Había varias cosas para comprobar en el partido. La primera, seguramente, si De Gea era capaz de responder ante un partido de tal categoría. Y, por si alguien lo dudaba, así lo hizo. Se erigió en gigante bajo palos y detuvo hasta tres buenas ocasiones: un disparo de Candreva y otros dos de Insigne. Esa, ya decimos, era una de las incógnitas; la otra era descubrir si Aduriz se acoplaba al juego de 'La Roja'. Y también cumplió con las expectativas -con gol incluido- ante una buena Italia (1-1). Quizás, por momentos, demasiado bisoña, con jugadores que están a años luz de aquellos que ganaron el Mundial de 2006, pero que esconden un nivel difícil de cuantificar a estas alturas. No como en el caso de España, que anticipa la transición dulce -incluso la confirma-, pero necesita hacerla realidad en la próxima Eurocopa.
Hechas las observaciones pertinentes, no engañaron ni España ni Italia. El partido era amistoso y como tal se comportaron ambas selecciones. Al fin y al cabo, no es algo tan extraño: ¿Qué jugador está dispuesto a lesionarse o a que le ocurra algo cuando todavía queda por disputarse el tramo final de la temporada? Evidentemente, nadie. Y así ocurrió durante gran parte del encuentro, con los locales algo mejor, pero con pocas ocasiones con que deleitar al espectador. De hecho, apenas hubo una de Candreva, que le pegó duro desde fuera del área y se encontró con una buena mano de De Gea.
Capitulada esa primera parte, Italia animó algo el partido. Quizás por orgullo, por necesidad o simplemente por voluntad. Da un poco igual. Insigne entró en el campo y revolucionó el partido. Incluso, en una contra, inauguró el marcador tras recibir un buen balón desde la banda izquierda. Pero dio un poco igual. Pocos minutos después, España igualó el marcador: sacó una falta, Morata remató y Aduriz, sobre la línea de cal, la empujó dentro. Y fin de la historia.
España dio el cerrojazo a un partido que no convence a nadie. De Gea, con cuatro buenas intervenciones, adelantó una transición dulce que amenaza con no ser suficiente de cara a la Eurocopa. Pero también es verdad que dicho partido fue más un test que algo serio, y con las bajas de Iniesta y Busquets es difícil calibrar dónde está el nivel. Del Bosque hizo probaturas, pero sin demasiado éxito. Y, por el otro lado, Conte demostró que Italia volverá a ser competitiva una vez más. Lo fue contra 'La Roja' y así llegará a Francia. Eso sí, la juventud de sus pupilos y la inexperiencia incita a las duda. Veremos.