Son tantos y tan famosos los embajadores de UNICEF repartidos por el mundo que nadie duda de sus buenas intenciones. Sólo hay que ver las caras de los niños, sus miradas de admiración hacia las grandes estrellas que prestan su tiempo para llevarles un rayo de esperanza allá donde no llega nada más que eso. De hecho, en el caso de David Beckham se cumple a rajatabla, pues la estrella del fútbol británico, según parece, no ponía más que su mejor cara en la tarea que tantos otros desarrollan con empeño y aportando parte de lo suyo.
Según publica el semanario alemán Der Spiegel, dentro del marco de la investigaciones de la red de periodismo EIC en el caso 'Football Leaks', el que fuera jugador del Manchester United y el Real Madrid, entre otros, utilizó su posición como embajador de UNICEF para conseguir el que siempre fue su gran anhelo: recibir la Orden del Imperio Británico y convertirse en Sir David Beckham. Como no lo consiguió en un primer momento a causa de un 'inconveniente' escándalo por evasión de impuestos, la idea fue utilizar a UNICEF como plataforma de relanzamiento de su imagen.
En varios correos electrónicos entre el jugador y su asesor de relaciones públicas, Simon Olivera, filtrados en una investigación del Sunday Times, se retrata al futbolista como un personaje sin interés por los actos de la agencia dedicada a la infancia de Naciones Unidas y más preocupado por volar en primera clase y alojarse en los mejores hoteles que por la labor a desarrollar.
En uno de esos correos, un miembro del equipo de Beckham protestaba a Oliveira que UNICEF no era más que "una carga" para el fútbolista: "Lo único que hemos hecho es inventar acciones benéficas para que él quede bien". Algo complicado ahora que se han filtrado sus intenciones y cómo en todo momento rechazó aportar "ni un penique" de su dinero en las diferentes acciones solidarias que desarrolló.
Varios son los ejemplos. Desde la subasta solidaria en la que le solicitaron igualar la puja más alta ("no quiero hacerlo, y desde luego no lo haré con mi dinero") al viaje a Filipinas para apoyara los niños afectados por el Tifón Haiyan: "No hay forma en que lo haga y que me cueste".
En cualquier caso, lo que más llama la atención es que en ese viaje a Filipinas, Beckham exigió a UNICEF el pago de un pasaje en primera clase cuando él viajó en un jet privado que pagaron dos compañías privadas -el grupo Sands Hotel y la compañía de bebidas Diageo-. Además, en otro viaje a Camboya, UNICEF reservó habitación para Becks en un hotel de la cadena Sofitel de cinco estrellas, pero el futbolista no sólo exigió que lo llevarán a uno aún más lujoso sino que incluso propuso que UNICEF aportase la misma cantidad y él pagaría de su bolsillo la diferencia.
David Beckham es embajador de UNICEF desde 2005 y ha protagonizado campañas por todo el mundo. El exfutbolista fue nombrado caballero del Imperio Británico en 2014.