El fiscal de la Audiencia Nacional José Perals ha mantenido este lunes la petición de 8 años y medio de cárcel para el dueño de una agencia por vender paquetes de viaje a 255 personas para asistir a la final España-Holanda de la Copa del Mundo de Fútbol de Sudáfrica de 2010, con entradas que resultaron ser falsas.
Perals ha elevado este lunes a definitivas sus conclusiones provisionales al considerar acreditado que el acusado, Pablo Casanova Freire, ideó sacar a la venta unos paquetes de viaje por un total de 2.450 euros por persona. Incluían los vuelos de ida y vuelta desde Madrid a Johannesburgo, la entrada para el partido y los traslados al estadio.
Sin embargo, al no disponer de dinero para comprar las entradas ni fletar el avión, se limitó a adquirir 46 entradas falsas y a contratar un vuelo chárter, acreditando el pago con un recibo de transferencia también falso.
Por ello, además de la pena de cárcel, el fiscal, que le acusa de los delitos de estafa y falsificación de documento mercantil, le reclama una multa de 4.800 euros, además del pago de indemnizaciones por 367.000 euros a las personas afectadas (tanto en concepto de devolución del dinero que se gastaron como de daños morales).
Las entradas se las compró a una persona de la empresa Euroteam Travel de Oslo (Noruega), con la que firmó un contrato falso de venta de 200 entradas por 220.000 dólares (a 1.100 dólares cada una). Contra esta empresa se sigue una investigación en Noruega por estafa por la venta de entradas para espectáculos que eran falsas o nunca se entregaban a los compradores, explica el fiscal.
En su declaración en el juicio, el acusado admitió que contactó con la citada empresa porque le pareció solvente, ya que estaba recomendada por la FIFA, pero al llegar a Sudáfrica el mismo día del partido, para su "sorpresa", sólo le entregaron 46 de las más de 200 acordadas, que además resultaron ser falsas.
Aseguró también que, cuando algunos de sus clientes volvieron del estadio diciendo que las entradas eran falsas, dejó de repartir las que le quedaban y denunció el hecho a las autoridades de Johannesburgo. En cuanto al flete del avión, el acusado contactó con Worldwide Charters Internacional, empresa dedicada al alquiler de vuelos chárter, y concertó con ella un contrato para fletar un avión por 575.400 euros que llevara a los clientes a Sudáfrica.
La empresa le pidió que pagara por adelantado y Casanova simuló entonces dos transferencias por la cantidad total, alterando la página web del banco para engañar al proveedor de aviones. Finalmente, Pullmantur fletó el avión a Sudáfrica con 255 pasajeros, pero Casanova nunca pagó ni el flete (349.708 euros) ni el combustible.
Por ello, Pullmantur le reclama el dinero que costó fletar el avión, y WW Charters lo que costó el combustible, cantidad que no especifica el escrito de acusación. El acusado ya había sido condenado en Lugo a un año de cárcel por apropiación indebida y, en 2010, era el administrador de la agencia de viajes Yuturna Asociados, con domicilio en Las Rozas (Madrid).