Luis Enrique volvió a su sala de prensa y no encontró mejores caras respecto a las que dejó en el Vicente Calderón tras la eliminación en la Champions. Una comparecencia a la defensiva. Defendiendo al equipo, su estado de forma, para no individualizar ni diluir responsabilidades, porque "sé lo que significa ser entrenador del Barcelona", y, sobre todo para defender a Dani Alves tras el vídeo que el brasileño publicó en Instagram apenas 24 horas más tarde de la derrota ante el Atlético.
"Todos conocemos a Dani y sabemos de su participación en las redes sociales. Le hemos visto cantar o llorar, ¡hace de todo!", explicó antes de justificar la imitación del brasileño de su novia en la que decía que la eliminación en la Liga de Campeones no tenía importancia por ser sól un partido de fútbol: "Entiendo todas las opiniones, pero la intención de Alves no era la de molestar a nadie. Quería ayudar desde su punto de vista".
Una inyección de optimismo
"Jamás hemos pensado que estaba todo hecho y ahora que las cosas se han torcido un poco no voy a pensar que está todo perdido", ha explicado el preparador asturiano que, sin embargo, no ha escondido su "decepción". Por ello apela a la afición del Camp Nou tanto este domingo ante el Valencia como lo que resta de temporada: "Los necesitamos siempre, máxime cuando hay dificultades".
"La afición del Barça sé lo que no perdona: la falta de actitud y de ambición. Y en eso mis jugadores son únicos. No he visto falta de actitud. Es el momento de dar mucho e intentarlo mucho más y eso lo veo en cada entrenamiento. Me hace ser optimista, a pesar de todo lo que rodea", ha enfatizado.
Condición física
Sin embargo, Luis Enrique no ha querido ahondar en las causas del bache por el que pasa el equipo, si bien ha insistido que no se trata de una cuestión física. "Estamos más frescos que el año pasado, pero eso no quita perder partidos o perder títulos. Tengo por norma sacar poco pecho y he podido sacarlo muchísimo más en el último año y medio. Sé lo que significa ser entrenador del Barça; lo sufrí el año del triplete", ha aseverado.
En cualquier caso, es consciente de que el equipo pasa por un momento "difícil" y, en este sentido, ha defendido la importancia de "reforzar las cosas que se hacen bien" y afrontar lo que queda "desde un punto de vista optimista", aunque ha reconocido que no todos los jugadores están "en el mismo estado de motivación y anímico".
Luis Enrique sólo quiere centrarse en el Valencia, el primer asalto de una semana en la que su equipo disputará tres partidos que pueden decidir el título liguero. "En una semana jugaremos la mitad de lo que queda. Cuando las cosas salen bien, fluye todo y ahora vamos a tener que hacer un esfuerzo bestial. Tenemos que estar juntos y necesitamos el apoyo de nuestra gente. Sigo siendo optimista a pesar de que sea una situación que no me gusta y que nos hemos creados nosotros mismos", ha zanjado.