La primera batalla española en Europa
El inmóvil Real Madrid y el 'argentinizado' Sevilla disputan en Noruega (20:45 horas) el primer título de la temporada, una Supercopa venida a menos por la tempranera fecha en la que se juega.
9 agosto, 2016 04:10Noticias relacionadas
Si ustedes se creían que todo iba a ser Juegos Olímpicos en este inicio de agosto, estaban equivocados. La UEFA, a la que no se la escapa nada, busca sus horas de protagonismo con una Supercopa de Europa que vuelve a aparecer como una piedra en el zapato.
Real Madrid y Sevilla disputan este martes (20:45 horas, Antena 3) el título más importante del verano, este año con menos expectación mediática por la coincidencia con la cita olímpica. El fútbol no entiende de Juegos y va a su propio ritmo. Es por ello que hace que su competición oficial arranque un 9 de agosto, en pleno verano y pretemporada. Pero, a pesar de las adversidades, lo que se juega en Trondheim (Noruega) es un título que a la larga siempre se cuenta y se exhibe en las vitrinas. Será en el Lerkendal Stadion, el campo del Rosenborg, el equipo más laureado del país nórdico.
La Supercopa de Europa, como con la de España, no se sabe muy bien si cuenta como título de la temporada anterior o de la que empieza. Cada equipo, en función de sus necesidades, lo cuenta como mejor le conviene. Y, casi siempre, se cuenta para las dos. El Barça en 2009 o el Madrid en 2014 bien lo contaron en la anterior, hablando del Sextete o los cuatro títulos. Pero si después, en la temporada siguiente, los títulos son escasos los rescatan para ese año. Sea como fuere, lo que es seguro es que esta será la quinta final de Supercopa para Madrid y Sevilla, buscando los madridistas su tercera y los andaluces la segunda.
Muy pronto para jugarse un título
La UEFA decidió cambiar hace tres años el formato de este torneo y hace dos, la fecha. Primero optó por rotar la sede de la Supercopa, dejando atrás la fija del Luis II de Mónaco y repartirla, como la Champions o Europa League, por toda Europa. Después adelantó la fecha al segundo martes de agosto, cuando tradicionalmente era el último viernes de este mes, mismo día que se celebraba el sorteo de la Champions.
El cambio de día, otra medida del ya ausente Platini, ha devaluado esta Supercopa de Europa que desde 1998 se disputa a partido único. La razón es clara: el partido llega muy pronto y la temporada anterior acaba muy tarde. La Eurocopa finalizó el 10 de julio y la Supercopa es tan solo un mes después, algo que imposibilita que jugadores como Cristiano o Pepe, que llegaron a la final del torneo continental, jueguen el partido de este martes. Otros como Bale o Kroos, que alcanzaron las semifinales en la Eurocopa, también se lo pierden. No han tenido tiempo suficiente de recuperación.
Bien se podría decir que la Supercopa se ha convertido en un partido más de pretemporada, con la diferencia de que hay en juego un título, el más importante del verano. Porque la final llega pronto, con equipos todavía en construcción, con jugadores que en muchos casos no estarán a partir de septiembre y a falta de 22 para que se cierre el mercado. Tanto es así que entre la Supercopa y el inicio de Liga, once días, seguirán los partidos amistosos.
El compacto Madrid vs el 'argentinizado' Sevilla
La Supercopa será un duelo de estilos pero también de proyectos. En el Real Madrid no hay cambios considerables respecto a aquello que le hizo conquistar la Copa de Europa en mayo. Por su parte, en el Sevilla es todo nuevo, desde el entrenador hasta gran parte de la plantilla. Todo esto hace muy favorito al equipo de Zidane, ya que tiene el mismo esqueleto con el que lleva trabajando ocho meses. Sampaoli todavía está encajando las piezas.
Tener la misma plantilla, solo cambiada por la recompra de Morata y la reciente baja de Jesé, no significa que el técnico francés cuente con su equipo de gala. Al contrario. A las bajas mencionadas de Cristiano, Bale, Kroos y Pepe se unen las de Keylor Navas, lesionado, y muy posiblemente Benzema, que entró en la convocatoria pero arrastra problemas físicos que le han hecho ser un espectador en la gira estadounidense. Hasta seis titulares de Milán puede perder Zidane en esta final en Noruega, aunque sus sustitutos son de sobra 'viejos': Casilla, Varane, Isco, Lucas Vázquez o el único nuevo, Morata.
Totalmente diferente es lo que ocurre en Sevilla, un clásico de este torneo, que lo disputará por tercera vez consecutiva. La marcha de Emery al PSG obligó a cambiar todo, dando las llaves del proyecto a Sampaoli, siendo el exselecciondador chileno todavía una incógnita en Europa. El primer sello que ha dejado el argentino ha sido ese, argentino. Hasta a cinco compatriotas ha fichado: Mercado, Vietto, Franco Vázquez, Correa y Kranevitter, que unidos a Pareja, que ya estaba, hacen del Sevilla el equipo con más argentinos de toda Europa.
Con todos podrá contar Sampaoli, así como con sus otros fichajes, Ganso, Kiyotake, Wissam Ben Yedder y Sarabia, el único fichaje español de los hispalenses. El Sevilla se ha reinventado por completo después de un verano en el que se le han ido sus principales piezas como Krychowiak, Gameiro, Coke, Banega o Reyes.
El premio al fútbol español
La Supercopa, otra vez, será la constatación del poderío de nuestro fútbol en Europa. En las últimas once ediciones, en nueve de ellas hubo al menos un español (solo en 2008 y 2013 se rompió la racha) y en cuatro de ellas (2006, 2014, 2015 y 2016) es íntegramente español.
A nivel de Madrid y Sevilla, será el segundo duelo entre ambos equipos en la Supercopa, reeditando la final de 2014. Entonces vencieron los madrileños (2-0) en Cardiff, ciudad que en 2017 alberga la final de Champions. Fue aquél un recital de Cristiano, marcando los dos goles del partido. El portugués no estará ahora y es a eso a lo que se aferra el Sevilla, buscando de una vez por todas quitarle un título al Madrid, uno de los equipos que peor se les da: solo le ha ganado dos veces, ambas en el Pizjuán, en los últimos quince duelos.