Tras una final de infarto el Manchester United se coronó campeón de la EFL Cup. Sorprende que el conjunto de Mourinho sufriera tanto tras adelantarse con un 2-0 en el minuto 38. Antes de ello el Southampton vio cómo le anulaban un gol legal con empate a cero en el marcador. Los diablos rojos se agarraron al talento de Zlatan Ibrahimovic que abrió el marcador con un genial lanzamiento de falta y que desniveló la balanza en el minuto 88 con un cabezazo a bocajarro.
El planteamiento de Mourinho no supo contener las ofensivas de un Southampton que se adaptó mejor a un partido emocionante, lleno de ocasiones y en el que brilló David de Gea con paradas impresionantes a las que ya nos tiene acostumbrados. Destacar el buen papel de Oriol Romeu, que pudo adelantar a los saints en el segundo tiempo con un cabezazo al poste. Finalmente, el United hizo valer su superioridad individual encarnada en un Ibrahimovic que ya suma 26 goles en sus primeros 38 partidos oficiales con el club.
La EFL Cup es el vigésimo cuarto título en el palmarés de Mourinho. Es la cuarta vez que el portugués levanta este trofeo al cielo de Wembley igualando a dos mitos de los banquillos ingleses que también conquistaron la Copa de la Liga en cuatro ocasiones: Sir Alex Ferguson y Brian Clough.
Los títulos de Zlatan
La verdad es que había pocas dudas del rendimiento que daría el sueco al proyecto de José Mourinho. Desde el primer momento fue la referencia en ataque, influyendo menos en el juego que en años anteriores pero con la responsabilidad de ser casi el único definidor de la plantilla. Poco importan sus 35 años o las dudas acerca del largo plazo con el sueco, mientras él siga a este nivel, el proyecto de Mourinho en Old Trafford estará más cerca del éxito.
De momento han llegado dos títulos (Community Shield y EFL Cup) y ambos con goles del sueco en los últimos diez minutos de partido. Y es que si algo está demostrando Ibrahimovic es fiabilidad en los momentos complicados y protagonismo en los tramos decisivos (el 30% de sus tantos ha llegado en los últimos quince minutos de partido).
Los problemas de Mourinho
La decisión del técnico portugués de prescindir de Michael Carrick en el once inicial sorprendió a todos en la previa de la final. Y, pese a los dos tantos mancunianos, el Southampton fue encontrando la manera de mostrar a Mourinho su error. Sin Carrick se minimiza a Pogba, más pendiente de recuperar que de atacar, y se pierde al sostén para una defensa lejos del primer nivel: Marcos Rojo fue un coladero en la banda y Eric Bailly tiene serios problemas para controlar a atacantes tan móviles como Gabiaddini.
Tanto en el gol anulado al italiano como en el 2-2, el delantero del Southampton dejó en evidencia al central marfileño del United. De hecho, cuando Mourinho rectificó dando entrada a Carrick al descanso, el tempranero empate del Southampton alteró el guión.
Un cambio de rumbo que cogió a contrapié al portugués y dio alas a un Southampton que soñó con el título. Sólo la puntualidad de Zlatan cerró el choque. La mejora defensiva que venía experimentando el United estos meses quedó en nada y la poca capacidad de reacción de su técnico en el segundo tiempo pudo costar muy cara.
El mérito de los saints
Con las manos vacías y la cabeza bien alta, así salió el Southampton de Wembley. Otra vez sin título, otra final perdida, otro duro trayecto hasta la costa sur de Inglaterra lamentándose de ese fallo arbitral o esa ocasión desperdiciada. Así desde la FA Cup de 1976, su último título. Pese a esa melodramática historia en las finales el Southampton ha encontrado la fórmula que todos los medianos envidian y todos los grandes expolian.
Su cantera es la más prolífica de la Premier League y su política de dar minutos a los jóvenes, vénderlos caros y confiar en más adolescentes sigue dando sus frutos. Esta vez se quedaron a las puertas de un título, nada mal para un club que desde hace años ha renovado casi por completo su plantilla y ha aumentado sus arcas. Sólo la falta de talento atrás (la venta de Fonte y la lesión de Van Dijk) malogró una oportunidad de oro.