Diego Pablo Simeone salió tranquilo y sosegado a la rueda de prensa del Camp Nou. Sabe que en UEFA decir una palabra más alta que otra conlleva sanción. Por eso, el técnico del Atlético tragó saliva, guardó las formas y no quiso hablar del árbitro.
"Estoy tratando de pensar antes de hablar. No estoy diciendo lo que quiero decir", aseguraba Simeone. Eso le impedía 'rajar' de lo que todos los aficionados colchoneros hablan: el que consieran 'robo' del Camp Nou. Por ello, se limitó a analizar el partido, sus sensaciones, pero de vez en cuando se le escapaba el mensaje que pensaba pero no decía. "Empezamos a molestar a alguno", dijo.
"Feliz de tener un equipo como el que tengo. Hicimos un primer tiempo fantástico, en el segundo intentamos general los menos daños posibles para seguir vivos. Contento de trabajar con estos jugadores, que en cualquier condición de desigualdad o dificultad se repone. Tratamos de saltar los árboles en el camino", analizó el técnico argentino.
"Tengo mucha alegría de ser el entrenador del Atlético de Madrid. Espero que los jugadores sigan teniendo la fortaleza para defender esta camiseta", añadió Simeone, que dijo "no enfadarse con Torres" cuando le preguntaron si tenía que enfadarse con el árbitro o con el de Fuenlabrada. "Nosotros intentamos hacerlo lo mejor en la parte futbolística".
También se le preguntó si esta Champions está peligrosamente preparada. "No", contestó seco Simeone, que apeló al Calderón para remontar: "Me imagino al estadio cantando, animando, respondiendo a los sentimientos que tenemos".
Luis Enrique, un culé más: "La expulsión de Torres es clarísima"
"El Atlético no creo que haya sido superior", se limitó a decir Luis Enrique, que afirmó que para él, la expulsión de Torres era "clarísima, como lo que piensan todos los culés". "Lástima que no hayamos marcado un gol más. La dificultad es máxima ante el Atlético. Hemos levantando este partido por jugar con pasión, corazón y con mucha cabeza. Todo el equipo sacó esto adelante", añadió el asturiano.
"A partir de la expulsión el partido cambia. En la segunda parte ha salido todo de maravilla, hemos encerrado a un equipo duro como el Atlético. Muy satisfecho de volver a ganar. Se pensaban que por perder el otro día era lo peor esto. Los jugadores están tranquilos y convencidos", analizó Luis Enrique.