'runrún' como diciendo que con eso no se conformaban. Al instante, marcó Neymar, dejando demostración del problema defensivo que tiene el Getafe dando facilidades al brasileño, tras recibir una asistencia de Messi y después el propio argentino, con un buen 'latigazo' desde fuera del área, puso el 4-0.
No se sabe si como respuestas a los ataques que recibió en el partido de ida, señalado por la fiesta en el vestuario del Coliseum Alfonso Pérez, pero a Piqué se le veía más enchufado de lo normal. Revolucionado, hasta con el partido resuelto protestaba cualquier acción y rápidamente buscaba al jugador del Getafe para recriminarle cosas.
El portero Guaita seguía sin tener apenas culpa de nada, pero siempre quedará señalado en el chaparrón del Camp Nou. Todavía le faltaban dos castigos más, el primero otra vez en las botas de Neymar con un idéntico gol al de la primera parte, con asistencia de Messi, defensa dormida y el brasileño, de primeras, anota a placer.
Entre 'calentones' de Piqué y bostezos en la grada, y con un Guaita al que solo le faltó llorar para mostrar su impotencia, Arda Turan dibujó la exquisitez del partido, con una chilena (no completa) a dos metros de la portería. El turco sonrío, algo que apenas se le vio desde que en enero pudo volver a jugar. El ex del Atlético parece mejorar tras dos meses ausentes.
Desastroso partido de los de Fran Escribá, que acumulan ya nueve partidos sin ganar, de los cuales perdieron ocho, con un solo empate ante el Sevilla. Necesita, para no caer en descenso esta semana, que Granada y Rayo Vallecano no ganen. Pero más que eso, son unas sensaciones desastrosas, en un declive preocupante para los madrileños.
Y el Barça, como siempre. A su ritmo, a su juego, a sus goleadas... y a su Liga. Es cuestión de tiempo que en el Camp Nou se celebre el título. Mientras tanto tendrá que pasar trámites y disfrutes. Le viene la Champions, donde tampoco sufrirá salvo que al Arsenal de Wenger se le ocurra hacer algo extraordinario en la vuelta de octavos.