España sub-21 también exhibe madurez y ya está en semifinales

Esta España sub-21 tiene olor a campeón. Después podrá ganar o no, en el fútbol muchas veces no lo hace el que más lo merece, pero la selección española tiene todos los componentes que hacen a un equipo ser el favorito.

Si el pasado sábado goleó de forma brillante a Macedonia, este martes se puso otro traje y ganó de forma bien distinta. Fue inferior a Portugal, se salvó de muchas acciones de peligro del combinado luso, sufrió los arreones de una selección lusa desatada en los últimos 15 minutos y venció con otro estilo, diferente al suyo y al que se podía esperar. Ganó a Portugal (3-1), que es lo importante, y ya está en semifinales.

Y tiene mérito estar ahí cuando todavía queda un partido por disputar de la primera fase (el viernes, ante Serbia) en un torneo en el que solo pasa el primero de cada grupo, aparte del mejor segundo. España ya es primera y solo le queda conocer su rival en el penúltimo paso para la quinta corona europea. Para eso se tuvo que quitar a una agradable Portugal, que dejó muy buenas sensaciones a pesar de la derrota.

Ganó 'La Rojita' porque la calidad que tiene es infinitamente a cualquier rival. Los demás no tienen a un Saúl Ñíguez que te coge el balón, regatea a todo el que se presenta y dispara fuerte desde fuera. Así llegó el primer gol de España en el minuto 20' cuando Portugal había arrancado muy fuerte, asustando incluso con disparo al palo. Le ayudó al futbolista del Atlético que su remate pegara en un defensor y cambiara de trayectoria, pero la jugada bien mereció la pena.

Saúl, además, es otro de los que pide paso a Lopetegui. El año que viene, en estas fechas, se estará disputando el Mundial de Rusia y al igual que comentamos con Asensio, España no puede desaprovechar los talentos que tiene. El de Ñíguez es uno de ellos.

Ante un rival que no se achicaba y que siguió atacando de forma inteligente, España también leyó su partido y dejó sus dosis de favorito poco a poco. Tuvo alguna ocasión aislada, pero con eso le bastaba. En el 64', y tras varios sustos de Portugal, Deulofeu corrió la banda y brindó el gol a su compañero de Masía, Sandro Ramírez, que de primeras y ajustado al palo remató para poner el 2-0.

Era demasiado premio para España, que ganaba más por experiencia de sus jugadores, a pesar de los jóvenes que son, que por mejor juego, pero esta sub-21 está llena de jugadores que ya han vivido grandes partidos europeos. Más tarde marcó Portugal con una preciosa volea de Bruma desde la frontal del área, pero ahí se quedó. Murió en la orilla porque cuando buscaba con ímpetu el empate Williams corrió y corrió y acabó marcando el definitivo 3-1 en el último minuto.

Lo positivo para España, que mostró carácter y experiencia y ganó también en circunstancias adversas. Lo negativo, que ante el primer gran rival se mostró inferior en el juego. Lo importante es que ya están en semifinales y esta generación irrepetible de talentos españoles tiene mucha pinta de ganar este torneo y de deslumbrar con la absoluta en muy pocos años o, incluso, en pocos meses.